Iguazú: luego de una semana internado, murió el segundo apuñalado en el barrio Bicentenario
Diego Cesar Brítez (38) murió en las últimas horas tras haber estado alrededor de seis días internado en grave estado como consecuencia de las puñaladas que recibió en un enfrentamiento sucedido el domingo pasado en el corazón del barrio Bicentenario de Puerto Iguazú.
Su deceso se sumó al de Jonathan Fernández (30), quien murió de la misma manera y en el mismo pleito. En paralelo complicó la situación procesal de Juan David L. (28), conocido como Chito, quien es el único detenido que tiene la causa.
En la calle
Tal como informó El Territorio, en plena madrugada del domingo 8 de enero la Policía halló a Fernández sin vida y con lesiones cortantes en distintas partes del cuerpo, sobre calle Los Trabajadores del citado barrio, y a unos 500 metros encontró a Brítez, también con heridas de arma blanca.
Ya con presencia del médico policial interviniente se constataron las lesiones cortantes que presentaba el fallecido y se dispuso que el cuerpo sea trasladado a la Morgue Judicial para correspondiente autopsia. Pero en medio de las labores investigativas, a un par de cuadras, fueron alertados del hallazgo de Brítez, con lesiones, también tendido en el suelo.
Este último fue ubicado a metros de la avenida Juan Pablo Segundo y al ser examinado los galenos que lo atendieron detectaron que presentaba un corte en la oreja, otra lesión punzocortante en uno de sus pulmones, además de cortes en el pecho y otros similares en la axila, por lo que tuvo que ser derivado de urgencia al hospital Samic local, donde estuvo en grave estado hasta que finalmente hoy murió.
Detenido, complicado
La detención se produjo luego de la declaración testimonial de la madre y una hermana de la segunda víctima mortal, como también de un amigo del acusado a quien supuestamente este último le confesó haber hincado a alguien por cuestiones familiares.
Al parecer, según indicaron fuentes policiales consultadas, Chito habría discutido con Brítez, quien es hermano de su ex pareja. En ese contexto ocurrieron las agresiones.
En poder del acusado, los policías secuestraron prendas de vestir con manchas de sangre. Sigue privado de la libertad a disposicion del Juzgado de Instrucción Tres.
"Él era un padre de familia, tenía sus defectos como todo seres humanos pero era un hombre educado, amable, tratable, un corazón lleno de humildad", manifestó Ana, mamá de Jonathan Fernández.
