Los síntomas son dolor en la boca del estómago, acidez, sensación de saciedad e hinchazón

Los analgésicos y el estrés, las principales causas de gastritis

Los especialistas advierten que el cuadro en la mayoría de los casos se debe a la ingesta de aspirinas, ibuprofenos y naproxenos. Se pude tratar y revertir
domingo 12 de marzo de 2023 | 6:04hs.

Luego de la pandemia, gastroenterólogos notaron un aumento en consultas por gastritis relacionadas al estrés. Esto se sumó a una de las principales causas del cuadro, que es la ingesta de analgésicos como ibuprofenos, naproxenos y el ácido acetilsalicílico (aspirina).

Dichos fármacos actúan como inhibidores de las glándulas que protegen la mucosa del estómago. La gastritis es la inflamación de la mucosa gástrica y en término médico los síntomas son llamados dispepsia. Se caracteriza por dolor en la boca del estómago, acidez, sensación de mucha saciedad al comer o hinchazón después de la ingesta de alimentos.

En este contexto, en diálogo con El Territorio, el pediatra especialista en gastroenterología, Gaspar Dusset, comentó que “al inhibirse la producción de prostaglandinas se produce una menor secreción de moco por el estómago, lo que genera más debilidad de la superficie ante los ácidos gástricos. A su vez, disminuye la producción de bicarbonato y la defensa estomacal contra el ácido gástrico además de reducir el flujo sanguíneo de la mucosa”.

Según destacó el especialista, la infección en su mayoría es ocasionada por la bacteria llamada Helicobacter pylori, que vive y afecta solamente al estómago, generando gastritis y en algunas personas, úlceras.

Por su parte, el gastroenterólogo Fernando Barreyro sostuvo que “el hábito alimentario influye mucho ante esas circunstancias o síntomas. Los alimentos condimentados, bebidas carbonatadas como gaseosas o alcohol, productos altos en cafeína, como el mate son generalmente los causantes. Esto no quiere decir que esté asociado directamente con la inflamación de la mucosa gástrica, pero sí en quienes sufren reflujo o algún problema digestivo”.

Asimismo agregó que en la franja de pacientes de entre 20 y 30 años, los detonantes de la dispepsia corresponden a la ingesta de alcohol, el cigarrillo y comida alta en calorías. Se pueden revertir con educación alimentaria.

“Generalmente los pacientes acuden a la consulta luego de mucho tiempo de síntomas, a veces después de más de seis meses, cuando ya visitaron otros médicos y se automedicaron con antiácidos”, destacó Barreyro.

En cuanto a los síntomas de alarma, Dusset explicó que son: vómitos con sangre o porráceos que son vómitos con sangre digerida, color oscuro y partículas como borra de café o deposiciones melénicas que son heces oscuras como alquitrán y tienen un olor ácido característico.

Todo esto en un paciente con antecedentes de inflamación en el estómago, indica la presencia de gastritis erosiva o úlcera gástrica sangrante.

“Cuando los síntomas son intermitentes, que no están afectando constantemente pero molesta a la calidad de vida, se realiza análisis de sangre o de materia fecal. Con esos estudios rápidos y no invasivos ,definimos si la persona tiene dispepsia . Con nutrición o con fármacos que actúen como protectores gástricos, el cuadro se puede revertir”, indicó Barreyro.

Según destacaron medicamentos como Omeprazol o Pantoprazol suele recetarse por un periodo de dos o tres meses. Ante eso, además recomienda ir a consultas con nutricionistas para generar hábitos saludables.

Entre las recomendaciones están: cumplir con las cuatro comidas diarias, comer con tiempo y facilitar la masticación. Servir el plato distribuido con vegetales y frutas, carnes rojas y blancas, ingesta de hidratos de carbono complejos y evitar bebidas gaseosas y azucaradas.

Según los especialistas, también es habitual que tras consumir alcohol el dolor de estómago y el de cabeza, aparezcan como síntoma. Con esta situación, muchas personas optan por aliviar las molestias ingiriendo medicamentos como el ibuprofeno o sertal al ser un producto muy habitual en la mayoría de los botiquines. El resultado es una mezcla peligrosa para la salud, además de incrementar el riesgo de gastritis.

La interacción del alcohol con el ibuprofeno puede tener diferentes efectos, dependiendo de la regularidad con la que se consuman ambas sustancias. Por un lado, se encuentran las personas que ingieren ibuprofeno y alcohol de forma ocasional pero en dosis elevadas, y por otro, quienes hacen un uso de ellos de forma crónica.

En el primer caso, cuando el consumo del alcohol y dicho analgésico se hace de forma extraordinaria, ambos influyen sobre el otro. El ibuprofeno potencia los efectos del alcohol, provocando que las intoxicaciones agudas originadas por esta droga aumenten los estados de confusión, de aletargamiento, de somnolencia, así como la disminución de reflejos

Por otra parte, como forma de prevención de la gastritis, Dusset agregó que hay que tener en cuenta la predisposición de cada persona a sufrir gastritis. “Hay pacientes que están bajo mucho estrés y no tienen síntomas de un cuadro gástrico. Lo fundamental es bajar el estrés, con actividad física moderada, yoga, relajación, reiki, acupuntura, mindfulness, entre otras alternativas”.

De la misma forma disminuir el consumo de alcohol y tabaco, las drogas como la cocaína y aumentar el consumo de agua, además de un plan nutricional. Además se debe evitar el consumo de alimentos muy ácidos, muy grasosos o muy procesados.

En conclusión tener una vida más ordenada dentro de lo posible, con una alimentación más natural puede prevenir la gastritis.

 

Aspectos clave de la patología

Síntomas
Se caracteriza por dolor en la boca del estómago, acidez, sensación de mucha saciedad al comer o hinchazón después de la ingesta de alimentos.

Causas
Una de las principales causas del cuadro, que es la ingesta de analgésicos como aspirinas, ibuprofenos, naproxenos y el ácido acetilsalicílico. También puede ser por alcohol, cafeína, mala alimentación y cigarrillo.

Tratamiento
En su mayoría, el cuadro se puede revertir con educación y hábitos alimentarios o con fármacos que actúen como protectores gástricos.

Síntomas graves
Los síntomas de alarma son el tener vómitos con sangre o porraceos o heces oscuras como alquitrán.

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