Las primeras jangadas en el río Paraná marcaron la historia

Berta Susana Quiroga es licenciada en historia e hizo un trabajo de investigación sobre las primeras jangadas por el Paraná en Misiones en las primeras décadas del siglo XX, hace más de 35 años.

Quiroga relató a El Territorio que hace muchos años atrás entrevistó a uno de los primeros jangaderos, José María Franco, quien participó durante largos años en la formación de las jangadas y trabajó en los obrajes de yerba mate.

La historiadora recordó que las jangadas de troncos fueron un método de traslado que se utilizó entre 1920 y 1950. “Era un medio económico que llevaba madera hacia el puerto de Corrientes, Rosario y Buenos Aires. También era peligroso, por lo que tiempo después se hizo un reglamento para el cuidado de las personas que transportaban en él y la navegación”, indicó.

Sostuvo que la desaparición de este sistema de transporte tuvo que ver con la evolución de Misiones, las grandes multas que existieron por el incumplimiento del reglamento de la navegación, y los camiones que aparecieron para acortar los tiempos y llegar más rápido a los caminos donde había que recortar la madera. 

Parte del fragmento de su escrito sostiene que “los guaraníes y otras poblaciones aborígenes conocían la navegación pues tenían canoas, itapas, garandumbas y piraguas. Los hombres que repoblaron Misiones a fines del siglo XIX utilizaron para el transporte de maderas y yerba los remolcadores y chatas que hacían la carrera del Alto Paraná desde Posadas a Puerto Méndez”. Según indica, la primera gran jangada fue una embarcación de características especiales, construida por la Casa Núñez, Gibaja, Martínez y Compañía de Misiones, para utilizarla en transporte de leña a Buenos Aires en gran escala.

Entonces “el Ministerio de Obras Públicas puso a disposición de la casa armadora varios vaporcitos para que le sirvieran de escolta, porque se consideraba que por este medio se resolvía el más serio problema para el desarrollo de la industria obrera en el norte argentino”.

Según menciona el texto, el jefe de la jangada fue el Donato Benítez, la misma salió del puerto de la Capital Correntina, con destino a Buenos Aires, el 10 de abril de 1918, fue construida por los señores Núñez, Gibaja y Martínez en Corrientes.

Evolución

Las jangadas se fueron perfeccionando adecuándose a las necesidades de la navegación.

Cabe mencionar, que la jangada como sistema de transporte contribuyó a afianzar la explotación forestal, como una alternativa económica de Misiones. Esta actividad estuvo asociada a las grandes compañías madereras asentadas en Rosario y Buenos Aires, quienes obtenían pingües ganancias gracias a la explotación de los peones que construían las jangadas o de aquellos que hachas en mano dejaban sus esperanzas en el obraje.

Este sistema de transporte de reducido costo, tuvo su razón de ser mientras la demanda de madera fue intensa, requerida por la industria de la ebanistería y carpintería, como así también durante el emprendimiento de construcciones.

Para concluir, “la aparición de la jangada significó un enorme movimiento social de los sectores más desposeídos en búsqueda de trabajo, esto se internaban en la selva quedando sujetos a la explotación de las compañías madereras. Aparejados a estos efectos económicos y sociales se produjo el reconocimiento gradual de la geografía del territorio, como así también contribuyó a la radicación de nuevos puertos destinados a los efectos de la industria forestal”.

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