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“El siniestro vial no ocurrió por la velocidad, sino porque iba por la banquina”

En el juicio contra el automovilista que atropelló y mató a dos jóvenes sobre la ruta 105, peritos declararon que la embestida era evitable. El debate oral continuará mañana desde las 8

lunes 29 de mayo de 2023 | 19:01hs.
“El siniestro vial no ocurrió por la velocidad, sino porque iba por la banquina”
Foto: Marcelo Rodríguez
Foto: Marcelo Rodríguez

En el Juzgado Correccional y de Menores Uno de Posadas comenzó hoy el juicio en contra de un automovilista que embistió a dos jóvenes, cuando estos caminaban por el costado de la ruta nacional 105 tras pinchar uno de los neumáticos de la motocicleta en la que circulaban. El hecho ocurrió en la madrugada del 3 de junio de 2018.

Se trata de Enrique Gabriel Pana (26), quien está acusado de homicidio en accidente de tránsito por conducir el Chevrolet Agile que embistió cerca de las 5.30 a Víctor Gabriel González-hijo de la cantante posadeña Vanessa Avellaneda- y Juan Gabriel Mendoza, los dos de 19 años, quiénes volvían a Posadas luego de asistir a un encuentro de motoqueros en la localidad de Apóstoles.

La primera jornada de debate, que comenzó en la sala de audiencia del tribunal, presidido por la jueza Marcela Leiva, contó con los testimonios tanto de Pana como de los peritos involucrados. Además de varios testigos circunstanciales, que expresaron la forma de conducir del imputado, minutos antes del trágico final.

En primera instancia se hizo lectura de la elevación a juicio, en presencia de la fiscal María Laura Álvarez y del abogado defensor, Jorge Guimaraes. El documento, que fue leído para una sala de audiencia completa, acusa a Pana como autor de “doble homicidio culposo en accidente de tránsito”, tras atropellar desde atrás a González y Mendoza, cuando se dirigían todos en sentido San José-Posadas. La embestida les provocó múltiples fracturas de cráneo y columna, que significaron determinantes para el fallecimiento de los jóvenes.

“Había mucha neblina”
Momentos después el imputado - quien expresó que es camionero hace cinco años- decidió acceder a la oportunidad de declarar y dar su versión de lo sucedido. “Primero quiero dar mis pésames a la familia de los chicos”, comenzó expresando Pana.

Luego relató lo sucedido: “Venía con dos amigos de un encuentro de motos que se hizo en Apóstoles”, contó, agregando que cuando volvían “había mucha neblina y no se veía bien. Dos kilómetros antes del peaje de San José sentí el impacto”.

En esa línea, el camionero detalló cómo fue su accionar luego de sentir el impacto.

“Bajé el vidrio porque se empañaba todo. Bajé del auto y en ningún momento vi que era una moto. Pensé que era una vaca o un carpincho. Después vi a los muchachos, los cuáles estaban agonizando y con los ojos abiertos, conscientes, porque no murieron en el acto. El hecho fue minutos después de las 3, no a las 5. Creo que al menos uno pudo haberse salvado”, dijo el imputado.

A continuación, relató que llamó al 911 aproximadamente en seis oportunidades y que minutos después llegó el padre, quien había dido avisado por uno de sus acompañantes, para estar con él y esperar a la Policía y la ambulancia. Según su testimonio, los móviles llegaron horas después.

Ante la consulta de la fiscal del caso sobre el sector de la ruta en la que circulaba con su automóvil en ese momento, Pana respondió que “iba por la línea de carril de circulación”, mientras lo reflejaba en el plano paramétrico que presentó Álvarez.

Luego fue el turno de declarar para dos peritos del hecho, quienes detallaron la velocidad del Agile y en qué parte de la ruta sucedió el siniestro fatal.

Primero fue el turno del licenciado Martín Duarte, quién apoyándose con el informe de la pericia, manifestó que “la velocidad mínima del Chevrolet Agile era de 113 kilómetros por hora. Esa velocidad pudo hacer que pierda el control del rodado”.

“No hay evidencia en el carril, se encontró rastros en la banquina”, dijo el especialista. Según los exámenes realizados, el impacto fue sobre la banquina asfaltada. Esto se determina por los rastros del neumático en el asfalto, dónde se pudo observar que hubo frenos del auto y que luego continúa hacia un pozo al costado de la ruta, por lo que una de las hipótesis apunta a que el auto pudo impactar a los jóvenes y después de desplazarse unos metros, aplicó el freno.

Respecto a lo último, Duarte mencionó que Pana impactó a los jóvenes y que su vehículo terminó 84 metros después, sobre la banquina terrada.

En otro tramo de su testimonio, el perito alegó que “si circulaba correctamente no sucedía el accidente. El siniestro vial no ocurrió por la velocidad, sino por dónde iba el rodado, que era por la banquina. En el caso de que en ese momento hubiera neblina, si el auto viene a una velocidad mínima y va atento, pudo haber visto”, advirtió.

Ante la consulta del defensor, respecto al espacio de percepción que un automovilista puede tener en condiciones de visión reducida, el perito contó que “en este caso, si tomamos la velocidad, tenía un espacio de percepción aplazada de 31 metros”.

Después declararon el licenciado Juan Carlos Vázquez, quien ratificó lo dicho por su colega, y también una bioquímica que confirmó que Pana dio negativo en los test de alcoholemia.

Otros testimonios
Pero los testimonios más esperados sucedieron cerca de las 11, cuando llegó el turno de los testigos circunstanciales. Se trata de tres pasajeros-una pareja y una mujer-, de un automóvil que se cruzó con el Chevrolet Agile momentos antes del siniestro sobre la ruta 105. Todos recordaron haber visto al Agile gris circular realizando maniobras imprudentes y cruzándose de carriles.

“Nosotros volvíamos de un cumpleaños que fue en San José y en la rotonda vi un auto Agile, que cuando quiso avanzar se le apagó el vehículo. En un momento le pasamos y después se acercó mucho. Parecía como que nos iba a chocar, por lo que tuvimos que acelerar para alejarnos y no lo vimos más”, relató Leonardo Aguirre, quien también manifestó que “me pareció una persona que no sabía manejar o estaba bajo el efecto de una sustancia. No quiero prejuzgar, pero esas cosas no las hace alguien consciente”, concluyó.

En esa misma línea, declararon Mabel Rodríguez y la conductora del vehículo, Cintia Pimienta. “Cuando íbamos atrás de él, nos cerraba el paso todo el tiempo”, señaló Rodríguez, mientras que Pimienta detalló que “el Agile iba zigzagueando. Tuve que ir a 120 para poder pasarle.

El de ese auto venía como un inconsciente, me podía haber pasado algo a mí y a mi familia, pero le pasó a esos dos chicos”.

Respecto a Mendoza y González, los tres testigos coincidieron que, a pesar del horario, pudieron observar a los dos muchachos empujando la moto Wave al costado de la ruta, por el lado del pasto. A su vez, disintieron con el imputado respecto a que había neblina en ese momento.

El juicio entró en un cuarto intermedio hasta las 8 de mañana, cuando se le tomará declaración a un último testigo, quien fue el tercer pasajero del Chevrolet Agile. Su testimonio será por videoconferencia.

Después será el turno de la ronda de alegatos, donde tanto la fiscalía como la defensa expondrán sus conclusiones finales y elevarán sus respectivos pedidos ante el tribunal en lo Correccional y de Menores Uno de Posadas.

Se estima que luego la Jueza Leiva dictará la sentencia, la cuál de ser considerado culpable, Pana recibirá una pena máxima de seis años de prisión.

Cabe recalcar, que por el hecho, el jóven de 26 años estuvo detenido durante 3 meses en la comisaría Cuarta de Posadas.

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