"¿Dónde están los asesinos de Gladis Gómez?", contundente reclamo de la Diócesis de Oberá

"En la cárcel no están. Entonces, circulan libremente por nuestros barrios sin justa condena. Nuestras familias están en riesgo. La vida de cada uno de los ciudadanos está expuesta a merced de delincuentes", alertaron. Los únicos sospechosos detenidos fueron liberados por falta de mérito.
viernes 31 de marzo de 2023 | 14:36hs.
"¿Dónde están los asesinos de Gladis Gómez?", contundente reclamo de la Diócesis de Oberá
"¿Dónde están los asesinos de Gladis Gómez?", contundente reclamo de la Diócesis de Oberá

Poco más de una semana después de la liberación de los sindicados autores del asesinato de la catequista y comerciante Gladis Beatriz Gómez (39) en Oberá, la Díocesis de Oberá hizo público un duro comunicado en el que preguntó "¿Dónde están los asesinos de Gladis Gómez" y exigió a las autoridades judiciales y policiales "que intensifiquen efectiva y eficazmente la investigación y la búsqueda de los responsables del homicidio".

Cabe mencionar que tras permanecer un año detenidos como sospechosos, el 22 de marzo Mario Antonio A. (28) y Santiago Miguel S. (27) fueron beneficiados con la falta de mérito y recuperaron la libertad por disposición del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.

De esta forma, la investigación por el brutal homicidio cometido en el marco de un asalto bajo modalidad motochorro volvió a foja cero, lo que generó gran indignación en los familiares de la víctima y en la comunidad obereña, ya desconfiada de sus autoridades.

El comunicado que lleva membrete del Obispado y firma de la Diócesis de Oberá, alerta que si "en la cárcel no están. Entonces, circulan libremente por nuestros barrios sin justa condena. Nuestras familias están en riesgo. La vida de cada uno de los ciudadanos está expuesta a merced de delincuentes".

"Es necesario y urgente que quienes deben velar por la seguridad y la justicia actúen con celeridad para que estos repudiables hechos de violencia no vuelvan a suceder", se expone en la misiva, aclarando que "queremos la paz para todas nuestras familias. La paz que surge de la verdad y la justicia".

El comunicado, textual:

¿Dónde están los asesinos de Gladis Gómez?

Tras la reciente noticia de la liberación de los únicos sospechosos y sin otros posibles acusados del asesinato de la joven catequista y comerciante Gladis Gómez, como comunidad Católica de Oberá, nos unimos una vez más a sus familiares y amigos que sintiéndose conmovidos y desamparados se preguntan: ¿dónde están los asesinos de Gladis?

En la cárcel no están. Entonces, circulan libremente por nuestros barrios, sin justa condena. Nuestras familias están en riesgo. La vida de cada uno de los ciudadanos está expuesta a merced de delincuentes.

Pedimos a las autoridades judiciales y policiales que intensifiquen efectiva y eficazmente la investigación y la búsqueda de los responsables del homicidio de Gladis Gómez para que este hecho no quede impune. Es necesario y urgente que quienes deben velar por la seguridad y la justicia actúen con celeridad para que estos repudiables hechos de violencia no vuelvan a suceder.

Queremos la paz para todas nuestras familias. La paz que surge de la verdad y de la justicia.

Seguimos acompañando con nuestra oración y contención a todas las familias heridas por estas pérdidas irreparables y unimos nuestra voz a su voz para clamar nuevamente que se haga justicia.

Confiados en que "nuestra ayuda viene del Señor que hizo el cielo y la tierra" (Salmo 121,2) esperamos que pronto se dé con los culpables.

Ataque y agonía

Gómez fue asaltada el 2 de marzo del año pasado por motochorros en su despensa de calle Piedrabuena, esquina Colombia, en el barrio Loma Porá de Oberá.

Según su propio relato antes de entrar en shock, los autores fueron dos motochorros que no se sacaron los cascos, uno de los cuales le disparó un tiro en la cabeza, a pesar de que ella no se resistió al asalto.

Si bien vecinos que la asistieron mencionaron que la mujer manifestó que estaba por entregar la plata y que el ladrón igual le disparó, desde la Unidad Regional II informaron que Gómez mencionó que no tenía dinero, lo que habría originado que le disparen. 

En lo que no hay dudas, es en que el testimonio de la comerciante direccionó la investigación hacía dos motochorros. También se procedió al análisis de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona.

A consecuencia de la gravísima lesión, la mujer estuvo internada 11 días en el nosocomio de la localidad de Oberá en estado de coma inducido con altas dosis de sedación en terapia intensiva y con asistencia respiratoria mecánica.

En ese marco, desde un primer momento los profesionales a cargo reconocieron la imposibilidad de extraer la bala por el riesgo que implicaba el procedimiento, expectantes a la reducción de un edema que ejercía presión en la zona.

Incluso, por la gravedad del cuadro ni siquiera fue posible realizar la intervención para extraer el coágulo.

Finalmente, el 13 de marzo se constató la muerte cerebral de Gómez, tras lo cual fue desconectada de los mecanismos de respiración artificial y dejó de existir.

El dolor de la familia

"El 13 de marzo pasado el juez nos dijo que había pruebas para elevar la causa a juicio, pero pasaron diez días y liberaron a los sospechosos. Acá lo único concreto es que asesinaron a mi hermana y ahora nos sacan la posibilidad de hacer justicia. Que se pongan las pilas e investiguen, no pueden jugar con el dolor de una familia", reclamó recientemente Rafaela Gómez.

Visiblemente molesta, lamentó que "durante un año nos aseguraron que había suficientes pruebas, pero no era así y ahora hay que arrancar de cero. Acá queda claro que agarraron dos perejiles y no investigaron como debían".

"Acto cobarde"

El crimen de la comerciante y catequista derivó en dos multitudinarias marchas por justicia en Oberá, ocasión en la que los vecinos alertaron sobre el avance de la delincuencia. En tanto, el velatorio que se realizó en la Parroquia Cristo Rey, comunidad en que la víctima se desempeñaba como catequista.

El obispo de Oberá, monseñor Damián Bitar, destacó las bondades de Gómez, a la cual calificó como "una joven sencilla, humilde y luchadora de su pan de cada día".

"Querida en esta parroquia ya que trabajaba en la catequesis con grupos de jóvenes y, sobre todo, en un movimiento de oración y misión que es la renovación carismática", acotó.

Con los padres y hermanos de Gómez devastados por la tragedia, Bitar fue la voz que interpretó el quebranto tanto de la familia como de la comunidad.

"La despedimos con dolor, emoción, indignación, eso no se nos va porque ha sido una muerte no querida por Dios. Por eso no decimos Dios la ha llamado, sino Dos la ha recibido. Su muerte fue adelantada por este acto cobarde y cruel de quienes delinquieron en su negocio y atentaron contra su vida", remarcó.

En la ocasión, el obispo de Oberá apuntó al trasfondo de la drogadicción y sus nefastas consecuencias.

"Sin dudas que el efecto que está causando el consumo de drogas lleva a la locura, por eso hay adictos que en la locura le pegan a su madre y a su padre o atentan contra su vida. Creemos que detrás de este hecho debe haber sin duda consumo de drogas", opinó.

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