Un diario llamado patria

José Ludolfino Chavés, mi abuelo, nació en Concepción de la Sierra, y falleció a los 45 años. Sus padres fueron, Belisario Chavés y Justa Britez, tuvo trece hermanos, fue el mayor de todos.
Era un intelectual con todas letras, pese a cursar el segundo grado de la escuela primaria; desarrolló una intensa actividad, ocupando importantes cargos públicos para le época.
En Ideas del Norte, he reflejado su trayectoria en tres artículos, a los que me remito en honor la brevedad:
“Garruchos 1925”; “Un Guapo del Año 30”; y Muro de Piedra del Juzgado”. Se reflejan en ellos que con solo 24 años fue jefe del Registro Civil de la localidad de Garruchos, Corrientes; a los 28 Comisario de Policía en Virasoro; Corrientes, a los 32 años secretario y luego Juez de Paz de Concepción de la Sierra, en el Territorio Nacional de Misiones.
Leía libros y poseía una letra caligráfica que demostraban su solvencia en el ejercicio de las funciones que llevaba adelante.
Me quedó pendiente de su trayectoria la mención de la creación de su propio diario, en la localidad de Apóstoles al que le denominó “PATRIA”, a mediados del año 1936.
Para la Real Academia Española, la palabra Patria es: “Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligada el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos, o lugar, ciudad o país en que se ha nacido.
En ocasiones la Patria está muy emparentada con el nacionalismo, que quizás fue, la inspiración del nombre para mi abuelo.
Es muy posible que su idea de fundar el diario en Apóstoles haya tenido como fundamento la mayor cantidad de habitantes de la localidad, luego de abandonar el juzgado de Paz de Concepción. Él no era un empresario, tal vez, entendía que con el periódico le alcanzaría para la subsistencia de la familia.
No existían por entonces los medios tecnológicos para imprimir los diarios, todo era un trabajo artesanal que demandaba no solo un gran esfuerzo intelectual como manual para preparar el formato que iba a ser impreso.
De las conversaciones mantenidas con mi abuela Camila sobre el diario, ella me explicó que su marido escribía apuntes extensos y luego los reformaba tarea que le demandaba un gran tiempo del día e incluso de la noche.
El doctor Bernardo Allassia, en su libro “Apóstoles su Historia” realizó un minucioso estudio de todas las actividades, personajes, negocios, oficios, alojamientos que existían en el pueblo y también se ocupó de los periódicos:
– ¡En 1937, aparece el periódico Patria! Su director Don Leoncio Chaves. ¡Circunstancias económicas influyeron para que este semanario se extinguiera!
El nombre de Leoncio su director proviene de un error involuntario, pues se trata del diario de José Ludolfino.
El periódico se imprimía en la Imprenta Cenit o Atenas de Apóstoles para su posterior distribución, pero la intención de su autor era abarcar la región de la zona sur.
Tanto mi abuela, como mi vieja, me comentaron que le había mandado un ejemplar del periódico al presidente Irigoyen, quién le respondió felicitándolo por éste. Pude observar esa nota que no poseía membrete oficial, porque el presidente fue derrocado en 1930, en la época que el abuelo debió abandonar presurosamente Virasoro porque corría riesgo su vida. Eran tiempos de la “década infame”, en el año 1937 el presidente era Agustín Pedro Justo.
Ernestina, mi madre, me comentó que ella con sus hermanas María y Albertina vendían el diario en las- tardecitas noches -del pueblo. María tenía 11 años, mi vieja 9 y Albertina 7.
– ¡Salió el diario Patria vociferaban en las calles!
La gente nos compraba, no sé si porque nosotros éramos unas guainitas o el diario era bueno. Me contó también que el autor si tenía que criticar algo lo hacía: lo que le pudo ubicar en más de un inconveniente.
Lamentablemente los ejemplares de los diarios, la felicitación de Irigoyen, se terminaron extraviando; por lo que solo los rescatamos con el recuerdo que valorizan su historia.
No podemos precisar hasta donde hubiera llegado el diario Patria. Con él tiempo el abuelo Cháves fue afectado por el mal de Alzheimer y quedó imposibilitado de continuar su carrera para irse de este mundo a la temprana edad de cuarenta y cinco años.
“CHAPEAU PARA JOSÉ LUDOLFINO CHÁVES”
Por Ramón Claudio Chávez
Exjuez federal