El plato estrella de los festejos del 25 de mayo

La patria es el locro

Solidario y abundante para compartir, en porciones para vender y generar unos pesos en días difíciles o para recaudar fondos para alguna causa comunitaria, siempre el secreto de esta delicia nacional es el cariño y el compromiso al preparar la comida
viernes 26 de mayo de 2023 | 0:00hs.
La patria es el locro
La patria es el locro

Criollo hasta los huesos, barrial, solidario o providencial changa, bien regado y compartido… cada locro es la patria.

Celebrarlo es que no haya plato en que no humee esta ofrenda generosa del fuego, legado de un tiempo de ollas grandes bien llenas.

Sin dudas, el locro patrio fue protagonista del 213º aniversario de la Revolución de Mayo. En las veredas de los vecindarios, comedores, iglesias, escuelas, rotiserías, se lo preparó paciente desde la madrugada para servirlo sin falta al mediodía.

Las porciones en la ciudad capital se vendieron desde 800 pesos hasta alrededor de 1700 dependiendo de la zona y la propuesta.

La cocina

En las fogatas encendidas bajo un cielo de bandera bullía la preparación y entre las abrasadoras burbujas de la superficie jugaban a saltar y mezclarse ingredientes secretos, conocimientos ancestrales, memorias y voces de familia.

En Villa Cabello, el locro de la familia Da Rosa tiene fama e historia propia.

La mano que acaricia-revuelve el guisado y atiza la llama, la música de fondo, el mate que ronda, son parte de la receta tanto como el fundamental maíz blanco remojado y alguna otra legumbre, las patas de cerdo, la carne vacuna y la batería de verduras y hortalizas trozadas frescas; la sazón es un aromático corazón.

Tradición en Villa Cabello

Cristina Da Rosa (44), vecina de la chacra 147 de Villa Cabello, prepara el locro hace años, una costumbre heredada de sus padres y que involucra a toda su familia hasta las nuevas generaciones. “El locro es infaltable, ya viene de familia, lo hacían mis padres que fallecieron y lo seguimos haciendo nosotros, para mantener las raíces”, dijo. 

“Hacemos locro en las fechas patrias para vender y gracias a Dios siempre sale todo, no queda nada, los vecinos ya conocen nuestra comida y les gusta y para nosotros es algo especial, porque cocinar todos juntos, salir a la vereda a hacer fuego nos hace recordar a nuestros padres y mantener viva su memoria”, expresó.

Parte del equipo docente de la Escuela 110 en el tradicional locro del 25.

Ema Ramírez, su sobrino, mientras amalgamaba la cocción describió la atesorada fórmula de sus abuelos: “Lo importante es no alejarse de la receta original familiar, que tiene mucho mondongo, tendón, garrón, puchero, morrón, zapallo, zanahoria, cebollita, cebolla, perejil y mandioca”.

La familia vendió la porción bien cargada a 800 pesos.  

Educar con acciones

Las docentes de la Escuela 110 Hipólito Bouchard, ubicada en avenida Corrientes, pasaron la mañana del feriado preparando el suculento plato argentino y todo lo recaudado por la venta será utilizado en la mejora del edificio y compra de insumos.

La vicedirectora Sonia Morel y las maestras Mariela Melgarejo y Adriana Pereyra Da Silva contaron que la preparación del locro del 25 es una tradición legendaria de la primaria, “se hacía desde que teníamos la escuelita de adobe hasta hoy que tenemos un hermoso edificio”.

El amor en cada detalle de la preparación es esencial. Fotos: César Lasso

“Estas actividades nos ayudan a recaudar fondos para mantenimiento de la escuela, los aire acondicionados, los ventiladores, cambiar los focos que se queman, alguna pintura, siempre tratamos de que la escuela esté linda y en perfectas condiciones para nuestros alumnos, en este edificio funcionan cuatro instituciones y siempre hay algo para mejorar”, detalló Morel.

El locro se preparó con donaciones de los padres y los padrinos de la escuela, el Liceo Storni.

La directora Juana Cerdán y el padre de un estudiante, Augusto Pérez, se encargaron de fraguar el manjar. “El secreto está en los condimentos elegidos, es un lujo este locro, pienso que en el día de la patria no se puede comer otra cosa, a lo sumo se puede sumar unas empanadas pero el locro no puede faltar”, enfatizó Pérez, que desde bien temprano estuvo en el lugar. 

Comunitario y con payé    

Otro locro clásico posadeño tiene sabor comunitario y lo prepara el grupo de teatro Murga de la Estación frente a su centro cultural.

Percusión para hacer crepitar la cebolla sin llanto y magia al cocer los alimentos, el resultado “es un locrazo”, indicaron del elenco de teatro comunitario.

Sarita Motta, directora artística de la Murga de la Estación, relató que la venta del locro, “nos ayuda a pagar el alquiler, comprar algunas cosas que hacen falta y también en la previa de la Fiesta de San Juan nos colabora para realizar el vestuario de la obra, la escenografía. Y además es algo lindo cocinar entre amigos, todo el ritual de preparar los ingredientes, hay mucho trabajo en equipo y Micho Acuña es el cocinero”.

El canillita Javier Pels hace nueve años prepara el locro patrio.

Se hicieron poco más de 100  porciones y se vendieron todas antes del mediodía. Incluso algunas personas se quedaron con ganas, “nuestro locro tiene payé”, aseguraron. 

Canillita y cocinero

Para Javier Pels, conocido canillita local, preparar el locro patrio se convirtió en una ceremonia que repite año a año a pedido de sus amigos y clientes. Ayer a primera hora de la mañana mientras avanzaba en la elaboración, confió, “el ingrediente secreto es el amor, el amor a la cocina, para que salga bien”.

Pels cocinó el locro en su casa y cuando comenzó a encender el fuego ni había clareado aún: “Antes fui a repartir diarios, yo soy canillita hace 28 años, volví y empecé con el fuego. La receta del locro me enseñó mi compadre, primero lo hacíamos con el grupo de bicicleta que tenemos y después lo hice como una entrada económica, si hay algo que no asusta es trabajar”, concluyó.

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