La Comisión Central pidió ajustar detalles para la segunda noche de Carnaval

Durante la tarde de hoy, integrantes de la Comisión Central del Carnaval (CCC) de Santo Tomé se reunieron con el gerenciador del evento de este año, Cristian Berger, por varios temas a ajustar, entre ellos el sonido, que fue severamente criticado por los asistentes de la primera velada. La segunda noche será el sábado 28.

Los cuestionamientos se pudieron ver en las redes sociales, e incluso, en las radios locales. Desde la CCC informaron que en la tarde de hoy se reunieron con el empresario, y se le reclamó por esto, a lo que él se comprometió a cumplir con lo estipulado por contrato.

El uso de fuegos artificiales fue una constante, tanto en la prueba de sonidos como en la primera noche de carnavales oficiales 2023, siendo que desde 2018 rige la prohibición para este tipo de pirotecnia, y el único artificio permitido es el lumínico.

Cristian Retamar, integrante de la Comisión Central del Carnaval, habló en LRA 12 sobre la edición que acaba de empezar del carnaval, “después de tres años, por pandemia, incendios, no pudieron salir las ediciones anteriores, y este año con mucha emoción volvimos a desfilar”.

Respecto a los fuegos artificiales, Retamar aseguró que Turma Do Fon Fon buscó artificios “de bajo impacto sonoro, con luces más que nada, que es lo que se establece en la ordenanza municipal”.

En otro orden de cosas, Retamar destacó que esta edición de la fiesta del Rey Momo se caracteriza por la implementación del “nuevo reglamento, moderno, igualitario, principalmente basado en que las tres comparsas reciben la misma cantidad de dinero, por lo tanto el nivel de las comparsas tiene que ser parejo, y otro punto importante es que la Comisión Central del Carnaval pasa a ser reguladora de todo lo que es la organización del evento”.

Como requisito obligatorio, en el corsódromo debe haber al menos una ambulancia (estuvieron dos el sábado), y contar con la presencia de Bomberos y Policía.

Uno de los objetivos que se plantean en el reglamento es que la gente no recorra todo el corsódromo como siempre se hizo, sino que se quede en el sector que le toca, ya que cada sector cuenta con cantina y baños químicos.