El centro funciona en Posadas de lunes a viernes de 7 a 17

En verano aumentaron las consultas de apoyo pedagógico en el Imefir

El Instituto de Medicina Física y Rehabilitación atiende a unos 700 pacientes de manera gratuita. En kinesiología hay al menos 1.500 atenciones mensuales, muchas de ellas por ACV
miércoles 01 de febrero de 2023 | 2:00hs.
En verano aumentaron las consultas de apoyo pedagógico en el Imefir
En verano aumentaron las consultas de apoyo pedagógico en el Imefir

Con un gran espacio y con 34 profesionales, Instituto de Medicina Física y Rehabilitación (Imefir) atiende alrededor de 700 pacientes al mes de manera gratuita. En plena temporada vacacional y en la previa al retorno escolar, se intensificaron las consultas relacionadas al apoyo pedagógico de los chicos.

Entre los servicios gratuitos de prevención, tratamiento y atención integral que ofrece el instituto que depende de la Municipalidad de Posadas se encuentran propuestas recreativas, educativas y deportivas.

El establecimiento permanece abierto de lunes a viernes de 7 a 17, ofrece atención con diferentes especialistas, pero el auge se concentra en kinesiología, psicología y psicopedagogía.

“En su mayoría el apoyo escolar está centrado en chicos que tienen algún problema del habla o en el aprendizaje. Tenemos psicopedagogía para adultos de 18 en adelante y para pequeños”, sostuvo, en diálogo con El Territorio, el coordinador del Imefir, el kinesiólogo Rodrigo Ayala.

En la misma línea comentó que trabajan mucho en conjunto con escuelas e incorporaron a una maestra de apoyo escolar, para suplir la demanda pedagógica de la temporada. Próximamente pretenden ampliar el área psicopedagógica con un taller de orientación vocacional.

“Asisten personas sobre todo de los barrios cercanos como Yacyretá, pero últimamente se incrementó el número de personas de toda la ciudad y también de Garupá y Candelaria”, mencionó el coordinador.

Las atenciones son gratuitas, sin límites de edad y se desarrollan en su sede ubicada en avenida Blas Parera 5155 (entre las avenidas Aguado y Zapiola).

El proyecto de la huerta

En el centro de salud gratuito también tienen una huerta ecológica que empezó hace dos años. El objetivo es poner a los niños y adolescentes en contacto con la naturaleza.

De la misma manera, se sumó una maestra para apoyo escolar que brinda temáticas relacionadas a la fotosíntesis, a la tierra, crecimiento de plantas, qué se puede consumir y qué no. “La idea es que aprendan a hacer su propia huerta en su casa para el consumo”, detalló Ayala.

Las tareas en estos espacios de siembra comunitarios son terapéuticas en su conjunto, favoreciendo la socialización y la autoestima, ya que al sembrar se trabaja en la organización y estructura mental, mientras que la manipulación de la tierra ayuda a mejorar la coordinación de los movimientos.

Servicio de kinesiología

En kinesiología hay al menos 1.500 atenciones mensuales, en su mayoría por secuelas de accidente cerebrovascular (ACV). Entre quienes utilizan los servicios ya se formaron lazos y vínculos en el espacio, que es su segunda casa.

“Alrededor de cinco o más sesiones al mes necesitan quienes vienen a rehabilitación. Hay muchos que tienen que venir de lunes a viernes y como se cruzan con las mismas personas, ya forman un grupo”, contó el kinesiólogo.

Si bien el Imefir es gratuito, la prioridad está para quienes no tengan ningún tipo de cobertura médica, pero siempre que haya horarios libres se atiende a la mayor cantidad posible.

Además, comentaron que tienen una ambulancia y un transporte en el que también desde el área social priorizan a quienes tengan discapacidad y necesitan tratamientos o terapias

“Ahora vamos a implementar newcom en las playas El Brete y Costa Sur, para adultos mayores de 50 años, y la idea es contagiar a los que quieran realizar actividad física”, agregó Ayala.

Alfredo Da Silva (77) junto a su enfermero, esperando su turno.

Se trata de un deporte adaptado y en este caso es vóley, que no requiere que las posiciones estén en movimiento, comentó el profesional.

Cada uno juega en su lugar y eso permite que quien está en silla de ruedas también pueda participar.

“Una vez que los pacientes kinesiológicos reciben el alta, siguen realizando actividad física para que también puedan prevenir otras enfermedades. Trabajan con pesas y siguen en movimiento”, indicó el encargado.

Testimonios

Entre las decenas de personas que aguardaban su turno para terapia o rehabilitación, entre otras actividades, se encontraban Alfredo Da Silva (77) e Hilario Molinas. Ambos sufrieron un ACV y por las secuelas, visitan de lunes a viernes a su especialista, con la intención de recuperar el tacto y el movimiento corporal.

En este sentido, Alfredo, quien aún permanece en silla de ruedas, comentó: “Hace tres meses que vengo. De a poco me estoy recuperando, es un ambiente cómodo, vengo todos los días y veo que estoy evolucionando”.

En la misma sintonía, Hilario expresó que hace alrededor de un año le ocurrió lo mismo. Después de meses de terapias y rehabilitación, puede caminar y manejar. Aún queda sin sensibilidad una parte de su brazo derecho, pero son pocas las áreas a tratar para volver a su estado normal.

“Yo ya tengo un grupo de conocidos que lo veo diariamente y mi médica me ayudó muchísimo con su paciencia. Uno después de tanto tiempo ya se forma una amistad, vengo de lunes a viernes y en el transcurso algunos conocidos ya se fueron. Me cuesta pronunciar algunas palabras todavía, pero me falta poco”, reflexionó.

Por otra parte, el titular del Imefir también añadió que entre el vaivén de consultas, también algunos reciben el alta médica.

“El año pasado se dio de alta a un chico que estuvo dos años por secuela de ACV y se recuperó al 100 por ciento. En su despedida, realizaron una fiesta entre todos y lo mismo ocurrió con un paciente de cáncer”, indicó.

Luego de una derivación clínica que puede ser rubricada desde el instituto u otro centro de salud, se realiza una historia clínica.

“Algunos asisten con varios especialistas entonces vienen de mañana y se quedan hasta mediodía y ya tienen al lugar como su segunda casa”, sostuvo el coordinador.

Asimismo, existe un grupo de 150 pacientes que son estables. Vienen desde hace varios años por alguna enfermedad crónica como diabetes o bien rehabilitación tras algún accidente grave que derivó en una amputación.


En cifras

1.500

pacientes reciben tratamiento con kinesiólogos durante el mes. Cada uno se somete a un promedio de cinco sesiones o más, dependiendo del cuadro.

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