Los agentes permanecieron apartados de la fuerza por más de dos años

Reincorporaron a dos oficiales acusados por desaparición de droga en Oberá

Carlos Lentini y Hugo Basaraba eran responsables del depósito del cual hurtaron un kilo de cocaína de máxima pureza. Fueron designados a la UR14 de San Pedro.
domingo 04 de junio de 2023 | 2:00hs.
Reincorporaron a dos oficiales acusados por desaparición de droga en Oberá
Reincorporaron a dos oficiales acusados por desaparición de droga en Oberá

El 11 de agosto del 2020 las autoridades de la Unidad Regional II fueron alertadas de la desaparición de un kilo de cocaína de máxima pureza que se hallaba en resguardo del depósito de la División Toxicomanía, ubicado en sede la Seccional Tercera de Oberá.
La pesquisa determinó que los autores del hecho ingresaron sin forzar el acceso, lo que puso la lupa sobre los policías encargados de custodiar la droga.

A pesar de la gravedad del hecho, el juez Federal de Oberá, Alejandro Gallandat, no logró probar la autoría material, ya que en el lugar no había cámaras ni se registraban los ingresos, por lo que dictó la falta de mérito respecto a la sustracción de la droga.

En paralelo, cinco policías fueron procesados y serán juzgados por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Entre los imputados se encuentran el subcomisario Carlos Ariel Lentini y el oficial auxiliar Hugo Ariel Basaraba, quienes eran jefe y segundo a cargo de Toxicomanía, respectivamente.

Por ese motivo, ambos estuvieron apartados de la fuerza por más de dos años, aunque la semana pasada la Jefatura de la Policía de Misiones los reubicó en el ámbito de la Unidad Regional 14 de San Pedro, donde volvieron a trabajar, a pesar de que aún deben responder por el cargo de incumplimiento de los deberes en el caso de la cocaína.

Sobre los citados ya pesa un grave antecedente, puesto que en diciembre de 2021 fueron juzgados en el marco del homicidio de Hugo Miguel Wasyluk (38), cuyo cadáver fue hallado en una de las celdas de la Seccional Primera de Oberá el 27 de abril de 2011.
Por ese crimen ambos fueron absueltos por el beneficio de la duda.

Graves falencias

Las falencias detectadas en la División Toxicomanía a cargo de Lentini y Basaraba fueron tantas que impidieron determinar quién y en qué momento extrajo la cocaína.

El personal de "la División de Toxicomanía (hoy Drogas Peligrosas) estaba a cargo de la conservación y mantenimiento de los elementos confiados a su custodia, lo que requería adoptar las medidas necesarias para su seguridad y evitar su sustracción o destrucción, como parte del cumplimiento de sus funciones", señaló el magistrado.

En ese sentido, subrayó que "existieron al menos las siguientes falencias: no existía una guardia constante en el depósito, no fue designado un responsable directo del depósito, la llave estaba al alcance de cualquiera de los agentes de la División en un lugar de fácil acceso en sus oficinas, se podía ingresar de la Seccional Tercera al depósito por la parte del estacionamiento o garaje sin ser visto".

Depósito sin control

A lo largo de la instrucción se probó que no había ningún registro ni se dejaba asentado el ingreso al depósito de forma alguna.

Tampoco se colocaban fajas de seguridad, no había cámaras de seguridad, alarmas u otras medidas.

Por otra parte, se corroboró que "el inventario de los elementos secuestrados en custodia era maleable, modificable e inseguro. Además, el control físico era aleatorio y sin una planificación o frecuencia constante, (se habría realizado sólo dos veces) y no era pautado o especificado cuándo se haría ni de qué manera".

Para colmo, varias personas tenían la llave de ingreso a la oficina de Toxicomanía, que se ubicaba a tres kilómetros de la Tercera, lo cual permitía acceder y manipular las llaves del depósito.

Origen de la droga y fuga

La cocaína desaparecida del depósito de la UR II pertenecía a un lote de 4,213 kilos secuestrado el 28 de septiembre del 2019 en Campo Viera, procedimiento que incluyó la detención de Luis L. (51), quien luego fue beneficiado con prisión domiciliaria y se fugó.

Este hecho, sumado a la desaparición de la droga, constituye un escándalo sin precedentes en el ámbito local que expuso serias falencias institucionales.

El implicado fue detenido en Campo Viera, tras lo cual permaneció internado dos días en el hospital Samic de Oberá debido a inconvenientes de salud derivados de la diabetes.

En ese contexto, obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria y fijó residencia
en la localidad donde fue capturado por la Policía. Llamativamente no usaba tobillera electrónica y hacía una vida normal.

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