San Ignacio: ahorcaron a una perra y la dejaron abandonada junto a sus cachorros

Un cuadro dantesco fue hallado por personas que caminaban por el monte en la zona de San Gotardo, en San Ignacio , en la rama de un árbol habían ahorcado y colgado a una perra cuyos cachorros, por la falta de comida se estaban alimentando del cadáver de la madre.

El hecho ocurrió al inicio de este año pero fue conocido recién hoy y sobre eso Gloria Pilaszek, integrante de la asociación protectora de animales Patas Sucias de San Ignacio a la que recurrieron las personas que hallaron a los caninos para que les den un lugar de tránsito y curaciones.

Gloria dijo "las protectoras estamos ya sin espacio, son muchos los animales abandonados, así que entré a comunicarme con varias proteccionistas, hasta que desde Jardín América nos llamó Nancy Heisler y ofreció un espacio de tránsito y cuidados, también una veterinaria de Roca nos confirmó la castración gratuita cuando los cachorros tengan la edad correspondiente para la intervención".

"Realmente uno no logra comprender hasta qué punto puede llegar la maldad en algunas personas, es un caso muy triste y quien haya hecho eso no merece más que repudios. Los cachorritos, dos machos y una hembra, ya fueron desparasitados, recibieron curaciones en las lesiones que tenían en la piel y siguen siendo atendidos hasta que personas de buen corazón los adopten", indicó.

En tanto una de las personas que se encontró con la tremenda realidad de esos animales y que prefiere estar en el anonimato mencionó: "fue muy triste lo que vimos, no podíamos creer, la madre muerta por ahorcamiento con un alambre a la que a su vez ataron a la rama de un árbol y los pequeños alimentándose del cadáver debido al hambre que sin dudas tenían. No se si decir suerte que la encontramos ya que es realmente algo muy doloroso, creo que por milagro los hallamos y pudimos rescatarlos y los pusimos a salvo con la ayuda de las proteccionistas".

Actualmente los cachorritos que ya fueron higienizados, curados, vacunados y desparasitados se encuentran en la casa de Nancy Heiler a la espera de que los adopten y puedan tener una vida con los cuidados adecuados.