Estreno en el cidade

El frenesí de contar nuestra propia novela

El teatro de la Luna vuelve con todo y estrena Más liviano que el aire, una adaptación propia del texto literario de Federico Jeanmaire poniendo el foco en cómo y qué deciden contar dos mujeres en el trayecto final de sus vidas
sábado 03 de junio de 2023 | 8:30hs.
El frenesí de contar nuestra propia novela
El frenesí de contar nuestra propia novela

¿Cómo resumirías tu vida? Llega un punto en la trayectoria de nuestro recorrido que lo cotidiano se vuelve más y más rutinario, casi trivial y las hazañas que protagonizan anécdotas se van decolorando con los años.

En una adaptación inédita creada por un grupo de mujeres misioneras, la obra literaria de Federico Jeanmaire Más liviano que el aire se convirtió en pieza teatral.

Significando la vuelta a escena de El Teatro de La Luna, luego de 20 años, la obra conjuga elementos de ficción y realidad, dosis de drama y comedia que sin dudas interpelarán de manera diferente a todo el público que se acerque hoy a su estreno en el Centro Vicente Cidade.

La idea de poner esta historia sobre tablas le sobrevino a Susana Armella, detrás de la dirección, mientras leía la recomendada novela en unas vacaciones de verano. Con su hija Inés Genesini, egresada de la carrera de dirección de teatro en Rosario, imaginó la adaptación y prontamente Genesini se puso a trabajar en esa dramaturgia.

En la actuación se sumaron Liliana Suárez Holze y Stella Oxandaburu, parte de ese primigenio Teatro de la Luna de los años 90.

Según detalló Armella en la previa al estreno, ‘‘la obra plantea un juego de poder. Hay una situación de encierro y se define dónde está el poder, quién tiene el poder de la palabra, de la comunicación... quién permite hablar y quién quiere hablar’’. ‘‘Y hablar, ¿para qué? ¿para contar lo que le contaron, lo que le pasó en su vida? Qué pasa con ese decir, esa necesidad de contar de estas dos mujeres al final de su vida, eso se va a develar en escena’’, graficó la directora.

Si bien el texto original de Jeanmarie -ganador del Premio Clarín de Novela 2009- gira en torno al monólogo de una anciana al joven ladrón que quedó atrapado en su baño, en la obra aprobada por el mismo Jeanmarie, las protagonistas son dos mujeres.

‘‘Hubo algunos cambios porque hay dos actrices: Josefa y Teresa y bueno, ese cambio requirió una transformación del texto original a la adaptación, pero la historia en general la respeté bastante’’, relató Inés Genesini, encargada de armar toda la dramaturgia.

Además, la joven que también se puso en la labor de asistencia de dirección, alegó que añadió ‘‘algunos juegos teatrales’’ para enriquecer la pieza como tal.

‘‘Creo que la historia tiene mucho nuestra idiosincrasia. La gente se va a sentir reflejada, calculo. Las protagonistas son dos personas grandes, entonces hay comentarios que haría cualquier persona grande y también hay mucho de historia argentina’’, profundizó.

Sobre la vuelta de este equipo después de 20 años, conservando esa mística lunar, esa energía femenina, las integrantes reflejaron que lo viven con mucha emoción y reconocieron que fue mucho el trabajo puesto al servicio de llevar la obra a escena. Hace alrededor de un año que dedican tiempo a este proyecto.

El regreso es más que significativo porque tanto Oxandaburu como Suárez Holze fueron parte de la primera camada de alumnas de teatro de Armella, con figuras como Benito del Puerto u Ofelia Cendra.

‘‘El Teatro de la Luna fue un grupo que empezó a trabajar en Posadas en la década de los 90 en el Teatro El Desván y luego pasamos -juntos con otros dos grupos- a administrar los galpones del puerto. Eso significó ‘el sueño de la piba’’’, recordó Armella. ‘‘Era tener una sala propia para los teatreros, donde ensayar y dar funciones’’, explicó.

La dinámica de trabajo solía abocarse a: un año de investigación, preparación y ensayo y luego dos años de puesta de funciones, lo que generaba una nutrida y constante agenda local. Con la llegada del neoliberalismo, la cultura fue dejada de lado y poco a poco se debilitó la escena. Ni hablar de que los citados galpones hoy perecen bajo agua de la costanera sin que ningún otro espacio estatal los haya reemplazado como sede abierta y permanente del teatro independiente.

Así, según consideró Armella, a cargo del Taller de la ilusión que enseña teatro a niños desde los 9 años, durante mucho tiempo la docencia mató a la dirección.

Hoy finalmente quienes arrastran vasta experiencia como adultos, vuelven a ponerse bajo el spotlight.

‘‘Qué es más importante para una persona: ¿lo que le pasó o lo que le dicen los demás respecto a lo que pasó? En esta oportunidad, Liliana Suárez Holze y Stella Oxandaburu están encarnando a dos mujeres que, hacía el final de sus vidas, deciden hablar’’, reza la sinopsis.

Ellas eligen expresarse, reflejar su mirada, volver a las tablas y apostar al arte que engrosa tanto las ánimas de quienes lo comparten como la de la inoxidable cultura local, que sobrevive al paso del tiempo y del río. 

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