La posibilidad de cultivar en familia

En Jardín América hay varias familias que se dedican a la chacra, entre ellas algunas residen en Colonia Oasis, dedicándose a los cultivos y al cuidado de animales todos los días, mostrando así el esfuerzo y la dedicación que la actividad requiere
lunes 24 de abril de 2023 | 13:00hs.
La posibilidad de cultivar en familia
La posibilidad de cultivar en familia

Sin lugar a dudas la chacra tiene sus beneficios, como así también sus dificultades. Un lugar donde no sólo dan frutos los cultivos, sino que es un sitio donde se forma la familia, se plantan los valores y se los riega para que esa pasión siga de generación en generación.

En Jardín América hay varias familias que se dedican a la chacra, entre ellas algunas residen en Colonia Oasis, dedicándose a los cultivos y al cuidado de animales todos los días, mostrando así el esfuerzo y la dedicación que la actividad requiere.

Una de ellas se trata de la familia de Eloy Agnes, Silvina Scheuerman, con sus hijos Gabriela y Martín Agnes. Todos, siempre a la par. La pareja le enseñó a sus hijos lo heredado por sus padres, más bien el legado de trabajar en el campo. “Para mí es una satisfacción enorme la chacra, por más sacrificada que sea, porque te conectás con la naturaleza y se valora el esfuerzo”, dijo Gabriela Agnes en diálogo con El Territorio.

La joven productora junto a su mamá venden los martes y jueves los productos que cosechan en la feria franca de Jardín América.

Scheuerman, la madre de la familia, dijo que es importante saber que salieron de la propia chacra, cómo se trabajó la tierra, el tratamiento y cuidado a cada planta para consumir de la cosecha que se obtuvo. Debido a que “la satisfacción de tener productos frescos y saber de dónde provienen tiene un sabor especial”.

 “Es un lugar sacrificado, hay que levantarse bien temprano para atender a los animales y las plantas, pero todo esfuerzo tiene su recompensa”, expresó en su puesto en la feria franca. Además, ella contó que la propiedad la heredó de sus padres y actualmente junto a su esposo inculcan a sus hijos el amor por la siembra y atención a los animales.

Por su parte, Graciela Schleifer, la abuela de la familia y madre de Silvana Scheuerman, fue parte del diálogo con este medio. Ella fue una de las pioneras junto con otras personas de la feria franca. Actualmente no sólo se fija en lo que logró producir, sino que también se siente orgullosa de la familia que formó y que sus nietos sigan por el mismo camino.

“Es un medio de trabajo, es algo lindo, hay que estar pendiente, pero es gratificante ver cómo nace una planta de la semilla, su crecimiento y los frutos que da”, explicó. Luego acotó: “Saber que mi hija y nietos tienen ese fervor por la chacra es indescriptible, genera una enorme felicidad que ellos continúen y ver cómo está trabajada la chacra, que no está descuidada, eso hace ver que le dan el mismo valor”

Por otro lado, Agnes destacó que -al ser nietos- reconocen la labor que les llevó a sus abuelos y antepasados conseguir la tierra y trabajarla para dar los frutos actuales. “Conocemos el sacrificio, los momentos difíciles que atravesaron para conseguir el objetivo”, contó.

No obstante, Scheuerman mencionó que a lo largo de los años el clima cambió por la falta de lluvia en verano, y como consecuencia la forma de trabajar de la tierra se tornó distinta. Por lo que sostuvo: “Lo que aprendí de mis padres, no es lo mismo que estoy enseñando a mis hijos. El cultivo y la tierra también se fueron transformando y ameritan otras prácticas”, cerró.

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