Prokopio al banquillo por el asesinato del enfermero Raúl Aquino en un inquilinato posadeño

El debate oral comenzará el martes en el Tribunal Penal Dos. Carlos Tomás Prokopio llega a esta instancia imputado por el delito de homicidio simple, que estipula una pena de entre 8 a 25 años de prisión.
jueves 01 de junio de 2023 | 15:06hs.
Prokopio al banquillo por el asesinato del enfermero Raúl Aquino en un inquilinato posadeño
Prokopio al banquillo por el asesinato del enfermero Raúl Aquino en un inquilinato posadeño

El martes de la semana próxima comenzará el debate oral y público por el homicidio de Raúl Roberto Aquino (57), el enfermero asesinado en noviembre de 2018 en el baño de su propio inquilinato del barrio Patotí de Posadas.

Será desde las 8.30 en la sede del Tribunal Penal Dos. En el banquillo de los acusados estará Carlos Tomás Prokopio (26), quien era conocido de la víctima y llega a esta instancia imputado por el delito de homicidio simple, que estipula una pena de entre 8 a 25 años de prisión.

Si bien no hubo registros de su presencia en la escena del crimen, muestras biológicas recabadas en una zapatilla y en el auto de la víctima lo ataron directamente a la autoría del ataque mortal que conmocionó a la ciudad en razón de que Aquino desempeñaba funciones en el ámbito de la Municipalidad de Posadas.

Masacrado y quemado

El 24 de noviembre de 2018 el enfermero fue encontrado muerto a golpes y con el cuerpo parcialmente quemado en el interior del baño de uno de los departamentos de su propio inquilinato, ubicado sobre la calle Chile, entre avenida Corrientes y Pedro Morcillo, del barrio Patotí de Posadas.

El hallazgo se produjo minutos antes de las 2 de la madrugada de aquel sábado, cuando el personal de la División Costanera acudió al llamado de auxilio por un principio de incendio. Después de extinguir el fuego accedieron al baño y se toparon con el cadáver de Aquino, que tenía el rostro destrozado y una media en la boca.

Inmediatamente tomó intervención la Comisaría Decimosexta, después la Policía Científica, en tanto que la Dirección Homicidios comenzó la tarea investigativa para saber quién pudo haber cometido el asesinato.

La autopsia marcó que Aquino tenía lesiones en la zona de la cabeza, rostro y otras partes del cuerpo, más allá de que la causa de muerte fue asfixia por sofocación por obstrucción de las vías aéreas superiores, es decir que fue prendido fuego estando muerto y con eso se desprende que quien lo asesinó pretendió ocultar evidencia.

El Toyota Etios de la víctima, usado para la fuga, fue encontrado abandonado sobre calle 192, entre 85 y 87 del barrio El Lucero, una arteria terrada que avanza paralela a la avenida Alicia Moreau de Justo (ex 213), frente al barrio San Isidro, en el sur posadeño. El asesino se llevó también el teléfono celular de Aquino.

La labor de seguimiento digital que la Dirección de Homicidios y la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (SAIC) realizaron sobre el celular robado fue clave para orientar la pesquisa hacia quien casi dos meses después fue detenido: Carlos Tomás Prokopio.

El 22 de enero de 2019 se produjo un allanamiento a la vivienda del sospechoso en el barrio San Isidro. En un placard encontraron zapatillas con manchas de sangre -por medio de pericias confirmaron que pertenecía a la víctima- pero además, se determinó que los restos de ADN que recogieron del Toyota correspondían al estudiante.

En razón de todos esos elementos se cree con sobrada certeza que el acusado tenía fluido contacto personal con la víctima, tanto que después de cometer el hecho se escapó con el auto, billetera y teléfono celular de Aquino. Prokopio nunca declaró en la causa, aunque frente a los jueces podría defenderse por primera vez.

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