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Dos hombres dijeron haber tirado a Julio Melo al río, pero aún no fue hallado

Una búsqueda angustiante y la posibilidad latente de un crimen atroz

Sergio Melo (38) llegó desde Buenos Aires para buscar a su hermano, Julio “Puchito” Melo (47), un hombre en situación de calle que no aparece desde hace dos semanas en Garupá

jueves 25 de mayo de 2023 | 5:00hs.
Una búsqueda angustiante y la posibilidad latente de un crimen atroz
Sergio tiene que volverse pronto a su casa y quiere certezas. Foto: Joaquín Galeano
Sergio tiene que volverse pronto a su casa y quiere certezas. Foto: Joaquín Galeano

“Lo que hicieron supuestamente es que lo mataron en el medio del río, lo abrieron de punta a punta, le sacaron todas las tripas y lo tiraron al agua. No va a flotar nunca, me dicen que tengo que esperar, pero no va a flotar”, asegura Sergio Melo (38), con una mirada que refleja cansancio e incertidumbre.

El hombre llegó el lunes desde Buenos Aires e inició su propia búsqueda de Julio Rubén Melo (47), su hermano, quien estaba en situación de calle. De Puchito, como lo conocen, no se sabe nada desde el primer fin de semana de mayo, cuando una presunta confesión reveló que había sido víctima de un horrendo homicidio.

El caso se conoció días después,  el martes 9, cuando un hombre de 35 años de Garupá alertó a un suboficial de la Policía de Misiones que ese mismo mediodía, mientras compartía una ronda de bebidas con Juan Alberto C. (63) y Eduardo Ramón V. (45), éstos confesaron que lo habían asesinado, describiendo los hechos que repitió Sergio.

 

 

Según se reconstruyó hasta el momento, los tres siempre estaban juntos y sobrevivían pescando en el arroyo Garupá. El hecho, según el relato del testigo, ocurrió durante la lluviosa jornada de elecciones en Misiones: el 7 de mayo.

Sin embargo, pese al impacto inicial, el caso aún no mostró avances y se mantiene en un doloroso limbo: no se hallaron mayores indicios de tal crimen, pero tampoco aparece Julio Melo por ninguna parte. Por eso los implicados fueron liberados con el correr de las horas por parte de las autoridades del Juzgado de Instrucción Dos, a cargo del caso. 

La Policía de Misiones hizo varios rastrillajes y averiguaciones por donde solía frecuentar y todos coinciden que hace varios días no lo ven. Prefectura y efectivos policiales hicieron búsquedas en el agua y se ubicó la canoa que supuestamente habría sido utilizada para descartar el cuerpo, aunque no se detectaron rastros de un posible ataque.

El reclamo

En este contexto, Sergio busca ponerse al tanto de las actuaciones e iniciar su propia investigación. Cree que el caso está paralizado y por eso se presentó ante la Justicia para ampliar la denuncia que hizo su otro hermano, quien sólo había reportado una desaparición de persona.

Quiere que se investigue un homicidio y aseguró que desde su hogar en Lanús no le querían dar información sobre la causa. Tiene que volverse pronto y le gustaría tener alguna certeza.

La Policía de Misiones deplegó rastrillajes en la zona donde frecuentaba, pero no fue hallado.

“Hablando con los vecinos ellos me dijeron que él ya tuvo algunos altercados con estos muchachos. Esto ya había pasado y él tuvo una lesión en la cabeza. Ahora yo empecé a averiguar y ellos me van a salir de testigos. Entonces fui a fiscalía y amplié la denuncia con eso para que empiecen a averiguar y que empiecen a hacer realmente las cosas”, relató en diálogo con El Territorio.

Y reclamó: “La Policía dice que no puede hacer nada porque el agua le pertenece a Prefectura. Y Si Prefectura no hace nada tampoco entonces esto no va a quedar en nada. Si ellos no empiezan a averiguar, a indagar o a buscar cámaras como yo se lo dije esto va a quedar en nada”.

Julio vivía en la calle desde hace unos tres años, luego de que la casa que había heredado de sus padres en la misma localidad se incendió. Sergio asegura que la soledad le hizo mal -sus padres fallecieron y cinco de sus seis hermanos vivos están en Buenos Aires-, por lo que se refugió en el alcohol.

Julio “Puchito” Melo tiene 47 años y no aparece desde hace más de 2 semanas.

Sin embargo, debido a esos altercados que le contaron los vecinos, a principios de año volvió al terreno donde vivía antes y allí había armado un “ranchito” con chapas y madera. La Policía de Misiones también lo buscó ahí y los vecinos expresaron que lo habían perdido de vista, que no volvió.

El entrevistado aseguró se enteraba sobre la actualidad de Puchito mediante las amistades que le quedaron desde hace 15 años, cuando se fue, pero no tenía comunicación con su hermano porque no tiene teléfono.

“Yo siempre tenía noticias de él. Ellos -su hermano y quienes estuvieron detenidos- vendían pescado o andaba juntando latitas y las vendía. Ahora fui a averiguar y supuestamente la señora lo vio el viernes bajando y subiendo en esa parte donde iban a pescar con los muchachos estos, de ahí ya no tengo más noticias”, reconstruyó.

“Si él entró ahí y no salió, no hay mucho para averiguar. Ellos no se van a mandar al frente ahora, está bien, hablaron, pero después negaron todo. No tienen nada para perder, la canoa tampoco va a aparecer, si hicieron eso la canoa la dieron vuelta en el medio del río también. Una que pierdan no le van a hacer nada”, repitió.

Julio no pierde las esperanzas, pero también es realista por el panorama que fue descubriendo al reconstruir los últimos días que vieron a su hermano. “Lo que yo quiero es que él aparezca caminando, es lo que más quiero. Pero yo lo estuve rastreando, lo tuve buscando en todos lados. Yo vine a buscarlo para llevarlo, esa es la idea, pero también a buscar información y que se esclarezcan las cosas. Yo quiero eso”, cerró con los ojos rojos. 

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