Entrevista a Flor Bobadilla Oliva

Postales de música

La artista misionera presentó su primer material discográfico, un recorrido de todos sus años de gira y trayectoria artística. Una obra que habla de selva, puertos y giras. ‘Solita mi alma’ está disponible en varias plataformas digitales
sábado 18 de marzo de 2023 | 6:05hs.
Postales  de música
Postales de música

La tierra, el monte, el río, la costa; paisajes que se convierten en postales en movimiento y se transforman en música. Historias, vivencias, cuentos, experiencias, percepciones y emociones; todo el entramado de emocional y artístico que atravesó Flor Bobadilla Oliva desde sus inicios en la música hasta la actualidad convergen en su primer material discográfico.

Se trata de Solita mi alma, un álbum estrenado recientemente y disponible en todas las plataformas digitales. El proyecto encuentra a una Flor -multidisciplinaria e íntima- entretejiendo sonidos, colores, timbres, gestos, idiomas, géneros y poesías. Y el hilo conductor que atraviesa cada una de las diferentes canciones que convergen en el material son la “giras”, una palabra que resume lo que la propia artista percibe sobre la música.

Esta es la primera vez que se la escucha en código solista en un disco y -aunque cuenta con varios artistas invitados que sumaron su aporte-, la mayor parte del tiempo son canciones que canta sola, acompañada de su piano.

Emocionada y conmovida de presentar este gran proyecto musical, la artista dialogó con este medio.

¿Cómo definirías tu disco?
Había pensado en Solita mi alma como puerto y selva, porque la mayoría de las canciones del disco se encuentran en puertos.

En cuanto al concepto solista, más allá de cantar sola y acompañarme solamente con el piano -que era la idea inicial- también trato de poner en remojo un montón de conceptos que venimos manejando y atravesando los artistas, con las cuestiones del ego y el compartir, qué es de uno, qué es del otro, esas líneas, límites y diferencias.

Entonces, definirlo es medio difícil porque hay algo que es real que es yo: la tierra y lo propio, las postales que leo, las canciones que escucho y escuché en diferentes lugares, la novela propia, las historias, las vivencias. Para mí, el disco son postales de historia, de cuentos, de formas de soledades, encuentro y desencuentros que uno tiene con uno mismo, va un poco por ahí la propuesta.

¿Cuándo comenzaste con el proyecto? Este álbum resume un poco tu trayectoria...
Es un concepto basado en una gira que estuve haciendo por mucho tiempo y en mucho lugares.

En el medio estuvo la pandemia, ahí tuve uno de los primeros golpes de soledad; además todo se pausó. En 2021 retomé la actividad y ahí también fue cuando apareció el sello discográfico a impulsarme a convertir este proyecto.

Pero en síntesis, esto empieza siendo gira, allá por el 2018. Así es como veo la música.

¿Y esa percepción de la música a qué se debe?
Veo así la música porque desde chica que viajo por el interior de la provincia o a otras provincias incluso con el coro, visitando a la familia, ahora en Buenos Aires, o a veces hasta recorriendo otros países, y siempre hay música y hago música. Para mí la música es un movimiento constante.

Creo que la música tiene ese lenguaje universal que nos permite expresar más allá de las palabras, por eso también está en todos lados.

En tu disco lo expresás también con los idiomas, además de la variedad en géneros musicales…
Si. Con ese concepto también trabajé el disco con diferentes idiomas, por lo menos con los que yo pude tener más contacto como el guaraní, el portugués, el griego, además del español y sus variables dialectos.

Me quedaron un montón de otras experiencias fuera del álbum, pero también ha quedado mucha música afuera del disco, sobre todo la que hago sola. Fue virando mucho lo que sucedió en el medio y en todo el proceso. Al revés de como suelo hacer las cosas, esta vez empecé a tocar repertorio y armar desde ahí el concepto.

Al fin y al cabo, entre pitos y flautas, lo que quería del disco era que esté la cantante tejiendo su actriz (porque todo eso soy), tejiendo un hilado de emociones y arte.

¿Te preparaste mucho, hubo mucho estudio detrás de cada canción?
Mi forma de estudio tiene que ver con la escucha, con la percepción, con la práctica, con lo que no me sale y sigo practicando, tiene que ver igual con algo que viene de hace mucho tiempo que viene siendo la maduración de algo. Siento que este disco es eso, la maduración de todo ese proceso y experiencia.

De hecho, me quedaron muchas cosas fuera que quería poner, como algunos gestos de la voz que no pudieron entrar; pero en el próximo seguro estarán.

Además de idiomas diferentes, también hay diversidad en los géneros…
Sí. Yo creo que todas las voces tienen infinitas posibilidades, así que la idea de esto era jugar con las posibilidades, sin tranqueras.

Así surgieron una guarania, un tango, una canción con tonos más árabes, una diversidad de música que converge en el mismo álbum.

Además de la presentación del disco -disponible en Youtube, Spotify y otras plataformas-, ¿en qué más trabaja Flor últimamente?
En este momento estoy reactivando todo. Estoy esperando la confirmación de la próxima película de Daniel Valenzuela -Menos diez- en la que podría actuar, así como también otros proyectos que tengo pendientes.

Pero estoy reactivando porque este laburo del disco y otras cosas que fueron sucediendo en el último tiempo estaban un poco paradas, como el dúo Bote (que ahora retomamos la grabación del segundo disco) o el cuarteto de mujeres Flamamé que por estos días suena increíble. También estoy trabajando en radio y participé recientemente en eventos realizados por el Centro Cultural Kirchner. Sigo con la actuación, estoy escribiendo una obra, sigo cantando. Estoy en movimiento.

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