Celia

domingo 02 de abril de 2023 | 3:50hs.
Celia
Celia

Durante una tarde de este mes de marzo, al pasar por el museo Yaparí de Posadas, Misiones, la curiosidad me detuvo frente al ventanal del museo. Quería saber quién exponía.

El título llamó mi atención "Movimiento -Ellas en las artes visuales”, colección privada del museo.

Me acerqué a la puerta que en ese instante parecía, apenas, abrirse. No salió nadie de adentro. Al asomarme vi personas concentradas en sus tareas, sin embargo, también escuché muy claro que una voz cálida y conocida, de mujer, me decía: pasá. Vení. Acá estoy. ¡Cuántas ganas tengo de darte un abrazo!

Cuando entré, no reconocí a los que circulaban en el salón. Una señora, de lejos, hizo señas con las manos, indicando que estaban cerrando.

Mientras un muchacho se acercaba, y antes de que me invitara a que me retire; recorrí con mirada apurada la exposición; "Ellas" posaban espléndidas, cada una dentro de sus marcos, que como ventanas a un pasado dorado o lastimero, este mes de marzo, serían las anfitrionas a la invitación del museo.

Volví a escuchar la cariñosa voz de una niña mujer que repitió: ¡Vení! Acercate, acá, acá estoy.

Giré la vista hacia donde provenía la voz y encontré a Celia.

Mi corazón explotó en emociones. En dos pasos estuve frente a ella; no podía dejar de contemplarla -enmarcada con arte-, su mirada llena de ternura me regalaba recuerdos inolvidables de infancia.

Don Lucas Braulio Areco ilustró a Celia cuando era una niña de unos doce años; quizás su intuición de artista y padre sentía que su pequeña hija, aun siendo madre, conservaría su corazón infantil.

El muchacho, super atento, me explicó detalles de la obra de arte. Lo escuché sin dejar de mirarla a los ojos. Cuando terminó le pedí que nos sacara una foto. Él se rió, mientras con simpatía decía: con gusto, me da la impresión de que Celia quiere darle un abrazo. Yo solo sonreí.

Durante mis primeros años en Posadas, algunas tardes, subía las escaleras del Palacio del Mate. Allí, estudiaba folklore y Celia, ilustrada en óleo, parecía esperarme con cariño en la mirada. Verla me daba tranquilidad, esa niña tenía algo especial y yo, en esa época, necesitaba llenar mi nuevo mundo de amigas buenas.

Una tarde me llevaron a visitar a una nueva compañerita de escuela; me recibió su mamá, me senté en el living a esperarla, llamaron mi atención los cuadros de árboles coloridos que había en la sala. De pronto, sorprendida encontré a Celia, el cuadro era más pequeño (parecía una foto), pero era ella, la niña del Palacio del Mate. Entró mi compañera de escuela y me vio parada delante de la pintura. Yo la miré y volví a mirar el cuadro, ella con simpleza infantil me dijo: ¡No soy yo!, es mi mamá Celia.

Celia ya nos dejó.

Hasta el día de hoy, aunque han pasado ya muchos años, su hija María Celia está en mi vida como un regalo hecho por la magia del universo.

Volver a encontrar a Celia fue un abrazo al alma.

 

María Elena Zuza Pedrotti

La autora reside en Posadas. En 2019 presentó Testigo (poemas). En el mismo año, la poesía Y´ syry, ¡y´pokatu! (Arroyo, agua milagrosa) fue incluida en Antología Misionera. En 2021 presentó -en cuatro idiomas- su 2° libro “Noche de luna sin luna”.

Ilustración: Celia, pintura de Lucas Braulio Areco.

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