Un belicismo sin legitimidad social

sábado 04 de febrero de 2023 | 6:00hs.

La actual escalada bélica de los países de la Otan en Ucrania no tiene suficiente legitimidad pública. Lo dice la ciudadanía europea que se encuentra dividida, pero una parte mayoritaria no respalda la prolongación de la guerra y exige ponerle fin, aunque suponga cesiones territoriales a Rusia por parte de Ucrania.

Según una encuesta de Euroskopia publicada recientemente, los países en los que el apoyo cívico al cese de hostilidades es mayor son Austria (64%) y Alemania (60%) que, aun con su apuesta por una gran militarización interna, explica la cierta prudencia del partido socialdemócrata gobernante para no implicarse unilateralmente y a gran escala con armas ofensivas en la confrontación con Rusia. Ello, a pesar de que es el país, junto con Polonia, que más se ha destacado por su apoyo militar a Ucrania y que sus aliados gubernamentales, Verdes y Liberales, aparte de la oposición de la derecha democratacristiana, se han distinguido por exigir una mayor implicación alemana en la guerra.

La opinión mayoritaria de parar la guerra y promover una solución inmediata pactada supone un cuestionamiento del paso cualitativo de esta nueva fase armamentista dada por los gobiernos de los principales países occidentales en el marco de la estrategia global definida en la cumbre de la Otan del pasado mes de junio en Madrid. Afecta a la insuficiente legitimidad ciudadana del objetivo estratégico de Estados Unidos, al que se subordina la Unión Europea y, específicamente, Alemania, de que el gobierno ucranio logre la victoria militar sobre el ejército ruso obligándole a retirarse de sus territorios ocupados.

No obstante, la opción dominante no parece que sea la apuesta por una involucración total y directa de la Otan para conseguir la derrota general e inmediata del ejército ruso, tal como apuestan los sectores atlantistas más duros, sino una prolongación gradualista del conflicto que supone el desgaste político y militar del régimen ruso, así como la mayor homogeneidad de la opinión pública europea. Es decir, en el medio plazo se acepta, incluso por representantes militares relevantes, como el jefe del Estado Mayor estadounidense, que no es posible la derrota total rusa, potencia nuclear, y que habrá que llegar a un acuerdo sobre un status quo seguro para todas las partes implicadas.

Por Antonio Antón
Sociólogo y politólogo
Para Público.es

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