Santo Tomé: aseguran que la 'Marcelita' está en peligro de extinción

Es una tradición en toda la región que cada viernes santo, e incluso días previos, las familias enteras salgan a recolectar las flores de Marcela, planta medicinal que tiene múltiples propiedades y es utilizada durante todo el año en mate y en infusiones.

Desde el sitio Rincones del Uruguay sostienen como llamado de atención que no se debe arrancar la planta entera. Se deben dejar al menos un 30% ramas florecidas por planta. El posteo dice: “Cuidemos las plantas. Cuidemos la Marcela (Achyrocline satureioides)”.

“Es costumbre generalizada (…) y especialmente en viernes santos recolectar flores de Marcela… No arrancar las plantas. Estamos poniendo a la Marcela en peligro de extinción. Este es un llamado de atención a todos”.

Afirman que “la Marcela debe recolectarse en plena floración, antes de su fructificación, ya que la droga vegetal establecida son las inflorescencias con hasta un 5% de peso seco de tallo, es en esta condición donde se obtiene la mayor concentración de flavonoides”.

Además la recolección de ramas florecidas, se realiza generalmente desde febrero hasta abril, e impone la realización de prácticas que permitan la preservación del recurso, la Marcela. Recalcan que “se deben cortar únicamente las ramas florecidas por encima de los 20 cm del suelo y NO arrancar la planta de raíz. Así, por ser una especie perenne facilitamos su rebrote en la siguiente estación de crecimiento. Además se deben dejar al menos un 30% ramas florecidas por planta”.

Piden también “no arrancar las plantas, puesto que de forma directa se está limitando las posibilidades de transferir a la descendencia las características genéticas de las plantas que se arrancan. También es importante sacudir las ramas antes de embolsarlas, o simplemente llevárselas, para facilitar la dispersión de frutos que pudieran estar maduros, así se aumenta la probabilidad de nuevas plantas, tan necesarias el próximo año”.

Agregan además que durante la recolección se debe tener especial cuidado en no cortar “ramas enfermas o con alguna coloración distinta”, para evitar la contaminación del resto del material o propagación de patógenos.

Por otra parte, manifiestan que deben cosecharse en las mejores condiciones posibles, en ausencia de rocío, lluvia y niveles de humedad excepcionalmente altos “para favorecer el secado y evitar que materias extrañas y otras plantas se mezclen con las ramas de la Marcela, para disminuir la presencia de contaminantes que pueden afectar la salud”.