Iguazú: preocupa el abandono del histórico edificio de Bustillo

La historia también es contada a través de la arquitectura y los edificios erigidos en la fundación de un pueblo que permanecen y marcan una época. En Puerto Iguazú el Concejo Deliberante estableció en junio de 2009 -a través de la Ordenanza 21/09- que ocho edificios públicos fueran declarados patrimonio histórico y cultural en la Ciudad de las Cataratas, entre ellos el predio de la Comisaría Primera, que se encuentra en estado deplorable pese a los pedidos del municipio y especialistas para que se realice una refacción integral.

Ubicado en el corazón del centro de la ciudad turística está la estructura que funcionó en el centro cívico diseñado y construido por la administración de Parques Nacionales y ocupado por la Policía de Misiones.

La construcción fue iniciada en 1941 y finalizada en 1942 en la intersección de las avenidas San Martín y Victoria Aguirre y la obra estuvo bajo la dirección del renombrado arquitecto Alejandro Bustillo, cuando su hermano Ezequiel fue director de Parques Nacionales.
La planta baja constaba de oficinas, calabozos y celdas. El primer piso, en tanto, estaba destinado a la vivienda del comisario.

Con el pasar de los años el edificio se fue deteriorando por falta de mantenimiento y debido al mal estado de la estructura que podría poner en peligro a los efectivos policiales y detenidos trasladaron las instalaciones al predio de la Unidad Regional V, luego de su inauguración en septiembre del 2009.

La promesa en ese entonces era que se realizaría una restauración y luego volverían a ponerlo en funcionamiento, sin embargo no sucedió. En ese marco, desde sus comienzos la Dirección de Patrimonio Histórico Municipal, puesta en funcionamiento en octubre del 2017, con su directora María Ester Rolón a la cabeza gestionó la restauración de la estructura con el gobierno provincial, ya que la estructura pertenece actualmente a la Provincia, pero no logró grandes avances.

"Venimos gestionando desde el principio la restauración del edificio, el arquitecto Arturo García realizó un proyecto que se entregó en mano al jefe de la Unidad Regional V para que eleve a Jefatura, pero no hubo respuestas", contó a El Territorio, Rolón.

En 2020 nuevamente gestionaron, esta vez directamente con el gobernador Oscar Herrera Ahuad: "Hablamos con él una de las primeras veces que vino, se ocupó, vinieron dos arquitectos de la Provincia, entramos a inspeccionar la estructura, hicimos un relevamiento, pero después comenzó el problema del agua en la ciudad y era la prioridad en ese momento". "Vinieron también desde el Iprodha, pero hasta ahora no se logró un proyecto para recuperar el edificio", explicó Rolón.

"Es una pena porque es un hermoso cabildo que puede ser recuperado y se puede utilizar como museo, como biblioteca, se le puede dar diferentes usos. Está ubicado en el centro cívico y es un edificio de gran valor histórico para la ciudad", sostuvo Rolón. Actualmente la estructura no cuenta con ningún uso, simplemente la zona de patios internos y externos sirven para resguardar vehículos retenidos ya sea por infracciones o accidentes de tránsito.

La Escuela de Frontera 615, la Torre Tanque y la Intendencia del Parque Nacional Iguazú fueron otras de las huellas arquitectónicas de Bustillo en Puerto Iguazú. Además su impronta también se ve en la fachada de la Comisaría Segunda de Posadas, el pórtico del cementerio posadeño La Piedad, la Comisaría Segunda de Eldorado y la portada del cerco de las ruinas de San Ignacio Miní.

Considerado como uno de los arquitectos más relevantes de la historia de Argentina, por ser el fundador de un estilo clásico nacional, fue autor de otras numerosas obras arquitectónicas públicas y privadas como el Hotel Llao Llao en Bariloche y el Complejo Bristol en Mar del Plata (que incluye la rambla, el Hotel Provincial y el Casino Central).

En Buenos Aires diseñó diversos inmuebles de uso residencial, administrativo o comercial, como las sedes centrales del Banco de la Nación Argentina y el Banco Tornquist, el Hotel Continental, el Edificio Volta, la casa de la escritora Victoria Ocampo y el edificio donde vivieron los escritores Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.