Sentencia a los rugbier, un juicio que reavivó los casos de Centeno y Mercol
A raíz del homicidio perpetrado por los ocho rugbiers se puede recordar dos hechos similares ocurridos en la capital misionera, con jovenes involucrados, que perturbó en su momento a los habitantes de la Tierra Colorada.
Los de Pincha Centeno e Iván Mercol fueron dos crímenes que conmovieron a la sociedad y cambiaron para siempre la noche posadeña. Amigos y familiares recuerdan los trágicos hechos y los cambios que se hicieron en la legislación.
Por un lado, Francisco Javier ‘Pincha’ Centeno murió el 22 de septiembre de 2002 como consecuencia de las heridas que le provocó una pelea con jóvenes en el microcentro posadeño. Los supuestos agresores fueron beneficiados con la falta de mérito.
Ese sábado a la noche, Pincha Centeno salió con sus amigos. La rutina era tomar algo en algún lugar del centro.
Luego fue hasta El Ángel, boliche que se ubicaba sobre la calle Córdoba, y allí permaneció hasta casi el amanecer, cuando fue sacado por los guardias tras protagonizar un incidente con otros jóvenes.
Los contrincantes volvieron a encontrarse frente a un edificio en construcción que estaba sobre la calle 3 de Febrero.
El Pincha Centeno era alumno del Colegio Nacional Martín de Moussy.
Según el relato de los testigos, Carlos Silvestrini y Lucio Mariani golpearon al Pincha, que cayó al piso, donde quedó mientras los agresores se alejaban a bordo de un automóvil.
Momentos después, su amigo Alexis Rafstópolo lo levantó y ayudó a llegar hasta su casa, donde vomitó y luego se acostó a dormir.
Cerca del mediodía, cuando su padre, Jorge Centeno, lo despertó para almorzar, el joven le dijo “estoy mal, me duele la cabeza”, razón por la cual lo dejó dormir un poco más. Cuando fue a despertarlo cerca de las 13 lo encontró con un paro cardiorespiratorio y en forma inmediata lo llevó al sanatorio, donde los médicos nada pudieron hacer para salvarle la vida.
Su muerte abrió un amplio debate en la sociedad posadeña de ese entonces, debido a que luego de ella se realizaron campañas, encuentros para trabajar contra la violencia en los jóvenes.
Por otra parte, el otro caso que conmocionó a la sociedad posadeña, ocurrió el 19 de marzo de 2006 en un boliche de la capital misionera, cuando la violencia volvió a cobrarse una vida. Una pelea, el desenlace fatal y un juicio que condenó a dos personas 4 años de prisión efectiva. Sin embargo, una apelación al Superior Tribunal de Justicia, terminó reduciendo la condena a 3 años en suspenso y generando indignación y malestar en la familia del chico.
Iván Mercol murió tras una pelea en el boliche Power, a raíz de las lesiones que recibió.
El 17 de octubre de 2014 la justicia condenó a Diego Cantallops y a Sebastián Ruiz a cuatro años de prisión por el hecho.
En su fallo el juez César Raúl Jiménez había asegurado que el 19 de marzo de 2006 había un escenario “de acontecimientos contra Iván” que lo ponían “en una situación de debilidad ante dos agresores que pegaban de uno y otro lado” dentro del establecimiento bailable.
“No es discutible bajo ningún tipo de vista que ambos imputados eligieron la cabeza como blanco de sus golpes”, remarcó el magistrado.
Para los ministros, se trató de un hecho de homicidio en riña (tipificado en el artículo 95 del Código Penal argentino).
Además, dispusieron que una vez por semana, durante tres años, los condenados cumpliesen trabajos comunitarios en una cárcel.
