Las caras de la moneda electoral y económica

domingo 04 de junio de 2023 | 6:05hs.
Las caras de la moneda electoral y económica
Las caras de la moneda electoral y económica

Argentina encuentra un poco de respiro con el yuan, que comienza a quitarle hegemonía al dólar en el comercio exterior. Massa consiguió fondos y promesa de que el país sea parte de los Brics. En la gira, Misiones ofreció su potencial, como se hizo en forma reciente en Estados Unidos. En las elecciones que vienen, la moneda se divide en partes iguales entre el Frente de Todos, Juntos por el Cambio, La Libertad Avanza y los indecisos que pueden inclinar la cancha. La renovación, único espacio con candidatos definidos

 

“En Dios confiamos” (In God we trust) es la frase que aparece en todos los billetes de dólares. Si hay algo en el que el argentino confía para intentar hacer frente a un país con crisis cíclica es justamente la moneda estadounidense. Pero también el gobierno necesita de ese respaldo, por ejemplo, para evitar recientes corridas de divisas. Mediante la intervención estatal culminó mayo con cierta calma bancaria pero nada es suficiente -al menos por ahora- para desacelerar la inflación de gran impacto en la vida cotidiana y representa el principal factor de malestar en lo social. Sería, además, la moneda de cambio en el momento de votar, es decir el malestar expresado en las urnas. Y eso sabe el gobierno e intenta corregir. Por ahora, los argentinos siguen muy apegados al dólar, que ya lleva vigente 231 años.

La moneda estadounidense comenzó a alcanzar una mayor hegemonía mundial a partir del final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, cuando Estados Unidos emergió como la principal potencia económica y militar del mundo.

En 1944 se acordó el Sistema de Bretton Woods, que establecía al dólar como la moneda de reserva internacional y fijaba su valor al oro. Esto significaba que otros países podrían respaldar sus monedas con dólares y convertirlos en oro a una tasa fija. La hegemonía del dólar se fortaleció aún más en las décadas de 1970 y 1980, cuando muchos países adoptaron el dólar como su moneda nacional y el petróleo se empezó a cotizar en dólares, lo que consolidó aún más su importancia en el comercio mundial. Pero esta hegemonía ahora está en riesgo ante el mayor uso de yuanes como moneda de comercialización y podría debilitar la hegemonía mundial de Estados Unidos en el futuro.

El yuan es la moneda nacional de la República Popular China. La moneda fue establecida en 1949 después de la fundación de la República Popular China y se ha desarrollado a lo largo de los años en respuesta a la evolución económica y política.

La moneda china se viene utilizando como medio de pago en transacciones internacionales de manera creciente en los últimos años, lo que llevó a una disminución en la demanda de dólares como moneda global de transacciones. No obstante, la moneda estadounidense a la fecha sigue teniendo peso propio hasta en su cotización, 100 yuanes equivalen al día de hoy a 14,11 dólares.

También es cierto que China tiene una de las economías más grandes del mundo y la adopción del yuan como moneda de reserva por parte del FMI en 2016 fue vista como una amenaza para la hegemonía del dólar. Desde entonces, otros países comenzaron a comerciar con China utilizando el yuan y crearon acuerdos bilaterales de intercambio de divisas, reduciendo la necesidad de usar dólares en transacciones internacionales. Además, el yuan ganó popularidad en los mercados de deuda y se han emitido bonos en yuanes en varios países.

De esta manera, el impacto de esta moneda de comercialización en la hegemonía global de los Estados Unidos es significativo ya que el dólar ha sido la moneda de reserva global durante más de medio siglo. La disminución de la dependencia al billete verde podría llevar a una reducción en la demanda de bonos del Tesoro de los Estados Unidos y una disminución de la influencia de los Estados Unidos en los mercados financieros globales.

Aunque la adopción del yuan como moneda de comercialización es gradual, se espera que juegue un papel cada vez más importante en las transacciones internacionales y que tenga un impacto significativo en la hegemonía global de los Estados Unidos con el dólar a largo plazo.

Desdolarizar la economía
Hoy en día, el yuan se utiliza principalmente en China, pero ha ganado popularidad en todo el mundo como una moneda de reserva y una moneda de comercio. Muchos países, incluyendo Brasil, Rusia, Sudáfrica, Australia, Reino Unido y Alemania, han establecido acuerdos bilaterales de intercambio de divisas con China, permitiendo el comercio en yuanes en lugar de en dólares estadounidenses. De esta manera, la moneda ganó popularidad en el comercio internacional y está siendo cada vez más utilizada por muchos países como moneda de reserva o de comercio, al que ahora se sumó la Argentina.

China es uno de los principales socios comerciales de Argentina. Según datos oficiales, el 21% de las importaciones realizadas en 2022 tuvieron como origen aquel país. De esta manera, el reemplazo de divisas se concreta a raíz de la ampliación del swap, que implicó el acuerdo de intercambio de monedas con China desde noviembre del año pasado. Fue el propio ministro de Economía, Sergio Massa, quien anunció que desde esta semana se ponía en marcha un nuevo régimen de intercambio comercial con China que le permitirá a las empresas argentina utilizar yuanes sin las intermediaciones que se usan en este tipo de operaciones, como la compra de dólares con la moneda china o el ingreso previo al contado con liquidación.

Esto representa el camino para desdolarizar las operaciones económicas y con ello, evitar debilitar permanente las reservas del Banco Central.

Por ahora Massa busca estabilidad macro de la economía, para lo cual logró sumar al Central, 130 mil millones de yuanes que en la cotización actual serían unos 19 mil millones de dólares totales por un plazo de tres años. Lo que consiguió Massa fue duplicar el monto utilizable del swap, que llegó ahora a 10 mil millones de esa moneda. Esa asistencia consiguió en su gira acompañado por el embajador argentino en Pekín, Sabino Vaca Narvaja, y el secretario de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales, Marco Lavagna y del que también formaron parte Máximo Kirchner y el diputado nacional por Misiones Diego Sartori, que aprovechando el viaje efectuó algunos pedidos y recibió promesas como se verá más adelante.

También en medio de esta gira le confirmaron a Massa que el directorio del nuevo banco de los Brics aceptó incorporar como miembro a la Argentina en su próxima reunión de agosto en Sudáfrica.

Gasoducto y zona franca
En cuanto al legislador misionero, aprovechó el largo viaje hasta China para reiterar reclamos de Misiones referente a extender el trazado del gasoducto Néstor Kirchner hasta la tierra colorada, a la vez que el diputado Sartori reclamó acreencias como las de Anses que adeuda la Nación y recibió ratificación y promesas de que al retornar Massa llegaría a la provincia para materializar la puesta en marcha de la Zona Aduanera, que con tantas expectativas se aguarda desde hace tiempo. A su vez, desde Misiones se pide extender el dólar agro para la economía regional, como té, yerba, tabaco y madera.

En cada viaje, Misiones promueve sus productos y la posibilidad a las empresas del gigante asiático a que inviertan como ya está sucediendo, con la empresa que construye el mega parque solar para generar energía en San Javier. La provincia viene aprovechando estos viajes oficiales, para relacionarse con importantes firmas e inversores y esquivando las diversas grietas que promueven algunos dirigentes nacionales.

Por caso, en su reciente gira por Estados Unidos, el gobernador Oscar Herrera Ahuad gestionó ampliar mercado con el país del norte, donde se exportan importantes productos base de la economía provincial como té, tabaco y producción foresto industrial. Misiones juega al multilateralismo internacional, en menos de 10 días la provincia tuvo participación directa en los dos gigantes mundiales.

Radiografía del escenario nacional
Esta semana, el analista político Raúl Timerman arribó a Misiones para echar un poco de claridad al complejo escenario electoral en el país. Brindó una charla abierta en la Universidad de la Cuenca del Plata y en forma previa, repasó en entrevista con Meta Data, del grupo de medios de El Territorio, cómo se está armando el tablero electoral del país. Plantea que no existe una sola cara de la moneda ni dos, sino que está dividido en cuartos que no todos tienen en cuenta y que torna aún más incierto el futuro de los espacios políticos de cara a las primarias y generales. Explica la existencia de estos cuartos, porque hay un 25% de ciudadanos que se muestran apáticos y, por lo tanto, se desconoce si destinarán sus votos a un sector o ni siquiera concurrirán a votar, representando parte del voto bronca. Donde caiga la cara de esta moneda puede sumar o quitar votos.

Después, la pelea electoral se daría entre el Frente de Todos, originalmente gestado por Cristina Fernández, Sergio Massa y Alberto Fernández. Este último ya no forma parte activo del espacio, ya que decidió retirarse de cualquier pretensión reeleccionista y se retiró con una altísima imagen negativa, pero con alta capacidad de daño. Sin embargo, Cristina se muestra como conductora del espacio y Massa, afirman desde la provincia, observa con atención la política encarada desde Misiones de superar cualquier grieta priorizando la unidad, buscando gestión y fortaleza como concepto de un eventual gobierno.

Por estas ideas también estaría en evaluación su posible candidatura al máximo cargo, aunque por ahora intenta conseguir recursos para tranquilizar la macroeconomía o disparadas del dólar.

Timerman interpreta que Cristina, sin bendecir abiertamente a ninguno, deja que fluyan algunas candidaturas como la de Eduardo “Wado” de Pedro, carrera en la que también hace tiempo está anotado Daniel Scioli. A su vez, en este espacio hay más caras, porque la trama se completaría con Axel Kicillof, que podría ser a su vez un potencial candidato del oficialismo si no crece suficiente la figura de Wado de Pedro u otro. Se podría decir entonces que la Libertad Avanza es el único espacio que tiene las dos caras de la misma moneda y es Javier Milei. Allí es todo o nada, como el proyecto de dolarización. Se lo acepta como es o se lo rechaza, pero al menos no tiene problemas internos para definir candidaturas como tampoco el peso de desconfianza existente en otros espacios nacionales. Por eso, es uno de los candidatos con mayores expectativas de votos, como lo planteó Timerman.

En la vereda de enfrente, Juntos por el Cambio sí tiene dos caras bien visibles y opuestas: por un lado, una mujer Patricia Bullrich, y la otra cara de la moneda, Horacio Rodríguez Larreta. Los diferencia no sólo una cuestión de género, sino de formas. Bullrich intenta mantener un discurso más duro, aunque ahí se estima podría perder algo de votos ante Milei, y Larreta se presenta como un candidato más moderado y dispuesto al diálogo.

Ambos por ahora no muestran mucho sus cartas respecto a cómo domesticarían la inflación o frenar al dólar. Sigue en la memoria colectiva el fracaso del gobierno de Macri y ahora piden profundizar el ajuste.

En términos de conseguir votos, los sondeos indican que están en una paridad, es decir casi un empate técnico, pero arriba Bullrich.

De esta manera la moneda electoral de arranque está dividida en cuatro partes, habrá que ver qué sector tiene la capacidad de sumar a los indecisos y quitar posibles votos a sus oponentes.

En Misiones, pareciera saldado el debate de la renovación si se presentará con boleta corta o larga. Todo indica que se impone el pragmatismo político y con ello va ganando la opción de la boleta larga, que tiene al 14 de junio como fecha clave para inscribir los frentes.

Por ahora es el único espacio político que ya tiene definido quiénes serán los candidatos al Congreso Nacional, como es el caso de Carlos Arce y Sonia Rojas por la categoría de senadores; y Daniel “Colo” Vancsik y Yamila Ruiz por los diputados nacionales.

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