Oriunda de Apóstoles, estaba en domiciliaria cuando se murió un hijo

La historia de la narco Ayelén Gigena: muchas causas, traslados y tragedia

Tiene 30 años y ayer fue detenida nuevamente transportando marihuana y cocaína. Cayó por primera vez en 2018 y nunca dejó la venta de drogas
miércoles 15 de marzo de 2023 | 4:00hs.
La historia de la narco Ayelén Gigena: muchas causas, traslados y tragedia
La historia de la narco Ayelén Gigena: muchas causas, traslados y tragedia

Cuando tenía 25 años Ayelén Romina Gigena vendía drogas en un edificio ubicado en pleno centro de Apóstoles, cerca de dos colegios de la localidad. Lo hacía junto a su pareja, Leandro Prates, hasta que en mayo del 2018 Gendarmería Nacional puso los ojos sobre esa actividad y, tras una investigación, detuvo a ambos.

La pareja tenía un hijo por lo que pronto Gigena accedió a la prisión domiciliaria. Detenida en su casa, en mayo del 2019 ambos firmaron un juicio abreviado y fueron condenados a cuatro años de prisión por ser penalmente responsables por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Sin embargo, ese no fue el final de la carrera delictiva de la mujer, sino el principio de muchas investigaciones, detenciones, traslados. Incluso una tragedia: en diciembre del año pasado se murió ahogado uno de sus hijos -en ese momento tenía tres- mientras cursaba una prisión domiciliaria.

Ayer, con 30 años, volvió a ser detenida por la Policía de Misiones con 26 kilogramos de marihuana y envoltorios de cocaína en una camioneta 4x4. Según detallaron fuentes de la fuerza provincial, todo ocurrió en el marco de tareas de vigilancia llevadas adelante por las divisiones de Investigaciones y Drogas Peligrosas de la Unidad Regional VIII de Apóstoles.

“El procedimiento se concretó luego de varios meses de investigación para erradicar el narcomenudeo y el narcotráfico, en ese contexto los agentes encubiertos obtuvieron información que indicaba que en cercanías de la avenida Sarmiento, en un espacio verde, realizarían una transacción”, consignó en el informe oficial.

Fue así que cerca de las 1 de la madrugada llegó una camioneta Toyota Hilux blanca que estaba siendo manejada por la joven. Gigena vio el móvil policial e intentó una maniobra brusca para huir, aunque no logró su cometido y fue rápidamente interceptada.

Cuestionada por los efectivos, se la notaba muy nerviosa y el motivo fue develado rápidamente: por la ventanilla trasera los efectivos policiales pudieron observar que en el interior del rodado había un bolso color azul que parecía a simple vista marihuana.

Luego de dar intervención a las autoridades del Juzgado Federal de Posadas, se procedió a extraer el producto para pesarlo y analizarlo. Fue el personal de Drogas Peligrosas el que confirmó que se trataba de 27,6 kilogramos de marihuana y 9 envoltorios de cocaína por un peso de 144 gramos.

También en el vehículo había un teléfono celular que será sometido a pericias, una balanza de precisión, 155.000 pesos en efectivo, y tarjetas a nombre de la conductora. Todo fue incautado al igual que la camioneta por orden de las autoridades judiciales.

Los otros antecedentes
Sin embargo, horas más tarde se determinó que estaba con prisión preventiva por otra causa narco, instruida por Gendarmería Nacional en la que se la acusa de ser coautora del delito “Tráfico de Estupefacientes agravado por el número de personas” en la que también interviene el Juzgado Federal de Posadas.

Según detallaron fuentes del Servicio Penitenciario Provincial, su última estadía en la cárcel fue de cuatro meses, desde agosto hasta el 14 de diciembre del 2022 en la Unidad Penal V de Misiones. Entonces accedió a la morigeración de prisión.

“Gigena cayó por una causa narco en 2020, estuvo en el Escuadrón -8 del Alto Uruguay, en Concepción de la Sierra-, volvió a caer en 2021 con otra causa del Escuadrón. La llevaron a Ezeiza, volvió para acá y le dieron la domiciliaria porque tenía tres hijos. Pero cuando estaba de domiciliaria uno de sus hijos se murió ahogado”, agregó una fuente interna de Gendarmería Nacional.

La misma voz refirió que la fuerza federal que los había investigado era la encargada de custodiarla debido a que se esperaba que le den una tobillera electrónica, algo que a la luz de los hechos de la víspera no ocurrió.

La muerte del pequeño de dos años ocurrió días después de su liberación, el 29 de diciembre del año pasado. Según las informaciones policiales trascendidas en ese momento, Gigena llegó al hospital con el niño sin signos vitales y manifestó que se había atragantado con algo.

Al detalle, expresó que el pequeño estaba mirando televisión en el living de su casa y ella lo alzó para cambiarle el pañal. Lo llevó a la habitación y entonces el menor “abrió los ojos muy grande” y le señaló la boca como que se había atorado con algo, quedándose rápidamente sin aire.

El médico policial determinó que la criatura estaba “sin signos vitales, sin signos de violencia, refiere haberse atragantado por dichos de la progenitora”. Entonces el Juzgado de Instrucción Cuatro ordenó la autopsia. No se reportó luego una acción penal en su contra.

El último registro formal del nombre Gigena -sin decir que se trata de ella- en el Centro de Información Judicial (CIJ) data del 28 de mayo del 2020, en la confirmación de una prisión preventiva de tres hombres de Apóstoles acusados de Transporte de Estupefacientes Agravado por la presunta participación de tres o más personas .

En su apelación, el defensor se quejó que la causa “se inicia por supuesta venta al menudeo de una persona de apellido Gigena y, luego, mágicamente, aquella deja de interesar a la investigación”. La investigación culminó con una incautación en diciembre del 2019, es decir, poco tiempo después de aquella primera condena reflejada al principio de este articulo.

Los jueces rechazaron los agravios y en sus argumentos dejaron algunos detalles en los que podría inferirse que se referían a la detenida: “Así las cosas y de conformidad al esultado de las investigaciones efectuadas, se informó al Sr. Fiscal Federal lo siguiente: ‘Ahondando en el análisis de la información, este equipo recabó que “G” recibiría las sustancias estupefacientes por parte de un masculino, quien arriba la domicilio en un vehículo de la marca Ford, modelo Ranger, de color gris, y que además tendría vinculación con un el ciudadano….”, nombrando a uno de los imputados.

Siempre según este documento: “Entre aquellas intervenciones, se dispuso su modalidad bajo escucha directa, entretanto también se informó acerca de las actividades que realizaría “G” y el precio de venta del estupefaciente de conformidad a los diálogos mantenidos”.

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