... un gran paso para la humanidad

Un pequeño paisaje en la escalinata del anfiteatro El Brete que quiere camuflarse entre el verde del pasto, el color del cemento y el cielo; de día resalta por sus colores y de noche se copia de esas noches estrelladas.

F. Marcos dice ser el autor, no sabemos más, pero lo que sí sabemos es que pintó esta pequeña obra sentado mirando a su entorno, teniendo como protagonistas a la noche, las estrellas, la luna, una nave espacial, un pino y un cactus. Puede ser que la pintura de Marcos nos remita al óleo sobre lienzo ‘Noche Estrellada’, del pintor posimpresionista Vincent van Gogh. La pintó mientras miraba por la ventana del sanatorio de Saint-Rémy. Ya no tenía el lóbulo de su oreja y se sentía cada vez más acosado por las alucinaciones. Con sus pinceladas vigorosas, captó un paisaje exterior y uno interior. El cielo en espiral parece moverse de verdad en el lienzo. Las estrellas tienen su propio halo, que el pintor exagera para expresar más y mejor.

Franco eligió, además, la centralidad en la ubicación de su obra, un escalón, para subir, bajar o sentarse, pero a su vez resignifica esta ubicación al movimiento del que la mira o el que la pasa por arriba, que es el estar siempre en movimiento.