Caso Ferreyra: fiscalía pidió condenas de entre 15 y 6 años de cárcel para los cuatro acusados

Es por el asesinato de David Anselmo "Napy" Ferreyra (20), perpetrado en Campo Viera hace dos años. Las defensas de tres de los acusados solicitaron la absolución, uno por el beneficio de la duda. El veredicto se conocerá el miércoles de la semana próxima.
viernes 28 de abril de 2023 | 14:15hs.
Caso Ferreyra: fiscalía pidió condenas de entre 15 y 6 años de cárcel para los cuatro acusados
Caso Ferreyra: fiscalía pidió condenas de entre 15 y 6 años de cárcel para los cuatro acusados

Pablo Daniel Espíndola (21), imputado como autor de homicidio simple; Darío Alejandro Pio (23), sindicado partícipe primario; Laura Viviana Batista (24) y Alexandro Mario Becker (20), acusados como partícipes secundarios; deberán esperar hasta el miércoles 3 de mayo para conocer sus destinos en razón del cuarto intermedio dispuesto por el Tribunal Penal Uno de Oberá. Ese día se conocerá la sentencia.

Los cuatro están en el banquillo por el asesinato de David Anselmo "Napy" Ferreyra (20), perpetrado en la noche del sábado 1 de mayo de 2021 en el barrio Kilómetro 28 de la localidad de Campo Viera, y esta mañana enfrentaron en silencio los alegatos en el que tanto fiscalía como abogados defensores valoraron los elementos de prueba, informes periciales y médicos científicos, testimoniales y finalmente solicitaron lo que consideraron justo.

El requerimiento de la fiscal general, Estela Salguero, fue condenatorio: 15 años de cárcel para Espíndola, 13 años para Pio, y 6 años de prisión para Becker y Batista, manteniendo para todos la imputación por la que desde hace dos años están privados de la libertad.

Los defensores, José Padolski y Beatriz Beltrame (Becker y Batista) y Matías Olivera (Pio), en tanto, pidieron la absolución de sus defendidos, en el caso del último por el beneficio de la duda. José Bridier, abogado de Espíndola -quien ayer confesó haber apuñalado a Ferreyra en un supuesto acto defensivo- solicitó a los jueces el cambio de carátula de homicidio simple a exceso de legítima defensa y en consecuencia una pena morigerada.

Después de escuchar los argumentos -incluidas dúplicas y réplicas- los magistrados Francisco Aguirre (presidente), José Pablo Rivero y Horacio Paniagua, informaron que recién el miércoles 3 de mayo dictarán sentencia, en una audiencia fijada para las 8.30 de la mañana.

Un crimen, dos escenarios

La fiscal Salguero planteó los hechos sucedidos aquella noche en dos escenarios, uno en el festejo por el día del trabajador que hicieron en la casa de Batista y Becker, donde hubo una serie de incidentes, y el otro en la casa de Napy Ferreyra, donde se produjo el asesinato tras haber sido supuestamente perseguido por los implicados.

"Hubo una primera etapa, hubo una segunda etapa y fueron los acusados los que participaron en ambas. Ferreyra se escapó del lugar (donde estaban celebrando) y aparecen corriendo todos atrás de él. Eso anula toda posibilidad de defensa", opinó la fiscal antes de ponderar algunos testimonios como el de Samuel Pellizzer, quien declaró haber visto "una pandilla corriendo atrás" de la víctima. "Era un alboroto, tiraban piedras, botellas, un griterío, por eso me metí a la casa", recordó que dijo el hombre, además que "después del quilombo el muchacho gritaba feo, pedía ayuda por eso fui a ver qué pasaba, pero estaba casi muerto".

También ponderó el relato de la viuda, Karina Sandra Pio (hermana del acusado), a quien definió como "la única testigo directo". Salguero, entre otros puntos, subrayó que la mujer se refirió a los atacantes como "una manada" que "había entrado a su casa de manera violenta", y además, que "después de sujetar y golpear a su marido contó que Darío (Pio) lo tomo el cuello y Pablo (Espíndola) lo lesionó", en relación a la puñalada.

En ese tramo la representante del Ministerio Público ratificó que "en base a elementos de prueba, informe de criminalística y testimoniales", Ferreyra "fue lesionado en su casa, debajo de un árbol, cerca de una ventana". Puntualizó entonces lo que Isidro Batista (hermano de la acusada) declaró en la víspera: "Dijo dos veces que fue en la casa de Napy toda la agresión, que Pablo le apuñaló pero que Darío le agarraba el cuello".

"Espíndola le causó la lesión mortal a Napy Ferreyra, pero si le tenía tanto miedo como dijo, por qué no se fue para otro lado aquella noche. Pero no, lo atacó ayudado por Batista, Becker y Pio. Todos tuvieron participación en el crimen", analizó Salguero, pero solamente colocó a Pio en el rol de "indispensable" durante el ataque. "No lo hincó pero sí fue indispensable al agarrarle del cuello, aprisionarlo e impedir que se defendiera. Eso fue aprovechado por Espíndola, autor de la puñalada".

"No quedan dudas de que todos lo corrieron", reiteró, aunque sobre Becker y Batista opinó que "prestaron una actividad que no fue indispensable para que Espíndola apuñale a la víctima pero colaboraron de una manera que pudieron luego llevar a cabo el hecho. Lo corrieron a Ferreyra, llegaron hasta su casa, le tiraron piedras, botellas, lo arrinconaron. Ellos dos estaban en este lugar al igual que Pio y Espíndola".

"Cualquier acto de defensa a la que refieren los acusados quedó desvirtuada, desapareció en el momento en que Ferreyra se fue escapando de la casa de Batista. Cuando salieron atrás ya sabían a lo que iban y querían ese resultado (de muerte), las evidencias están en el expediente y claramente, si no hubiesen querido hacerlo hoy no estaríamos acá", dijo.

Bridier: "Estaba buscando su muerte"

"Ferreyra estaba buscando su muerte, en la religión se dice que así se invoca al demonio, y el estaba en eso", comenzó diciendo el abogado Bridier, defensor del principal acusado, en relación a lo dicho por los imputados sobre que la noche del crimen Ferreyra, manipulando un puñal y lanzándolo contra la pared de la casa, supuestamente decía "hoy me matan o yo mato", trayendo a colación en ese línea el testimonio de María Núñez, quien reveló ante los jueces que la víctima le había manifestado lo mismo a un hermano suyo en un encuentro casual que tuvieron durante la mañana de aquel día.

"Quiso violar a Barboza (madre de Batista), pidió perdón, lesionó a Barboza, lastimó a Becker, jugaba con el cuchillo, hasta quiso golpear a su hijo y en esa cultura de barrio suceden esas cosas, porque tienen sus propias leyes, sus propias formas de defenderse de las agresiones", opinó el abogado para después centrarse en la conducta de Napy Ferreyra: "Un pendenciero, molestaba a todo el barrio, era violento, tanto que hasta a su hermana y a su propia madre golpeaba. Encima jamás pensó que los hechos que premeditaba hacer le iban a pasar a él. Ferreyra nunca pensó que iba a ser la víctima".

En otro tramo de su alegato atacó lo dicho por los testigos Samuel Pellizzer, Karina Pio (viuda), Julia Rodríguez (hermana de Napy) e Isidro Batista (hermano de Batista), y en contrapartida valoró los dichos de Barboza y Núñez, que de alguna manera se ajustaron al relato de los implicados. "Todo ocurrió en un momento, no hubo dos escenarios", respondió Bridier, para pasar a cuestionar la tarea policial en la investigación: "No hicieron bien su trabajo, debieron buscar mejores testigos", fustigó.

Finalmente se centró en su cliente, Espíndola, al que calificó de "caballero" ante los jueces "por decir que le hincó porque en el cuchillo no había sangre", y prosiguió: "Mi defendido no tiene antecedentes, no es violento como sí era la víctima, y dijo, que lo atacó con un serrucho por eso se defendió, lo lastimó pero sin intenciones de matarlo".

Cabe recordar que ayer el acusado declaró que "íbamos caminando cuando de golpe sale Napy del monte y le pega un serruchazo a Pio. Yo tenía el cuchillo que era de él porque Laura (Batista) me había dado para que tire cuando estábamos en la casa y en ese momento, del susto le pegué un cuchillazo pero no vi donde le pegué. Yo estaba muy asustado porque es agresivo y decía que iba a matar a todos, lo lastimé pero sin intención de matarlo".

Becker y Batista

La defensora Beltrame, en tanto, en relación a los implicados Becker y Batista, los sacó tanto de la escena del crimen como del ataque que dio muerte a Ferreyra. "Mi defendida y su esposo de ninguna manera colaboraron para que ocurra el homicidio porque estaban en su casa, uno cuidándose y la otra cuidando a su madre que necesitaba ser suturada después de las agresiones de Napy Ferreyra", aclarando en ese punto que "cuando los testigos dicen que lo corrieron (a Ferreyra) se refiere a que lo corrieron de la casa".

La defensora apuntó también a la conducta de la víctima, su modo de vida, y atacó el relato de la pareja del occiso, Karina Pio, marcando supuestas "contradicciones y errores sustanciales".

Para la abogada Beltrame y el codefensor, José Padolski, ni Batista ni Becker corrieron atrás de Ferreyra. "Se quedaron siempre en la casa, Becker con una lesión en la nariz y Barboza siendo atendida por su hija porque tenía la cabeza cortada. Ellos llamaron a la Policía, estaban en la casa y no salieron de ahí, es más, para correr a Ferreyra le tiraron un pedazo de madera pero de ninguna manera corrieron detrás, menos lo atacaron, tampoco colaboraron".

"Los dos deben ser absueltos de toda culpa y cargo ya que no han tenido participación en el homicidios de Ferreyra, al contrario, han sido damnificados por el occiso", cerró Beltrame, en sintonía con Padolski y la hipótesis planteada por sus defendidos.

Olivera: "No hubo acuerdo de cooperación"

El defensor oficial Matías Olivera avanzó en el mismo sentido que sus colegas en relación al grado de participación de los acusados, aunque cuestionó duramente la instrucción, entre otros puntos, por "falta de objetividad y de seriedad que tienen las declaraciones, no están algunos elementos de prueba que son importantes porque no fueron secuestrados", y en ese contexto buscó tumbar la imputación de su defendido.

"El que fue exhibido en la sala no es el cuchillo porque no tenía restos de sangre, como sí el serrucho; tampoco está el palo con el que dice la viuda que Pio le tenía apuntando a Ferreyra en el cuello, entonces no podemos tener seriedad en esta causa con tantas fallas en la instrucción y el mal trabajo policial expuesto", lamentó el defensor, señalando además que "las declaraciones que inicialmente fueron dando la mayoría de los testigos en sede policial no coinciden con las posteriores, son dispares, existen muchas contradicciones e incoherencias abismales al punto que, al menos en lo esencial, no hay un hilo conductor".

Centrado en defender a Pio, manifestó que "la participación que tuvo no era para dejarlo indefenso, en ningún momento existió una promesa anterior de ponerse de acuerdo para matar a Ferreyra. Nadie dice que lo iban a matar, en ningún lado quedo acreditado el dolo de cooperación, que es la conducta que exige un grado de participación".

"Durante el ataque no había manera de lograr un acuerdo de cooperación", dijo apuntalando la versión de su defendido y afirmó que "de sorpresa Ferreyra salió el monte, le pegó un serruchazo y Pio salió corriendo, ni sabía que Espíndola, para defenderse le había hincado. Si no sabía lo que había pasado menos podría haber acuerdo previo para decir yo le agarro y vos lo apuñalas".

Más allá de eso planteó también un escenario distinto, en el que Pio pudo haber sostenido a Ferreyra. "Porque lo agarra de frente y otra persona aprovecha la situación, eso es exceso y entonces elimina la imputación de participación de Becker, Batista y Pio" y siguió: "Al no haber participación y al no haber dolo, porque la participación debe ser dolosa, que cada uno pague por lo que hizo. Si lo tuvo del cuello no era con intención de buscar la indefensión de Ferreyra, y que alguien haya aprovechado esa situación es otra cosa. Estamos extendiendo la punibilidad a quien no corresponde", alertó.

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