Hora de cierre

domingo 04 de junio de 2023 | 3:54hs.
Hora de cierre
Hora de cierre

                                 “Todo hombre esconde su propio dolor, que el mundo no conoce, y a menudo decimos que alguien es frío cuando sólo está triste”.                                                                                        Henry Longfellow

 

Finaliza el viaje de una larga noche hacia el día. Los parroquianos bebieron y fumaron todo.

Las sillas, levantadas sobre las mesas, semejan personas cabeza abajo, apoyadas sobre sus manos. Parecen seres confundidos tratando de ordenar sus ideas, procurando encontrar un sentido a sus vidas.

Baldes y escobas se mueven veloces y precisos como un ballet de patinadores en una pista de hielo.

Los manteles manchados y arrugados recuerdan existencias terminadas que cumplieron su ciclo de vida útil, agobiadas por un sistema salvaje.

Las caras de los que limpian el bar se ven demacradas. Los más grandes tienen tatuado el hastío. Sólo un joven conserva, a pesar de su rostro demudado, cierto brillo en su mirada, sabe que este trabajo es transitorio y no sepultará sus sueños.

Los olores que han quedado en el lugar son la mixtura aceitosa de cúmulos de nicotina, fritangas indigestas y bebidas espirituosas. No se rinden fácilmente al poder de lavandinas y detergentes. Los pisos pringosos, enemigos repugnantes, resisten con arrogancia.

Los últimos mozos se mueven como autómatas, como robots que nadie podría desprogramar. Trajinaron durante la larga noche y ahora, con el advenimiento del día, se disponen al descanso merecido.

Saben bien que cuanto antes concluyan su labor, antes recuperarán lo que aún conservan de su dimensión humana.

 

Marta Stella de Gasparini

La autora es abogada y docente. Este cuento pertenece a su libro Cuento con vos (Recargado)

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