Un fuego, casamiento sobre el camión de bomberos

Cada vez que hay un enlace matrimonial se hace la tradicional caravana para celebrarlo. El sonido de las bocinas anuncian la boda, la alegría de familiares y amigos se suma a la de los recién casados en ese ritual a puro bullicio.

Pero, en esta ocasión, el despliegue fue mayor. No era un simple auto que trasladó a la pareja que había dado el sí, sino que era un camión de bomberos del cuartel de voluntarios de Jardín América. Con sirenas y luces que iluminaban la hermosa noche de la localidad de Puerto Leoni, muchos fueron los vecinos que, sorprendidos, salieron a la calle a ver qué pasaba.

La historia enlaza la vida de Mikaela Anschau y Kevin Matozo, ambos con 23 años y oriundos de Puerto Leoni.

Los dos son bomberos, ella bombera voluntaria de la ciudad de Jardín América y él de la Policía, también desempeñándose en servicio en la Ciudad de las Diagonales.

El casamiento se realizó en su Puerto Leoni natal y la iniciativa acaparó la atención de la comunidad.

“Nos conocimos por amigos en común, todavía no éramos bomberos en ese momento”, empezó a contar Mikaela sobre el comienzo de la historia de amor.

Los jóvenes se conocieron por amigos en común. Foto: Esteban González

Ser bomberos es una profesión que les encanta, les apasiona, ya que lo entienden como un simple hecho de ayudar a los demás y esa es la principal motivación que tienen día a día.

Además, Kevin es policía, y según detalla, asume el compromiso de velar por la seguridad desde el cuartel de bomberos como su labor diaria.

Mikaela, por su parte también estudia Profesorado en Matemáticas. Por lo tanto tiene como desafío recibirse y ejercer la docencia en un futuro a la par de la noble misión de bombera voluntaria.

Consultados sobre cómo fue la propuesta de casamiento, Kevin dio cuenta de que trabajar a la par también es clave en una relación. “En realidad fue idea de ambos, lo hablábamos durante mucho tiempo hasta que lo decidimos”.

En cuanto a la iniciativa de hacer la caravana encima de un camión, expresaron que fue idea de los amigos del cuartel de bomberos voluntarios.

La boda fue en la capilla Santa Rosa de Lima, de Puerto Leoni, y tras recorrer la ciudad, los festejos siguieron en un salón local. Incluso la torta hacía referencia a la profesión que abrazan los jóvenes.

“Cuando íbamos desde la capilla hacia el salón, todos estaban muy emocionados y contentos. Fue una experiencia que recordaremos siempre”, dijo Mikaela.

A esto agregó su flamante esposo que por los sonidos del camión, los vecinos de Puerto Leoni salían a ver qué pasaba y al percatarse de la boda, los saludaban y felicitaban con aplausos.

Muchos de los invitados, colegas bomberos, llevaron sus uniformes y el clima que se vivió fue mágico. Tanto para Kevin como para Mikaela fue impagable compartir con sus seres más queridos.

Ahora están abiertos a nuevas experiencias, desafíos en el compromiso de compartir la vida. “Tenemos muchos proyectos a futuro, aún somos jóvenes y podemos ir por nuestros sueños”, manifestó él.

Para la pareja, la noble profesión elegida significa mucho, son felices con lo que hacen y se apoyan día a día mutuamente e incluso expresaron que no sólo es un trabajo, sino también una vocación porque están a disposición y servicio de la comunidad ante cualquier situación.