Los Ingenieros en Rosario
Por Jorge Luis Bernetti Para Télam
Los que quieren que las Fuerzas Armadas participen de la seguridad interior “en realidad no quieren unas Fuerzas Armadas para la Defensa de la soberanía y de nuestros recursos estratégicos, quieren una guardia nacional sin capacidades de defensa autónoma”. Así fundamentó la decisión gubernativa de enviar fuerzas del arma de Ingenieros a la ciudad de Rosario el ministro de Defensa, Jorge Taiana. En realidad, subió un escalón en el debate sobre la situación de la seguridad en la ciudad santafesina a propósito de la lucha contra el narcotráfico. La mención de una “guardia nacional” evocada por el ministro aludió a las pequeñas fuerzas de varios países latinoamericanos que, bajo esa denominación, escudaban la subordinación de gobiernos dictatoriales a la tutela de los Estados Unidos (que eran los encargados entonces de “defender” al país dotado de este tipo de cuerpos) y a la protección de intereses oligárquicos.
La respuesta del ministro estuvo dirigida tanto a contestar a dirigentes políticos neo-liberales que reclamaron utilizar “toda la fuerza posible” como solución al desafío planteado por el narcotráfico, como a ratificar y explicar la acción dispuesta por el gobierno nacional de enviar fuerzas del Arma de Ingenieros a Rosario para emprender tareas de urbanización de zonas carenciadas de la ciudad penetradas por el crimen organizado. La voz de Taiana coloca en la opinión pública, muchas veces desinformada sobre estos temas, que las Fuerza Armadas han intervenido por directivas oficiales en temas significativos para el bienestar de la población. En primer lugar, los pperativos Belgrano I y Belgrano II, que colocaron los recursos sanitarios de las Fuerza Armadas para colaborar en el combate contra el Covid. Por otra parte, son comunes las presencias de efectivos de las tres fuerzas en problemas de inundaciones e incendios en diversos puntos del territorio nacional.
Está claro que la participación de estos integrantes del Ejército se hará en el marco de sus capacidades específicas de la construcción, por ejemplo, de puentes y edificios o, como en el acuerdo entre la Dirección de Ingenieros e Infraestructura (DG-II) que depende de la subjefatura del Estado Mayor del Ejército (EMGE) y el Ministerio de Transportes para realizar obras ferroviarias en Caucete (San Juan) y el puerto de Zárate-Campana (provincia de Buenos Aires). Las armas serán, en esta acción, aquellas utilizadas para la construcción de calles. Estas misiones subsidiarias del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea están plenamente definidas por las leyes de Defensa Nacional y de Seguridad Interior. En el caso del arma de Ingenieros, están inspiradas en el ejemplo de su mejor soldado, el general de división Manuel Savio, fundador de Fabricaciones Militares y de la Escuela Superior Técnica del Ejército. En todo caso, las Fuerza Armadas obedecen directivas de su comandante en jefe. La política global relativa tanto a la represión del crimen organizado y el consumo de estupefacientes forma parte de otro debate más amplio que está en curso en la sociedad. La Argentina dio un paso fundamental a partir de 1983: la defensa y la seguridad son asuntos separados.
