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Me lo contó un policía (Basado en hechos reales)

Buena fe, mala persona

sábado 14 de enero de 2023 | 6:00hs.
Buena fe, mala persona

Una tarde llegó a la comisaría de Puerto Libertad un hombre en silla de ruedas, ayudado por un vecino. Contó que meses antes, trabajando en una empresa papelera, cayó de gran altura de un andamio sufriendo daños en la médula, lo que lo dejó postrado; que estando internado en Buenos Aires, su esposa sufrió un accidente automovilístico y falleció, en consecuencia, este señor cobró una importante indemnización por el accidente laboral y otra por la muerte de su cónyuge. Con parte del dinero compró el auto del momento, un Ford Falcon Sprint 221.

El tema es que llegó a la casa de este señor una mujer que dijo ser de Eldorado y que poseía poderes curativos, y con varias promesas logró ganarse su confianza. En una oportunidad, la mujer llegó otra vez a la casa del “paciente”, diciendo que debía buscar una corona en la ciudad de Posadas, con lo cual el hombre volvería a caminar, pero para hacerlo, pidió que se le prestara el auto precitado, y para evitar problemas en la ruta, solicitó al pobre hombre que le firmara el Formulario 08 (este formulario es un requisito indispensable para hacer la transferencia por la compraventa de autos), a lo que éste accedió bajo la esperanza de volver a caminar.

Lamentablemente, la mujer se marchó con el rodado y no apareció más. Con la información y características que nos dio, a los pocos días ubicamos al auto y la supuesta “médica” atendiendo a otros pacientes en la zona, la cual al notar nuestra presencia, intentó huir, pero la detuvimos y secuestramos el rodado.

La señora recuperó la libertad casi inmediatamente, mientras que el auto fue trasladado a una dependencia de Eldorado. Al año, fui trasladado a esa misma unidad, y grande fue mi sorpresa, cuando un día llegó la misma “médica” acompañada por un abogado y un oficio judicial, que ordenaba restituir el automóvil en cuestión a “su legítima y verdadera titular”. Nada que objetar, para la ley, se había realizado una compraventa legal y por lo tanto no había delito que investigar.

Nuestro denunciante tuvo mucha mala suerte en su vida: sufrió un accidente laboral y no pudo volver a trabajar; nunca volvió a caminar, perdió a su esposa, y finalmente también perdió su auto. Fue el típico caso, varias veces víctima por actuar de buena fe y caer en manos de una muy mala persona. Sólo quedaba la esperanza de la justicia divina; ojalá haya sido así.

Por Luis Eduardo Benítez
Comisario general (RE), Abogado

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