Preparan la vuelta con todo el brillo del carnaval provincial

Ya suenan los tambores y se escucha la batuta; los pasos de baile levantan polvo; y el brillo y las plumas vuelven a lucirse en la vía pública anunciando el regreso de la fiesta. Tras varios años en suspenso, por la pandemia de covid que alteró la presencialidad y el encuentro, este 2023 el carnaval provincial vuelve a las calles con todo su esplendor y alegría.

Será una sola noche, el 18 de febrero, y aunque aún no se ha confirmado el horario de largada, desde la organización estiman que arrancará a las 21, como ya es tradición, en la avenida San Martín de San Ignacio, la capital provincial del carnaval.

Este año, la fiesta del verano retoma toda su gloria con un despliegue a lo largo y ancho de toda la avenida principal que contará con servicio de cantinas, stands de comidas, sectores comunes, espacios vip, palcos especiales y mucho más. Además, regresa el tradicional desfile, la competencia entre comparsas municipales para definir a los ganadores provinciales, así como también a la reina del carnaval.

“Volvemos con todo. Estamos muy ansiosos y entusiasmados con esta edición que vuelve a ser como la tradicional después de tanto tiempo”, destacó Tatiana Oxandaburu, directora de Turismo de San Ignacio, en diálogo con El Territorio. “Aquí ya se vive con mucha emoción y alegría. La gente extraña el carnaval y se notan mucho las ganas de volver a disfrutarlo, de volver a vivirlo, de volver a presenciar la fiesta”, agregó destacando el entusiasmo no sólo de los grupos comparseros que se vienen preparando desde hace varios meses -con esfuerzo y trabajo- sino también de todos los vecinos que esperan el retorno de la fiesta para celebrar en comunidad.

Es que el último año de carnaval se vivió en 2020, antes de que estallara la pandemia. Luego, en 2021, sólo hubo una edición especial de entrevistas a grupos y organizadores de la fiesta que se emitió por el canal de televisión local. Y a comienzos del 2022 -con muchos protocolos y medidas sanitarias de por medio- se llevó a cabo una jornada especial en un predio lindante al Club de Río, que contó con un escenario principal en el que se montaron números artísticos y shows en vivo; pero nada de desfile.

“Por eso, este año nos largamos con todo”, adelantó Oxandaburu, celebrando el retorno de la presencialidad y destacando también que esta edición es la número 25, por lo que será un festejo doble. “Celebramos el volver a encontrarnos en las calles, el volver a vivir el carnaval como lo conocíamos desde antes de la pandemia y también celebramos nuestras Bodas de Plata. Sin lugar a dudas, será una edición muy emotiva”.

La fiesta que conocemos

El evento será un solo día y contará con la participación de al menos diez grupos comparseros que desfilarán por las calles arengando al público al ritmo de la música. Además de aquellas comparsas que competirán en la jornada -entre las que seguramente se destacarán las de las localidades más carnavaleras de la Tierra Colorada como San Ignacio, Apóstoles, Concepción de la Sierra, Santa Ana y San Javier-, también participarán varios grupos como invitados especiales. Asimismo, habrá shows con bandas de música en vivo.

Respecto de la organización del público, el evento ofrecerá variados sectores y servicios, con distintas opciones para las familias que deseen participar. “Habrá servicio de cantina  -con varios puestos y locales que estarán a cargo de las comparsas y eso les ayudará a solventar algunos gastos-, también habrá alquiler de mesas y sillas; otros sectores gratuitos para aquellas familias que van con sus sillones; y también habrá una opción de palcos vip, en los que se puede alquilar el lugar y disfrutar de la noche con otros servicios incluidos”, detalló la titular de la cartera de Turismo, señalando que “hay variedad para todos los gustos y bolsillos”.

En cuanto a la competencia, no hay cambios ni modificaciones en el reglamento. El evento se llevará a cabo con las mismas reglas de siempre. Por ello, cada grupo trabaja arduamente desde hace ya varios meses para lucirse en la pasarela.

Si bien, el tiempo de parate afectó en algunas cuestiones la organización y puesta a punto, la mayoría de los grupos se presentará a competir. Sin embargo, “fue tanto el tiempo que pasó de la pandemia a esta parte que para las comparsas fue difícil volver a reunirse”, explicó Oxandaburu reflejando que durante estos últimos meses se presentaron dos situaciones diferentes. Por un lado, aquellos que se reunieron y pudieron trabajar, juntar fondos, ensayar y llegar al día con sus ideas y presentaciones. Y por el otro, aquellos grupos que no lograron organizarse y gestionar todo para esta edición carnavalera y por lo tanto no se presentan.

“Hay varias bajas este año, fue difícil volver a retomar las reuniones y organizarse. Nosotros acompañamos con trabajo, fondos y los recursos que podemos poner a disposición de los grupos. Algunos pudieron amañarse y otros no”, resaltó.

Si a eso se suma el despliegue escénico y la puesta que cada grupo presenta -entre coreografías, batería, carrozas, trajes, números especiales y más- la vara es muy alta. “Y encima, todos los años trabajan por seguir superándose. Es un esfuerzo enorme el que hacen los grupos, requiere de mucho tiempo de trabajo y gestión”, analizó.

Pero pese a todo, y con muchas ganas de celebrar y compartir el trabajo de tantos meses en comunidad, en San Ignacio se escuchan los tambores todas las tardes. Cuando baja el sol, los grupos se reúnen a ensayar y afinar detalles antes del gran día que ya está cerca y que promete un festejo a lo grande.