Proyecto financiado por Nación para proteger 5.014 hectáreas comunitarias

Guaraníes conformaron su cuerpo de guardianes del monte

La comunidad mbya Tekoa Arandú, ubicada en el municipio de Pozo Azul, se capacitó para contar con su propio equipo que oficie de guardia ambiental
lunes 06 de marzo de 2023 | 6:05hs.
Guaraníes conformaron su cuerpo de guardianes del monte
Guaraníes conformaron su cuerpo de guardianes del monte

Rumberos es el nombre de un grupo de personas que integran la comunidad mbya guaraní Tekoa Arandú, ubicada en el municipio de Pozo Azul, donde por medio de un trabajo intercultural mancomunado con integrantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), ejecutan una serie de acciones con el propósito de fortalecer un trabajo que hace más de 20 años llevan adelante los originarios en defensa de su territorio y así conformar una guardia ambiental.

Tekoa Arandú es una comunidad que, así como las demás, enriquece el patrimonio cultural de Pozo Azul. De diferentes maneras pone de manifiesto las enormes capacidades para interactuar con el blanco sin dejar de mantener vivas sus raíces, cultura y sabiduría que les fuera heredada de sus ancestros. Entre ellas, el amor y respeto hacia la madre naturaleza que les brinde recursos esenciales para subsistir.

Una forma de devolver lo que reciben es custodiar y preservar el bosque, en este caso 5.014 hectáreas comunitarias, es decir, que son utilizadas por otras comunidades guaraníes. Este monte no sólo es importante por los recursos que aporta a los pueblos originarios sino porque se trata de una parcela que mantiene dos parches continuos de bosque con el corredor verde y que conecta con el sur del Parque provincial Urugua-í.

La necesidad de armar un grupo para evitar el desmonte, surgió ya en 1990, cuando recibieron el título de propiedad de dichas tierras; la que a la fecha comparten con otras aldeas vecinas como Pozo Azul, Pozo Azul I, Guajaybi Poty, Yacutinga y Amambay Poty, las que forman parte del trabajo que desarrollan en lo que respecta la protección del monte. Desde esa fecha, pusieron enorme esfuerzo para evitar el avasallamiento sobre sus tierras, tanto por medio de usurpaciones como la caza furtiva y la tala ilegal de madera nativa.

Actualmente, gracias a ese enorme y arduo trabajo de meterse al monte, permanecer días en medio de la selva con únicamente un machete como herramienta con el solo fin de marcar los rumbos y realizar controles, las actividades ilegales dentro del territorio indígena disminuyeron.

“Realmente fue un trabajo muy forzado, ir al monte quedarse allí días para evitar el ingreso a nuestras tierras, el ataque contra la flora y fauna, hoy está más controlado gracias a nuestro trabajo, sería muy bueno tener más acompañamiento por parte de quienes deben dar seguimiento a tantas denuncias realizadas”, indicó Nicanor Benítez, cacique de Tekoa Arandú haciendo referencia a cómo comenzó la iniciativa de formar su propio cuerpo de guardabosques.

La lucha de los originarios despertó, hace más de cuatro años, el interés de estudiantes guardaparques que pertenecen al MTE, que mediante el programa Potenciar Trabajo, trabajan específicamente en proyectos relacionados a la conservación de monte en las chacras.

Gracias a la aceptación por parte de los originarios de recibir ayuda, llevan adelante un trabajo mancomunado con el objetivo de fortalecer el grupo, que se denomina Rumberos, dotándolos de conocimientos y herramientas tecnológicas que faciliten el control sobre el territorio.

Este grupo de juruás, lo que buscó fue financiación para conseguir recursos que vengan a mejorar la manera de cuidar el monte. Es así que por medio de la Dirección Nacional de Bosque del Ministerio de Medioambiente de Nación lograron el desembolso de cerca de 20 millones de pesos para fortalecer la experiencia e impulsar una “Guardia Ambiental Indígena” para conservar las 5.014 hectáreas que corresponden al territorio de la aldea.

El proyecto contempla por un lado la construcción en la comunidad de una sede operativa donde funcionará una oficina, compra de herramientas como ser: drone, GPS, computadora, carpas, linternas, cámara filmadora, proyector y cámaras trampa y por otra parte jornadas de capacitación en informática, taller audiovisual, capacitaciones y uso de brújula en terreno, capacitación en uso de sistemas SIG (sistemas de información geográfica) e interpretación de imágenes satelitales, capacitación en uso y vuelo de drone, capacitación de supervivencia, primeros auxilios, evacuación en el monte y un taller legal donde tratarán leyes sobre protección de bosque y defensa del territorio comunitario.

Capacitación en sistemas y GPS para construir una base operativa.

Otro de los puntos incluidos en este proyecto, tiene que ver con el manejo de fuego y prevención de incendios, más en un municipio donde hasta la fecha no cuentan con un cuartel de bomberos voluntarios.

“Están previstas capacitaciones en combate de incendio para prevenir incendios y la compra de herramientas para combatir el fuego como motobomba, rosón, bate fuego, mangueras y mochilas contra incendio. Estamos atravesando una experiencia de intercambio de conocimientos de cómo trabajar la conservación de los bosques” detalló por su parte Agustín Pane, guardaparque del MTE.

Son 17 los integrantes del cuerpo de guardias ambientales, de ellos cinco son juruás. En este punto es fundamental destacar que le proyecto viene además, a poner en valor y de cierta manera formalizar el trabajo de cinco guaraníes que junto a tres jóvenes no indígenas, pasaron a percibir un salario como guardaparque de la propiedad comunitaria indígena.

“Estamos muy contentos y agradecidos con la ayuda recibida, es una manera muy interesante de intercambiar saberes con los juruá e incluir nuevas tecnologías para hacer más digna la labor. Un logro más que necesario e importante para nosotros”, concluyó Benítez.

La propuesta fue presentada ante el Ministerio de Ecología de Misiones y la Dirección Nacional de Bosque, el pasado miércoles, cuando funcionarios de mencionadas carteras estuvieron en la comunidad para conocer en detalle los objetivos del proyecto, sus alcances y logros hasta la fecha.

“Nos juntamos para conversar sobre planes de manejo que beneficien a las comunidades y así dar continuidad a la experiencia y al grupo, a largo plazo queremos trabajar en conjunto la fiscalización de los lotes de las comunidades”, dijo Pane sobre lo conversado en la reunión que mantuvieron con autoridades del Ministerio de Ecología de Misiones y representantes de la Dirección de Bosque.

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