Pericia arrojó que Ramos estuvo en la zona donde apareció muerta la taxista

Mientras el Juzgado de Instrucción Siete de Posadas continúa incorporando elementos de prueba en el expediente que investiga el asesinato de Claudia Benítez, la taxista de 34 años que el 18 de mayo del año pasado fue hallada muerta dentro de un pozo de agua de una casa abandonada en Nemesio Parma, ayer se conocieron detalles de uno de los informes que en su momento se realizaron al teléfono celular de Franco Ramos, uno de los dos imputados que tiene el caso. El otro es la pareja de la víctima, Juan Andrés Rodríguez (39).

De acuerdo a lo expresado por fuentes que intervienen en la pesquisa, se supo que a partir del minucioso trabajo de recuperación de archivos que se hizo al aparato de Ramos, quien fuera detenido tras un allanamiento el 2 de agosto pasado en una casa del barrio Sol de Misiones II, se reconstruyó que el acusado envió fotografías del lugar donde fue hallada asesinada Benítez y que fueron tomadas por su propio aparato.

Mediante la recuperación de imágenes borradas del teléfono se estableció que Ramos envió a su pareja estas fotos en tres oportunidades distintas. La última, tres días antes del hallazgo del cuerpo.

El registro arrojó que las imágenes fueron enviadas el 26 de abril y luego el 5 y 15 de mayo de 2022. Además, el 23 de abril y el 3 de mayo, se encontraron fotografías de una calle terrada que a uno de los costados tiene un cerco perimetral. Y que coincide en características con uno de los caminos vecinales de Campo Bauer, cercano a la casa abandonada donde se descubrió el horror.

Por si fuera poco, también se detectó que el 15 de mayo del año pasado, Ramos llamó al teléfono de la víctima, aunque no trascendieron más detalles en relación a esto último.

Cabe recordar que una de las últimas novedades que este medio publicó sobre este caso se dio a casi cuatro meses de la prisión preventiva para los dos acusados que tiene hasta el momento la pesquisa. Esto fue cuando la Cámara de Apelaciones de la provincia confirmó las actuaciones hechas por el juez Miguel Mattos, a cargo de la pesquisa y del Juzgado de Instrucción Siete.

A principios de octubre del año pasado, se oficializó la resolución de los integrantes de la Sala 1 -conformada por los vocales Ricardo Venialgo y María Ruth Dilaccio - en donde por unanimidad se ratificó la calificación provisoria impuesta por el magistrado.

Este último, a fines de julio de 2022, dispuso que tanto Juan Andrés Rodríguez (39), como Franco Jesús Ramos (27), fueran imputados por homicidio calificado por el vínculo y alevosía y homicidio calificado por alevosía, respectivamente.

Lo que hizo que tanto la representante legal de Rodríguez, la abogada Roxana Ramírez Moll, del Estudio Jabornicky & Asociados, y el defensor oficial de Franco Ramos decidieran apelar la ampliación del período de detención de sus defendidos.

Desaparición y crimen
La reconstrucción que se tiene hasta el momento del caso arroja que Rodríguez fue demorado en averiguación del hecho por la Policía de Misiones ni bien se conoció el hecho, es decir el martes 17 de mayo por la mañana.

Una denuncia hecha meses atrás por la propia taxista por violencia de género lo puso rápidamente en el radar de los investigadores.

Más aún luego del hallazgo del cadáver de Claudia que se produjo un día después y en donde el hombre quedó formalmente detenido como principal y único sospechoso hasta ese entonces. En tanto, el arresto de Ramos se conoció meses después.

El jueves 2 de junio del año pasado los investigadores policiales lo aprehendieron en su humilde vivienda del barrio Sol de Misiones II luego de un importante despliegue policial.

Los investigadores llegaron a él luego que se determinara -mediante el Imei- que el celular de Claudia Benítez estaba nuevamente activo en la zona de Itaembé Miní.

Se estableció que el aparato se había activado con una línea que había sido adquirida de forma legal, lo que facilitó poder ubicar al propietario.

El dueño fue entrevistado un día antes y a partir de ello se determinó que había comprado el aparato de buena fe.

Mediante distintas averiguaciones, el comprador dio datos de la persona que vendió el Samsung A12 de la trabajadora del volante y con esos datos los sabuesos de la policía llegaron a Ramos.

Ramos y su condena a perpetua por matar a su novia

Ramos fue condenado a perpetua en diciembre por el crimen de su pareja.

Más allá de su presunta implicancia en el asesinato de la trabajadora del volante, sobre Franco Ramos pesa otro grave femicidio sobre sus espaldas.

El 21 de diciembre pasado, luego de ocho jornadas de debate en el Tribunal Penal Dos de Posadas y con el aporte de más de 30 testigos, el mismo Ramos fue condenado a la pena de prisión perpetua por el crimen de su pareja, Marina Da Silva, joven de 19 años que fue hallada muerta a golpes el 31 de diciembre de 2013 en un pozo de agua en Campo Bauer, en Nemesio Parma. Y en similares características a lo ocurrido con Claudia Benítez.

Exactamente a nueve años de la última vez que fue vista con vida la víctima, el tribunal condenó a prisión perpetua a Ramos, y a su vez, absolvió por el beneficio de la duda a Juan Ángel Portal y a Alejandro Da Silva, quienes también estaban acusados y que recuperaron de inmediato la libertad.

Ramos fue hallado culpable de “homicidio agravado por ser cometido contra la persona con quien ha mantenido una relación de pareja”.

En una alocución que duró poco más de una hora, el primero en exponer sus argumentos durante los alegados del debate fue el fiscal Vladimir Glinka, quien sobre sus espaldas y en un proyector que lo acompañó en su exposición mostró durante gran parte de la mañana una fotografía de la víctima cuando ésta tenía 15 años.

En base a los perfiles que fue armando de cada uno de los involucrados en esta cruenta historia surgió que Ramos era una persona que tendría rasgos de mentalidad perversa.

“Sin mediar ninguna palabra, porque ella no tenía gestos defensivos, recibe dos golpes en el cráneo, en inmediaciones al pozo. Lo que no pudo controlar Ramos fue la falta de recursos. El se manchó con sangre y tuvo que volver a la casa y buscó el cable prolongador del ventilador. La ató con eso. Ató el bolso del equipo de música en la cintura con una piedra. El bolso también es un recurso reconocido”, aseguró el fiscal.