Habilitaron planta de abonos y biofertilizantes para cultivos

Una planta de elaboración de abonos orgánicos para la producción yerbatera, té y otros cultivos se habilitó en los últimos días en el municipio de Guaraní.

En el marco del Proyecto de Inclusión Socio-Económica en Áreas Rurales (Pisear), en la cooperativa Agropecuaria e Industrial Yapeyú Limitada (CaiYal) ya se procesan los biofertilizantes y abonos.

La inversión del proyecto ejecutado por el ministerio del Agro y la Producción es de $ 12.243.708 de los cuales $10.877.747 son aportes del programa nacional.

Los primeros beneficiarios directos son 17 productores y se hará extensivo a todos los socios y vecinos que quieran utilizar los productos.

Se proyecta para la aplicación en las chacras de los productores y según el presidente del directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), Juan José Szychowski, “se trata de un proyecto integral y de notable alcance, ya que tiene un impacto económico, social y ambiental a favor de los productores”.

Agregó que con la iniciativa, “se refuerza la línea agroecológica, revalorizando la yerba mate como alimento sano y natural”.

Luis Mancini, presidente de la Cooperativa Agropecuaria e Industrial recordó que “los primeros experimentos para obtener esos productos lo hicimos hace 15 años con el apoyo de varios ingenieros”,

“Con estas instalaciones podemos producir repelentes, fertilizantes, y abonos orgánicos de mayor calidad y el éxito va a depender del compromiso de todos para cambiar las prácticas en las chacras y hacerlas más amigables con el ambiente”, aseveró.

Según el ingeniero Pablo Herrera, del servicio de extensión yerbatera del Inym, “una vez que comienzan a utilizarse estos productos orgánicos, se regenera la vida de los suelos que venían degradados, que se están recuperando y aún más en yerbales, que tienen un manejo integral con cubiertas verdes, sombra y sistematización de caminos para retener el agua”.

Desde la Cooperativa decidieron apostar a los biofertilizantes, “tras un diagnóstico que mostraba una caída en la producción, a pesar de la utilización de los fertilizantes químicos. Resolvieron incorporar abonos orgánicos, buscando remineralizar los suelos y estimular su actividad biológica”, explicó Guillermo Reutemann, coordinador del Instituto Misionero del Suelo, que depende del Ministerio del Agro y la Producción.

Esta alternativa presenta ventajas económicas. “Se está utilizando un producto de descarte como el palito de yerba que es carbonizado in situ, y forma parte de un ingrediente utilizado en la producción de Bokashi”, detalló Reutemann. También dijo que “impacta localmente, porque los insumos que se adquieran en la zona generan la circulación local de recursos económicos, no yéndose del circuito provincial o municipal”.

Las autoridades explicaron que la puesta en marcha de la planta de abonos y biofertilizantes, tendrá una incidencia en la propia organización cooperativa, al generar una demanda de mano de obra que podrá sostener e incluso, aumentar el empleo durante todo el año.

En paralelo, se han sumado a la administración y manejo del proyecto, jóvenes hijos e hijas de socios que podrán ir integrándose a la organización, generando su arraigo y participación en la actividad de la agroindustria.

La subsecretaria de Desarrollo y Producción Vegetal, Luciana Imbrogno señaló “que desde el Ministerio del Agro venimos acompañando a las organizaciones en la formulación y ejecución de proyectos para que puedan obtener financiamiento, de esta manera iremos creciendo en infraestructura y en el desarrollo de nuevos procesos”.

Acompañaron el acto de inauguración, la ministra de Acción Cooperativa, Liliana Rodríguez, el diputado provincial Lucas Romero Spinelli, socios de la Cooperativa, técnicos de territorio del Agro, directores del Inym y representantes del Inta.