El obispo de Oberá denunció complicidad de sectores del “poder político, económico, judicial y de seguridad” con el narcotráfico

Monseñor Damián Bitar publicó una carta abierta denunciando a los “mercaderes de la muerte” y reclamando un “gran frente social” para acciones concretas en la lucha contra el narcotráfico y rehabilitación a los adictos.
lunes 26 de junio de 2023 | 9:54hs.
El obispo de Oberá denunció complicidad de sectores del “poder político, económico, judicial y de seguridad” con el narcotráfico
El obispo de Oberá denunció complicidad de sectores del “poder político, económico, judicial y de seguridad” con el narcotráfico

“No hay ciudad o pueblo, barrio o colonia, plaza, vereda o parada de colectivo, en donde no se encuentren adolescentes y jóvenes consumiendo drogas de cualquier denominación…Todos los vemos. De día y de noche. Consumo y venta. Venta y consumo. La droga de hecho, circula libremente. Su voracidad es ilimitada”. Con esta frase, descarnada e implacable, inició su reflexión el obispo de la diócesis de Oberá Damián Bitar al conmemorarse hoy el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.

Desde hace años, monseñor Bitar se consolidó como la voz más potente en el combate contra las drogas en la zona Centro, denunciando a los “mercaderes de la muerte” y reclamando acciones concretas en la lucha contra el narcotráfico. En tanto, en su escrito de hoy, subrayó que “no cabe duda que este fenómeno no podría alcanzar semejante dimensiones sin la complicidad de determinadas personas que detentan poder político, económico, judicial y en fuerzas de seguridad. Narcotráfico y corrupción caminan juntos”.

Al tiempo que llamó a la creación de un “gran frente social que involucre a todos: organismos del Estado, familias, instituciones educativas, deportivas, religiosas y otros miembros de la comunidad, en el que se priorice la lucha frontal contra las drogas a través de un trabajo sostenido y perseverante en valores, prevención, asistencia, denuncia y rehabilitación a fin de lograr extirpar este cáncer social”.

Bitar encabeza la Pastoral de Adicciones que realiza una obra fundamental en la recuperación de adictos. En ese contexto, a las 18 de este lunes estará a cargo de la bendición y habilitación de la ampliación del Oasis de Misericordia, el centro de rehabilitación.

Texto completo de la nota del obispo

“Es más triste aun comprobar que gran parte de los niños y jóvenes cautivos de las drogas, viven en situación de pobreza, marginalidad o indigencia, con poca o nula escolaridad, habitan viviendas precarias, no trabajan y muchas de sus familias están heridas por las separaciones, la violencia y el alcoholismo. Indigencia y adicciones: un “combo” que lleva a la esclavitud y al “descarte” a cientos de muchachos y chicas de nuestros barrios, pueblos y colonias. Como lo hemos afirmado en otras ocasiones, el imparable tráfico y consumo de drogas pone en evidencia, por un lado, la facilidad e impunidad con la que se mueven los “mercaderes de la muerte”, es decir, los grandes narcotraficantes, como así también quienes se dedican al narcomenudeo.

Si bien constatamos con satisfacción que tanto las Fuerzas de Seguridad (GNA, PNA), como la Policía de la Provincia de Misiones decomisan cuantiosos cargamentos de droga, no cabe duda que este fenómeno no podría alcanzar semejante dimensiones sin la complicidad de determinadas personas que detentan poder político, económico, judicial y en fuerzas de seguridad. Narcotráfico y corrupción caminan juntos. Asimismo, el fenómeno “pandémico” del tráfico y consumo de estupefacientes muestra a las claras el deterioro profundo del tejido social: la crisis ética y espiritual, la pérdida de sentido de la vida, la emergencia educativa, el individualismo consumista y, sobre todo las heridas profundas en la institución familiar. Sin familia, cae la principal barrera contra las drogas.

Como Equipo Diocesano de Pastoral de Adicciones, junto a muchos padres, madres, profesionales y dirigentes de instituciones religiosas, educativas, deportivas y Estatales nos preguntamos: ¿Quién detendrá esta “ola furiosa” que amenaza con arrasarlo todo?, ¿Cómo contener a cientos de muchachos y chicas que nos solicitan auxilio para salir de este infierno?, ¿Cómo llegar a centenares de jóvenes que no concurren a los centros de escucha y atención?, ¿Por qué se han detenido las campañas masivas de prevención de adicciones?, ¿Por qué no se multiplican en las ciudades y pueblos los Centros de Rehabilitación? Sin duda que la Ley de emergencia en materia de consumo es importante, pero no es suficiente", afirmó.

"Creemos necesario sensibilizar a toda la sociedad para que se involucre en la resolución de esta problemática construyendo en cada barrio, pueblo y colonia un “gran frente social” que involucre a todos: organismos del Estado, familias, instituciones educativas, deportivas, religiosas y otros miembros de la comunidad, en el que se priorice la lucha frontal contra las drogas a través de un trabajo sostenido y perseverante en valores, prevención, asistencia, denuncia y rehabilitación a fin de lograr extirpar este cáncer social. ‘No dejemos que nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes. Trabajemos por una cultura del encuentro y de la solidaridad como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna’”, concluyó citando al Papa Francisco.

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