La historia de las pumas Espumita y Arana y por qué no pueden regresar a la selva Misionera

domingo 04 de junio de 2023 | 19:02hs.
La historia de las pumas Espumita y Arana y por qué no pueden regresar a la selva Misionera
La historia de las pumas Espumita y Arana y por qué no pueden regresar a la selva Misionera

A través de comunicado Jorge Anfuso de Güira Oga explicó porque las dos pumas hembras, que escaparon y después de una semana ya se encuentran en buen estado de salud y resguardadas no pueden ser devueltas a su hábitat natural.

El hecho de que los dos ejemplares estuvieran en cautiverio indigno a muchas personas, no obstante, existen motivos de seguridad por los cuales no será posible su reinserción a la selva Misionera.

Respecto a la historia de estos ejemplares indicaron que, en el año 2016, guardaparques del Ministerio de Ecología de la zona norte de la Provincia de Misiones, recibieron una comunicación anónima, sobre un colono que poseía en su chacra dos cachorros de “Yaguareté”. Inmediatamente los guardaparques, realizaron investigaciones y lograron después de una semana determinar en donde podrían encontrarse ambos felinos. Sin embargo y al momento de presentarse ante un colono de la localidad de Wanda, pudo decomisarse un solo animal, pues según los dichos de la persona, no había otro.

Se comprobó inmediatamente, que no se trataba de un cachorro de yaguareté sino de puma, que al poseer algunas manchas oscuras en el cuerpo característico de todo cachorro de esta especie puede confundir a quién no los conoce. El pequeño fue entregado a Güira Oga, donde se determinó que era lactante y se trataba de una hembra, se encontraba en buen estado, pasándose a ser identificada internamente con el nombre de “Espumita”.

Sin embargo, los guardaparques ante la sospecha de que en realidad se trataba de dos animales, continuaron investigando hasta que 10 días después, lograron atrapar al chacrero con el otro animal al que pretendían vender. Se produjo así el decomiso del segundo puma que resultaron ser hermanas, pues el chacrero confesó, que había matado a la madre y se quedó con las crías.

Ingresada también a Güira Oga, se denominó “Arana” y se criaron juntas de lactantes, hasta que dos años después, se colocaron en un recinto de amplias dimensiones en medio de la selva de Güira Oga.

Haciendo referencia a los motivos por los que no pueden volver a su hábitat natural, desde Güira Oga indicaron que existen varias situaciones que llevan a considerar que los grandes felinos como yaguaretés o pumas, criados por la mano del hombre, no son aptos para ser devueltos a su ambiente natural. Una de esas situaciones posibles es el conflicto humano/domestico, que no solo puede afectar a los animales domésticos bajo cuidado del hombre sino también la posibilidad de causar graves accidentes con personas.

“En nuestra zona lamentablemente contamos con el accidente ocurrido en 1997, cuando un puma de estas características atacó y dio muerte al hijo de un guardaparque nacional a metros de las Cataratas del Iguazú”.

La historia de las pumas Espumita y Arana y por qué no pueden regresar a la selva Misionera
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