Este miércoles se vivió una jornada de incertidumbre en cuanto al servicio de transporte público urbano y suburbano. El hecho comenzó el martes después de las 21 cuando los trabajadores de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) dejaron sin colectivos a los pasajeros que aguardaban volver a sus casas durante la noche. Mientras que, durante el miércoles hubo reducción de frecuencia del transporte público. La razón de la medida de fuerza se dio por la falta de pago de los haberes a los choferes. La frecuencia reducida se mantuvo durante todo el día, pero se normalizó durante la noche.

Hoy habrá una nueva reunión entre las partes, pero el período establecido por el Ministerio de Trabajo finaliza el domingo.

Reducción del servicio

Desde la UTA aclararon que la medida de fuerza se debe a la decisión del quite de colaboración, lo que en un principio afectó principalmente al servicio nocturno del martes -también ayer- y al momento en que debe ocurrir el cambio de chofer. Por ende, afirmaron que no se suspende el servicio y que a partir de hoy se trabajará con normalidad.

Por otro lado, el malestar de los usuarios se observó durante la mañana de ayer cuando la incertidumbre preponderó debido a que la noche anterior el servicio pareció finalizar, dejando a mucho de estos sin poder volver a sus hogares luego de la larga jornada laboral o de estudio, en el caso de los estudiantes.

Luego del mediodía hubo más movimiento de colectivos. fOTO: Tatiana Tangredi

Ayer por la mañana alumnos pudieron retirarse de su institución tras el contexto que ameritaba movilizarse con frecuencias de servicio público reducido.

“Cuando volví a mi casa luego del trabajo enganché justo el colectivo que pasaba, el cual durante la mañana me hizo llegar tarde al trabajo. En este momento, estoy yendo al médico y recién pasó un colectivo para mi barrio, por lo que en diez minutos considero vuelve”, expresó Agustina Galván. Luego, relató que durante la mañana  la situación fue compleja “porque el colectivo que pasaba se llenaba de pasajeros y los que no entraban debíamos esperar al siguiente sin saber a qué hora iba a pasar”. Relató que el malestar de la gente se sentía en el ambiente y que “la gran mayoría llegó tarde a sus actividades diarias, sea escuela, trabajo y otros”.

Mayores frecuencias

Los usuarios consultados entre las 15 y 16 de ayer coincidieron en que la frecuencia de colectivos mejoró luego del mediodía. Aún sin comunicado oficial y sin nuevas medidas de parte del gremio que representa a los trabajadores de transporte, y a días que se venza la conciliación obligatoria establecida por el Ministerio de Trabajo entre las empresas y sindicatos de colectivo, el conflicto salarial sigue sin resolverse.

Aurelio Jara, usuario, manifestó que “estoy esperando el 28, pasó con normalidad desde la mañana. La empresa Bencivenga no se adhirió a la medida por lo que las líneas 23, 28 y 14 pasaron en sus horarios normales”. Agregó que los pasajeros que esperaban otros números de colectivos se vieron muy afectados.

“Entiendo que los trabajadores deben luchar por lo que le corresponde. Pero todos trabajamos por lo que deberían tener en cuenta en afectar a las grandes empresas y no a los pequeños usuarios. Nos complican, retrasan y se descompone todo lo social porque una gran parte de la ciudadanía toma colectivo”, reflexionó.

Por otro lado, Dalila Maidana, estudiante manifestó: “Vine a educación física en el horario normal y ya estoy por volver a mi casa. Supongo que en unos minutos pasa el 13, es un colectivo que siempre tiene demora por la cantidad de demanda. Pero entiendo que se regularizó la frecuencia”. Por último, recordó que “a la mañana fue caótico, llegamos tarde al colegio y seguramente los demás ciudadanos a sus trabajos”. “Los pasajeros corrían como locos para alcanzar un colectivo, y en la transferencia igual. La desesperación de todos por tomar un transporte y llegar a horario se sintió”, cerró.

Lo previsto

Por otro lado, hoy habrá una nueva reunión entre las partes, pero el período establecido por el Ministerio de Trabajo finaliza el domingo. Es decir, vence el período de conciliación obligatoria entre las empresas y sindicatos y, de momento, el conflicto salarial sigue sin resolverse.

Por lo tanto, UTA advirtió que si no se alcanza un acuerdo antes de esa fecha límite, la próxima semana habrá un nuevo paro.

En este sentido, el gremio elevó los montos de salario básico reclamados para julio, para lo cual exigen $348.800; para agosto $380.192; y para septiembre $414.409. A su vez también solicitan suba en los viáticos, que quedarían en $1.997 para julio; $2.176 para agosto y $2.372 en septiembre.

Pago de cuentas para descomprimir

El presidente de Euta (Empresarios Unidos del Transporte Automotor) Guillermo Leumann indicó que para tratar de destrabar o descomprimir el conflicto se hizo “un pago a cuentas. No tiene nada que ver con la discusión paritaria, sino lo que corresponde pagar al último acuerdo paritario homologado”.

Indicó que es lo que hicieron algunas empresas en toda la provincia, no sólo en Posadas, es decir abonar una parte “esperando el cobro de mayores compensaciones del Estado nacional, que está debiendo compensaciones desde febrero a junio, son cinco meses”, detalló quien es a su vez presidente de Tipoka SA.

A su vez añadió que existen cancelaciones de compensaciones pendientes de parte de los concedentes locales. En tal sentido, indicó que “la última compensación que cobraron las empresas data del mes de abril. En el caso de Posadas, con una tarifa muy baja comparada al país”. Añadió que el pago a cuentas se dio en toda la provincia de Misiones, a la espera de poder cobrar mayores compensaciones.