Si se deduce siempre que nos desarrollamos, vivimos, crecemos en comunidad, se desprende también la idea de que el módulo de vida de un ser humano no es una isla sino parte de un sistema, un engranaje familiar que también lo define. Por eso, conocer el árbol genealógico siempre es un aprendizaje lleno de vericuetos.

Los Zerbin decidieron este fin de semana celebrar su parentesco en una reunión de más de 114 primos que se dieron cita en 25 de mayo. Los primos provienen de dos hermanos que tras ingresar al continente por Brasil desde Europa, se asentaron finalmente en esta localidad misionera.

En total eran cinco hermanos dos varones y tres mujeres los que llegaron a la Argentina. Los varones portantes del apellido fueron los primeros en hacer patria y esta reunión familiar se enfocó exclusivamente en la descendencia de estos.

Desde Chile, Brasil, Buenos Aires, distintas localidades misioneras como Wanda, Puerto Esperanza, Andresito, Posadas, Ruiz de Montoya llegaron los primos Zerbin a 25 de mayo para el despliegue del domingo con el servicio de la Iglesia Río de la Plata, fundada por esos dos primeros hermanos inmigrantes que llegaron a la región.
Cabe reflejar que a pesar de la masividad del encuentro, en esta primera juntada no fueron incluidos aún todos los descendientes de las tres hermanas Zerbin que también hicieron sede en Misiones. ‘‘En realidad tendría que haber hecho con las cinco familias que vinieron, pero quisimos hacer una prueba piloto primero y reunimos sólo a los descendientes de Enrique y Traugoth, que fueron los primeros en llegar a estas tierras’’, explicó Willy Zerbin, detrás de esta mega organización.

Familias enteras, adultos, jóvenes, niños, vivieron así una jornada festiva de reencuentro con asado, torta, anécdotas y lazos en común.

Hace unos años, El Territorio reflejó como los Cerbin se encontraron a través de escudriñar redes y rastrear orígenes en una convocatoria que sumó 50 familias.

Al ahondar en esta historia de linaje, tanto los Cerbin que llegaron de Europa directo a la Argentina, como los Zerbin que se instalaron finalmente en 25 de mayo, comparten una cuna en común. Al parecer ya en tierras europeas la Guerra Mundial dividió a la familia y luego las migraciones definieron el cambio de letra en el apellido, aunque la unión sigue intacta.
Ahora los Zerbin también son parte del grupo de Whatsapp que crearon los Cerbin -con sede de reunión en Alem- y el contacto es asiduo.

‘‘Yo ya tenía relación con algunos Cerbin que decíamos que éramos parientes, pero este año recibimos documentos donde está comprobado que somos todos del mismo origen. Me incorporé en el grupo de ellos de WhatsApp para ver si para el año que viene podemos unimos todos’’, aclaró Willy.

La historia revela que a raíz de la buena propuesta americana de trabajar la tierra, y con un panorama de guerra constante, Cristoph Zerbin y Rosalie Hein decidieron dejar Polonia y emigrar a Brasil. Salieron de un puerto ucraniano y llegaron por lado brasilero a la Argentina en la segunda mitad del año 1908. Vinieron con hijos ya, entre ellos Enrique. Traugoth en tanto, es de la camada de vástagos que nació en Brasil.

En total tuvieron 11, emigraron con siete hijos europeos y otros cuatro fueron los que tuvieron en suelo americano.
Enrique, uno de ellos, vino de Brasil a la Argentina con cinco hijos y ya en Misiones tuvo cinco más. Traugoth tuvo descendencia al asentarse en el país, 12 fueron los que nacieron aquí y luego uno en Paraguay donde vivió más tarde y hasta sus últimos días.

‘‘Cristoph tiene relación con los Cerbin que vinieron a Argentina, ellos llegaron directamente de Europa y no se sabe si fue al ingresar al país o ya en el barco que le cambiaron la z por la c’’, explicó Willy sobre la otra rama familiar.
Un árbol, que cada vez encuentra más ramificaciones de las cuales sostenerse, crece en la siempre prometedora Tierra Colorada.

Orgullosos de su historia inmigrante, los Zerbin y Cerbin, lejos de olvidar sus raíces, las sostienen con cimientos fuertes, tal como se mantiene intacta la casa del abuelo de Willy, Enrique. Una construcción estilo alemán levantada por el mismo Enrique cuya descendencia sigue dando múltiples frutos.

La familia en expansión seguirá tejiendo lazos con el mundo y más reuniones descollarán en suelo misionero, nuevas anécdotas de una misma historia familiar.