Sensaciones encontradas

Crucero empezó ganando y se lo dieron vuelta en una polémica jugada, pero en la agonía logró un valioso 2-2 ante 9 de Julio
jueves 03 de agosto de 2023 | 6:01hs.
Sensaciones encontradas
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¿Servirá el punto? Por ahora no, pero el tiempo dirá.

Tiene gusto a poco por cómo jugó Crucero, que fue claramente superior a su rival. Porque fue de local y ante un rival directo. Pero analizando el contexto adverso, que lo empató sobre la hora y que su adversario no se escapó en la parte baja de la tabla, el 2-2 ante 9 de Julio de Rafaela, por la 24ª fecha del torneo Federal A, puede adquirir cierta relevancia de cara a futuro.

Los dos peores equipos ubicados en la zona D de la tercera categoría del fútbol argentino sabían que no se trataba de un partido más: en juego estaba escaparle al último puesto del grupo, que al final del campeonato determinará un descenso al torneo Regional Amateur.

Si bien aún falta para el final (ayer se cumplieron dos tercios del torneo), el empate mantiene al equipo misionero en el último lugar de la tabla con 22 puntos, uno menos que su rival de ayer.

Consciente de las urgencias que estaban en juego, Carlos Macchi dispuso un agresivo 4-3-3, con Weyreuter, Mainero y Pinti Álvarez de entrada.

9 de Julio, que llegaba a este partido con apenas dos empates y ocho derrotas jugando como visitante, aguantó la presión local apenas 15 minutos. Avisó Crucero a los 12’ con un centro bajo de Isuardi que Soto conectó de taco y se fue apenas desviado. Pero a los 13’ llegó el merecido premio: Soto surcó el lateral derecho, mandó el centro al corazón del área y Pinti metió el frentazo para el prematuro 1-0.

El dueño de casa se agrandó con la ventaja, no bajó la intensidad y lastimó sobre todo en el juego aéreo. Pero perdonó. Como a los 37’, cuando Pinti tuvo el segundo en sus pies pero una salvadora aparición de Vera lo privó del gol.

Baldazo de agua fría

A los 40’ del primer tiempo, y producto de una lesión, Juan Zarza debió dejar el campo de juego momentáneamente y Crucero se quedó con un central menos. A diferencia de su rival, 9 de julio no perdonó. El visitante adelantó líneas por el sector derecho, encontró a un equipo desordenado defensivamente, Costamagna mandó el centro y Pegini metió el manotazo salvador, pero el rebote le quedó a Maximiliano Ibáñez, que sin marca alguna sacó el derechazo que infló las redes para el inesperado empate. Así, todo volvió a foja cero.

El Colectivero sabía que no debía cambiar  el libreto de cara al complemento. Que debía sostener en el tiempo lo bueno que había hecho en el primer período. Tomó la iniciativa, monopolizó el juego y jugó decididamente en campo contrario, pero también dejó espacios que lo hicieron sufrir defensivamente.

Golpe de nocaut

A los 15’ del ST, 9 de Julio encontró el 2-1 a partir de una muy cuestionada decisión arbitral.  Román Bravo picó inesperadamente solo tras un largo pelotazo, aprovechó el espacio y encaró al arquero, y mano a mano con Pegini asistió para la entrada de un Ibáñez que sólo tuvo que empujarla para dar vuelta la historia. Todo Crucero se fue encima del árbitro y del línea por lo que consideraron un claro off side de Ibáñez en la jugada previa, pero la terna mantuvo la postura inicial y decretó el gol rafaelino.

Después de interminables quejas y reclamos, el juego volvió a la acción pero con un Crucero desmoralizado y golpeado. El conjunto visitante tuvo todo para liquidarlo tras un desacople defensivo, pero Ibáñez reventó el palo derecho de un Pegini resignado.

Ahí Crucero entendió que aún estaba vivo. Tuvo dos veces el empate por arriba: primero con un cabezazo de Cristaldo que se estrelló en el travesaño y luego con otro frentazo de Benítez que tapó muy bien el arquero Grinovero.

Con una gran cuota de amor propio y otra menor de juego asociado, el Colectivero se llevó puesto al equipo de Barbero. El ingresado Del Sole tuvo una clarísima chance para empatarlo en el corazón del área pero definió desviado ante un arquero ya vencido.

Sin embargo, tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. A los 44’, Pinti asistió a Mainero y el cordobés, cara a cara con el “1”, sacó un potente derechazo que se convirtió en el 2-2.

En los minutos agregados el local fue decididamente con todo en pos del triunfo. Álvarez lo tuvo con una espectacular volea que le sacó chispas al travesaño, pero no hubo tiempo para más.

Quedó la sensación de bronca por un triunfo que debía inevitablemente quedar en Santa Inés, pero algo de satisfacción también por el partido jugado. Quedan 11 finales. Ninguna menos importante que la otra. Será cuestión de mentalizarse y saber jugarlas.

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