¿Quién es mejor? ¡Maradona o Messi? ¿Leo o Diego? Por mucho tiempo esta pregunta fue tema de debate entre los argentinos, pero con el tiempo fue cambiando de perspectiva y hoy son más quienes prefieren no compararlos y simplemente optan por disfrutar con orgullo que los dos son deportistas  inigualables y argentinos.

El escultor posadeño Federico Bordón se declara fanático de ambos astros y su admiración quedó demostrada en su más reciente obra, expuesta en el frente de su hogar conocido como La Casa de las Esculturas, que está ubicado por la avenida Alem, de Posadas,

Se trata de dos esculturas a escala real que inmortalizan a Diego Armando Maradona y Lionel Messi, ambos pintados con un resplandeciente color dorado, posados sobre cuatro planetas -uno en cada pierna-, unidos por un arco de hierro que sirve de soporte para lucir las tres estrellas junto a una réplica de la Copa del Mundo.

El capitán en el Mundial 1986 está representado con la icónica camiseta azul, con la que convirtió el mejor gol de los Mundiales en aquel triunfo por 2 a 1 frente a Inglaterra. Mientras, el actual 10 de la Selección está ilustrado con la tradicional celeste y blanca con la que se lo vio levantar la Copa en Qatar, hace poco más de dos meses.

Los ídolos custodian el frente de ‘La Casa de las Esculturas’. Fotos: Marcelo Rodríguez

“La escultura de Messi la hice porque sabía que íbamos a salir campeones (del Mundial Qatar 2022)  y la de Maradona tiene más tiempo. La hice mucho antes, cuando me enteré de que falleció (a fines del 2020)”, confesó Bordón, comentando además que miró todos los partidos de Argentina en el Mundial  junto a su escultura de Lionel.

De esta manera, poco a poco la escultura de Lio se fue convirtiendo en una imprescindible cábala e incluso lo acompañó a recorrer la ciudad durante los festejos.

“Cuando Argentina salió campeón la gente lo besaba y lo abrazaba, tuvimos que volver porque varios estaban un poco borrachos y no quería que le pasara nada a la escultura”, contó entre risas.

Los dos mejores futbolistas de todos los tiempos juntos, representados en una misma estructura de hierro. Según el artista, esto se debe a que “le da mayor estabilidad, porque si no puede caer cuando alguien lo toca”, pero es mejor pensar que esto significa que a pesar de sus diferencias, ambos forman parte de una misma historia, llena de alegría y orgullo para los argentinos. 

“Con Maradona viví la alegría de ser campeón del mundo cuando tenía 16 años. Las sensaciones que me daban cuando lo veía jugar son iguales a las que siento hoy con Messi, para mí los dos son igual de importantes”, contó.

Los cracks están parados sobre cuatro mundos y se sostienen entre sí.

Dios en cielo y en la tierra... tal como dice una de las canciones más escuchadas por los argentinos durante el Mundial de Qatar, interpretada por La T y La M. Así, las esculturas también ilustran a un Diego Armando Maradona desintegrándose poco a poco, con marcas de un viaje hacia la eternidad, pero sostenido a su lado por Lionel Messi, el heredero que designó el fútbol.

“A ambos los hice de esta manera para que no parezcan humanos, porque son de otro mundo, Diego está parado sobre un planeta y a Leo lo quería hacer arriba de una nave espacial pero por cuestiones de espacio tuve que desistir”, contó el artista.

Pasión, arte y reciclaje

A pesar de que su profesión es la plomería, Federico Bordón lleva años destacándose en el arte gracias a sus obras expuestas en su hogar conocido como La Casa de la Escultura. Ahí se pueden encontrar esculturas de budas, jinetes, leones, y otros espectaculares trabajos.

En esta oportunidad, para las representaciones de Messi y Maradona, utilizó chatarra, amortiguadores y otros materiales reciclables, que fueron donados por personas cercanas que conocen de su talento. Uno de los detalles más llamativos se encuentra en la suela de los botines, que está hecha con piezas de bujías de autos.

En cuanto a la superficie, Bordón utiliza cemento fresco para modelar y dibujar sobre el esqueleto de hierro. “No es una tarea fácil, porque el cemento se seca y ya no podés corregir, tenés que empezar de nuevo”, se lamentó mientras sostenía en sus manos un intentó fallido de una cabeza de Messi.

El talento de Bordón simboliza en cada detalle el amor de un pueblo argentino por el fútbol y el orgullo de ver a dos de los mejores deportistas de la historia defendiendo con talento, garra y corazón, la celeste y blanca. Una camiseta que representa a un pueblo entero gracias a que encuentra en el fútbol  y sus ídolos, un motivo de alegría eterna, capaz de aliviar cualquier tipo de amargura, capaz de gambetear el olvido.