Arte sin parar en el cierre del Festival de las Culturas

Luego de tres intensivas jornadas donde el arte y la cultura de diez provincias fueron protagonistas, en la madrugada de ayer bajaba el telón el primer Festival de las Culturas del Norte Grande, en el Parque de las Naciones de Oberá.

La experiencia amalgamó expresiones artísticas, talleres, ferias y charlas. Asimismo, distintos entes hicieron reconocimientos. Entre ellos, se recordó que el festival tuvo un 43% de artistas mujeres y disidencias, destacando que Katy Solem además se estrenó en la conducción de un festival de este calibre, aportando deconstrucción.

En tanto, desde el Iaavim y la Multisectorial Audiovisual, Santiago Carabante, fue reconocido por su labor en el filme Argentina, 1985.

De igual manera, pero en sector teatro, fue destacado Cachú Orellano, de Espacio Reciclado. Como revelación de todo el festival, premio que auspició el Banco Nación, sobresalieron los artistas circenses.

Por otra parte, como ya se venía anticipando, la originalidad de Hae Kuera Ñande Kuera, que lideran jóvenes de la aldea mbya Fortín Mbororé (Puerto Iguazú) sorprendió a muchos de los visitantes y les aseguró un lugar en la próxima edición de la ronda de negocios del Mica (Mercado de Industrias Culturales Argentinas), en junio. También se ganó ese lugar, la banda Litoral Joaju, integrado por artistas de Misiones, Chaco y Corrientes que el domingo vibró fuerte en escena.

Diez horas de cierre
Fueron casi diez horas de shows en la despedida. Entre lo más destacado de la jornada final, Chaque el Circo llevó su magia al escenario mayor y Feli Colina, derramó por partes iguales categoría musical e irresistible sensualidad. Sin dudas la salteña fue una revelación total para muchos con su sentida poesía y su composición única.

Ya con un anfiteatro que albergaba a pocos, Gastón Nakazato dio cátedra en canción y por momentos hizo que la noción del tiempo se suspendiera bajo su hechizo melódico. Finalmente dos números rockeros con mucho power cerraron el telón. Araucaria deslizó historias de tigres y pomberos y el Japo Fleitas potenció el espacio para laderos musicales de una nueva generación.

El desafío del nuevo festival
Con un despliegue gigante e imponderables que por momentos excedieron toda previsión, Joselo Schuap marcó que el festival fue un aprendizaje. Y más allá de todas las cosas por mejorar, destacó que las jornadas norteñas se llevaron el mejor rating de todos los festivales del verano transmitidos por la TV Pública. Tal como le comunicó Guillermo Tello (Coordinador General de la Multisectorial Audiovisual) mientras los demás festivales midieron en promedio entre 1,7 y 1,9 en pleno apogeo con la local Murga del Tomate y el chaqueño Coro Qom Chelaalapi, la aguja marcó 5, 9 rating. En esa línea, el funcionario posicionó la importancia de la región y de que artistas emergentes le ganen el lugar de visibilidad a los ya consagrados.

Insistiendo en que este encuentro de cultural del Norte Grande es una construcción, anunció que tras la próxima fecha del festival en agosto en Jujuy, vendrá otro en marzo en Santiago del Estero. ‘‘La idea es que haya uno cada seis meses, porque necesitamos que en no menos de 3 años haya pasado por las 10 provincias y desde ahí armar un circuito de un festival por mes, que funcione 10 meses al año’’, contó al tiempo que consideró que - más allá de las gestiones particulares de cada gobierno- se necesita descentralizar el poder concentrado en Ciudad de Buenos Aires, que se lleva, por ejemplo el 92% de la inversión del Incaa.