Huerta urbana, claves para producir alimentos en el hogar

La falta de espacio en la ciudad es uno de los factores que alientan a la búsqueda de alternativas de producción. En ese sentido, el desarrollo de huertas en contenedores, además de brindar alimentos frescos, también permite reutilizar muchos materiales inorgánicos y orgánicos que suelen desecharse en los hogares.

La huerta agroecológica se basa en aprender del ecosistema en el que se está inserto. En este sentido la asociación de especies en un mismo cantero es fundamental; intercalando diferentes estratos de plantas (plantas de diferentes alturas) para que las más altas protejan y den sombra a las más pequeñas, por ejemplo, con plantas aromáticas que repelen o atraen insectos. Así, hortalizas de fruto/flores, hojas y raíces, conviven en el mismo espacio y se benefician unas a otras.

“El suelo cubierto es otro factor a tener en cuenta, así se evita la degradación de los mismos por las lluvias, el viento o las altas temperaturas. Existen coberturas vivas, como las batatas, los zapallos, o las leguminosas que a su vez funcionan como captadoras de nitrógeno. Y coberturas muertas o secas, como el pasto cortado o las hojas que juntamos de los árboles; que ayudan a evitar la evaporación tanto del agua de riego como de las lluvias, (tan importante para los días de mucho calor en el verano)”, explicó la encargada de huertas agroecológicas de Libres del Sur Misiones, Marisol Caballero.

Respecto del riego es recomendable hacerlo en las horas del día de menor temperatura tanto en las primeras horas de la mañana como en las últimas de la tarde y siempre es preferible repartir la cantidad de agua en diferentes momentos de la jornada: por ejemplo si el total del tiempo de riego es de 30’ es mejor hacerlo en dos riegos de 15’ cada uno.

Otra buena técnica para mantener la fertilidad de la tierra es el abonado. Por ello, “la huerta es una buena oportunidad para clasificar los residuos hogareños, se puede armar una abonera con unos palets destinada a compostar todas las cáscaras, yerba y otros restos orgánicos de la cocina. En este sentido el beneficio es integral ya que disminuye en un 60% la cantidad de residuos que terminan en el relleno sanitario”, cerró Caballero.