Cuando el TC es la medicina

Las anécdotas sobran entre las miles de almas. Y entre ellas está la de Don Báez, que recién operado de un aneurisma, se refugia en su fanatismo para recuperarse rápido
domingo 02 de julio de 2023 | 6:01hs.
Cuando el TC es la medicina
Cuando el TC es la medicina

Mucho calor, en el sentido amplio de la palabra, se vivió ayer  en el autódromo producto del sol a pleno, los asados con amigos y los traguitos para refrescar el cuerpo de una jornada llena de emociones como trae año tras año el Turismo Carretera a Posadas.

Abarrotado de gente, el Rosamonteo vive con esplendor la octava fecha de la competencia en la que el cartel de “sold out”, de entradas vendidas, es el síntoma de que la fiebre del TC está más latente que nunca y la medicina es sin dudas el rugir de los motores de la máxima categoría que atrae a fanáticos de todo el país.

Cada carpa, motorhome y casilla tiene su historia. Y la de Juan Gabriel Báez es muy especial.

Un grupo de amigos y familia llegó desde Andresito en una caravana mágica.

Acompañado por su hija Elisa, ambos iniciaron la charla contando sus años interminables siguiendo a la categoría, luego hubo un respiro, y ayer se dio su emotivo,   y por un motivo particular, el regreso.

Es que Don Báez está recién operado de un aneurisma. “Aún tiene los puntos”, detalló su hija emocionada y ver el TC es terapéutico para este fanático posadeño de 76 años.

“Vino a recrearse para recuperarse más rápido y le hace bien estar acá”, señaló Elisa, firme compañera de su padre quien, además de buscar vivir en primera persona de las cosas que alegran el alma, también tiene otro pedido “que gane Chevrolet”, tiró risueño Don Báez, y quién sabe, por ahí se le concede la solicitud.

En familia

Desde Comandante Andresito, una caravana de amigos y familia llegó el miércoles al autódromo posadeño en busca de la adrenalina que los atrapa todos los años.

En combis, con asado, mate y música, el clima fue ideal para experimentar una vez más la aventura de rodearse con otros fanáticos de distintos puntos de la Argentina. “Un clásico”, dijeron y una tradición hay que experimentar en masa.

Los boxes también estuvieron  repletos. Con el sol fuertísimo varias personas se acobijaron bajo las sombrillas que desempolvaron del verano que sirvieron de resguardo y alivio en las gradas.

¿Fala portugués?

Entre tanta tonada de distintas partes del país, también hubo, y de a montones, apasionados por los autos que llegaron desde Brasil y el portuñol se hizo presente. Llegaron sobre todo de estados cercanos que aprovecharon para estar presentes en el show de la máxima. “Venimos siempre. Amamos estar acá”, señaló sonriente Agnaldo de Sao Miguel que junto a sus amigos se acoplaron con sus pares al costado de la pista con alaridos en cada paso de los autos y con risas fuertes que contagiaban a todos en el lugar.

También hubo mucho público del vecino Paraguay que se sumó a la fiesta que empezó el viernes y tendrá su epilogo hoy, y seguramente dará muchas anécdotas para contar hasta el año que viene, donde nuevamente llegarán con promesa de buena camaradería, asados, guisitos y claro, el espectáculo asegurado en la pista.

 

 

 

 

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