Escuela Huellas de Apóstoles, reconocida a nivel internacional

El Instituto Huellas de Apóstoles, dedicado a la modalidad especial, participó del concurso Escuelas por la Tierra junto a 3.500 escuelas de Latinoamérica y quedó en segundo lugar, a partir de la presentación de su proyecto de huerta ecosustentable.

 
Se trata de un programa de Fundación Educa México, que tiene el propósito de lograr que estudiantes del mundo de todos los niveles educativos tengan acceso a la Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible en todos los espacios educativos formales, como herramienta primordial ante la crisis climática.

 
“El taller ecosustentable fue creado en 2019 para trabajar con aquellos estudiantes que ya salían de la edad primaria y no iban a ser incluidos en la escuela común secundaria. Por sus discapacidades o porque los padres no pueden por distintos motivos”, explicó Luciana María Leiva Vilar, docente de la institución.

 
“El año pasado me contacté por el proyecto con ‘La Carta de la Tierra’, dependiente de la Unesco, que se encarga de la parte de ecología. Mi objetivo era ocupar unos documentos de ellos para la planificación del taller. En ese momento ellos hicieron una publicación contando el taller. A través de esa publicación, la Fundación Educa México se contactó conmigo y me invitó a la convocatoria”, agregó.

 
“Este fue el primer año que abrieron la convocatoria para latinoamérica. Fuimos en total 3.500 escuelas las participantes. Solamente de México fueron 1.700 y el resto de Latinoamérica. El instituto apostoleño fue el único en participar de Argentina”, destacó.

 
“El concurso constó de 30 instancias de trabajo y presentación de objetivos, desde el 3 de enero hasta fines de junio. Hace unas semanas me avisaron que salimos segundos entre las 3.500 escuelas y fue una emoción enorme”, expresó Leiva.

 
La idea que impulsó el taller fue que los chicos no queden aislados al terminar la primaria.

 
“Mi búsqueda fue que los chicos no queden en la casa encerrados, que tengan una actividad todos los días y que tengan la sociabilización con sus pares. Porque si no están compartiendo el tiempo en la escuela, rara vez los chicos con discapacidad se juntan a jugar o a tomar un mate”, dijo

 
“El taller vino para quedarse y vamos a seguir trabajando con esta fundación de México, que ya nos invitó para la convocatoria del año que viene. También vamos a participar de un congreso internacional de ecología el 2 de agosto, nos invitaron a ser panelistas”, finalizó.