Laura Servín, amiga de la mujer cuya hija fue asesinada, tradujo el sentimiento de sus familiares

“Siempre decía que esas lacras mataron gran parte de su vida”

Alicia Fidel (51) luchó por justicia tras el abuso en manada que sufrió su hija de 16 años en 2020, pero un cáncer le quitó la posibilidad de ver el juicio contra los cinco acusados
sábado 11 de marzo de 2023 | 2:00hs.
“Siempre decía que esas lacras mataron gran parte de su vida”
“Siempre decía que esas lacras mataron gran parte de su vida”

“Ella era muy buena y es muy injusto que se haya ido sin que los abusadores de su hija sean condenados. Ojalá que su sufrimiento no haya sido en vano”. La frase pertenece a Laura Servín, vecina de Candelaria, quien en sus palabras tradujo el sentimiento de muchos familiares y amigos de Alicia Fidel (51), una docente del barrio San Jorge de la antigua capital que durante años encabezó el pedido para que se haga justicia por su hija. Y es que esta última, en 2020 y cuando tenía 16 años, fue violada por un grupo de hombres en el baño de la playa Sarandí de Candelaria, durante los festejos por el Año Nuevo en la Antigua Capital.

En relación a este caso, Alicia aguardaba muy expectante desde la detención de los sospechosos la realización del debate oral que sentaría a los cinco implicados en el banquillo de los acusados. Estos son Ramiro Barrientos (34), Mauro Pereira (26), Hugo González (24), Federico Godoy (21) y Alfredo Chilavert (23), quienes podrían ser condenados a penas de entre 8 y 20 años de prisión.

Según pudo saber este matutino, hace un año los médicos le habían diagnosticado cáncer a Alicia, lo que de a poco la fue debilitando.

La responsabilidad que llevaba por hacerse cargo de sus hijos y la misión de de que el caso de su hija no quede impune, fueron haciendo mella en su salud. En medio de todos estos esfuerzos por sacar adelante a su familia, hace un par de semanas atrás la mujer sufrió un ACV y a los pocos días murió mientras era asistida en el hospital de Fátima.

“Sufría mucho por lo de su hija, siempre quería que estas personas sean condenados, si es que se les puede llamar personas”, comentó Laura, muy buena amiga de Alicia y que siempre estuvo al tanto de lo que sufría su allegada.

Según agregó la entrevistada, a la docente siempre le afectó lo sucedido con su hija y reconoció que “siempre decía que no quería irse sin ver que se haga Justicia”.

“Ella pasaba muchos nervios, pero ponía la mejor voluntad cada día por sus hijos. Ella era muy joven aún, por eso duele tanto esto. Siempre decía que esas lacras mataron gran parte de su vida aquel primero de enero de 2020”, dijo con tristeza.

En torno al caso, el expediente que investigó lo ocurrido fue elevado a instancia de juicio oral en agosto del año pasado por el Juzgado de Instrucción Dos de Posadas, a cargo del juez Juan Manuel Monte.

Desde ese momento se espera que el caso tenga fecha de realización y no se descarta que este año pueda llevarse a cabo en alguno de los dos tribunales penales de la capital provincial.

El caso
Como informó oportunamente este medio, el hecho fue perpetrado cerca de las 8 de la mañana del primer día del 2020, en el sector de baños ubicado en la playa Sarandí.

El ataque se produjo en uno de los baños de la playa Sarandí de Candelaria. Foto: El Territorio/Archivo

La denuncia fue realizada justamente por la madre de la joven en la Comisaría de la Mujer de Fátima, luego de enterarse lo que había padecido la chica.

Se reconstruyó que la adolescente había ido a la Costanera de la ciudad para festejar Año Nuevo y allí estuvo un largo rato junto a sus amigos, hasta que cerca de las 8 fue hasta la zona de sanitarios para encontrarse con un muchacho con el cual aparentemente pretendía comenzar una relación.

Aparentemente el joven la dejó en el baño y casi al instante ingresaron al menos cuatro sujetos más que violaron en grupo a la muchacha, además de agredirla e incluso filmarla.

Después de la terrible agresión, la adolescente llamó por teléfono a un tío que fue hasta el lugar y la llevó nuevamente a su casa. Ya en su hogar contó lo sucedido y de inmediato la familia se dirigió a realizar la denuncia ante las autoridades policiales locales.

Los primeros detenidos fueron Chilavert, Pereira y Barrientos y dos días después fueron arrestados González y Godoy. Todos tuvieron la posibilidad de dar su versión de los hechos en declaración indagatoria, pero se abstuvieron de declarar.

Oportunamente se dictó la prisión preventiva, que fue apelada y luego confirmada por la Cámara de Apelaciones de Misiones.

En tanto que las pericias genéticas confirmaron la participación de los sospechosos en el ultraje, lo que se convirtió en la principal prueba contra los acusados. Esto se sumó al relato de la víctima en Cámara Gesell, quien los señaló y describió detalladamente ya que conocía a cada uno de ellos por ser vecinos de la localidad.

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