Edison: quien fue gracias al poder de las palabras

jueves 20 de abril de 2023 | 6:00hs.

Una lucha temprana con la escarlatina (fiebre escarlata), así como otras infecciones dejaron al niño estadounidense Thomas Alva Edison con dificultades auditivas en ambos oídos que lo mantuvieron con sordera hasta el final de su vida –algo que casi nunca se menciona de él– y que había nacido en el año 1847.

Un día de su niñez, Edison llegó a su casa y le dio a su mamá una nota diciéndole a ella: “Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre.”

Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó en voz alta la carta que le trajo su hijo. “Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted”.

Entonces la madre se dedicó a enseñarle a Edison.

Edison murió a los 84 años, después de una vida dedicada a la Física y a concretar innumerables descubrimientos: fue un inventor, científico y empresario estadounidense.​​​ Desarrolló muchos dispositivos en campos como la generación de energía eléctrica, la comunicación masiva, la grabación de sonido y las películas.​ Estos inventos incluyen el fonógrafo y la bombita eléctrica.

Amado por unos y odiado por otros, Thomas Edison es el prototipo del innovador americano que marcó el curso de la nueva Revolución Industrial Americana. Se le atribuyen muchas cosas, con méritos reales que hay en los cientos de inventos que llevan su nombre. Muchos años después la madre de Edison falleció y él fue uno de los más grandes inventores de los siglos XIX y XX.

A los 11 años mostró un apetito voraz por el conocimiento, leyendo libros sobre una amplia gama de temas. Desarrolló un proceso de autoeducación y aprendizaje independiente que marcaría su vida y que le harían renegar de las personas que ponían sus títulos universitarios por delante de todo, como Nikola Tesla (otro afamado físico de la época), con quien mantuvo una encarnizada rivalidad.

Desde jovencito trabajó para un ferrocarril americano; a la edad de 15 años salvó a un niño de 3 años de ser atropellado por un tren errante, el padre del niño lo recompensó enseñándole a operar un telégrafo, algo que se convertiría en un activo aprendizaje importante en su vida. Durante los siguientes cinco años, Thomas viajó por todo el Oeste Americano trabajando como telegrafista itinerante. En su tiempo libre, leía, estudiaba y experimentaba con la tecnología telegráfica, y se familiarizó con la ciencia eléctrica.

Años después trabajó como empleado de The Associated Press. Inicialmente sobresalió en su trabajo como telegrafista porque el código morse era escrito en un pedazo de papel, por lo que su sordera no representaba ninguna desventaja.

A los 22 años, Thomas se trasladó a la ciudad de Nueva York y desarrolló su primera invención, un indicador de acciones mejorado llamado “Universal Stock Printer”, que sincronizaba varias transacciones de tickets (códigos bursátiles alfanuméricos). La Compañía del Oro y Stock Telegraph estuvieron tan impresionados por el invento que le pagaron 40 mil dólares por los derechos del invento.

A principios de la década de 1870, había adquirido una reputación de primer orden como inventor. Estableció su primer laboratorio y planta de fabricación en Newark, Nueva Jersey, y empleó a varios maquinistas. Como empresario independiente, Thomas formó numerosas sociedades y desarrolló productos que vendía al mejor postor. Ideó para Western Union el “telégrafo cuádruplex”, capaz de transmitir dos señales en dos direcciones diferentes a través del mismo cable. El magnate del ferrocarril Jay Gould le arrebató la invención a la compañía pagándole a Thomas más de 100 mil dólares en efectivo y bonos.

La carrera de Edison fue una historia de éxito que lo convirtió en un héroe popular en Norteamérica. Un egoísta desinhibido; era considerado un tirano por sus empleados y un desalmado por sus competidores, pero no se puede negar que Thomas Edison fuera un extraordinario hombre de negocios.

Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en un viejo escritorio. Él lo tomó y lo abrió. En el papel era la vieja carta de su maestro a su mamá:

“Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a esta escuela.”

Edison lloró horas, entonces él escribió en su diario: “Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió en el genio del siglo”.

Qué impresionante la reacción de la mamá, ¿verdad? En lugar de leer lo que realmente decía la antigua carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y ¡le inyectó seguridad y certeza! Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto que Edison creció y murió siéndolo.

Es asombroso el poder que tienen los padres sobre los hijos. Y el amor de una madre que supera toda dificultad.

Es muy importante recordar siempre el poder que tienen las palabras en las personas que escuchan...

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