El sueño paulista en marcha

El domingo pasado, la esperanza regional del gobierno argentino asumió la presidencia de Brasil. La llegada de Lula a Planalto abre un abanico de posibilidades comerciales y financieras. Mientras tanto, el gobierno nacional sigue enfrascado en su pelea con la Justicia, y la oposición, tratando de hacer malabares entre los chats filtrados. En Misiones, el gobierno no acompañó la disputa contra la Corte y realizó pedidos en la visita presidencial. Las candidaturas ya son tema de conversación
domingo 08 de enero de 2023 | 6:00hs.
El sueño paulista  en marcha
El sueño paulista en marcha

La política argentina no se toma vacaciones, porque en un año electoral no se puede descansar ni siquiera en la primera semana del año. Mucho menos cuando el oficialismo tiene frentes de desencuentros internos que debe solucionar, frentes de combates externos como el judicial y grandes deudas de gestión que debe enfrentar si quiere tener chances de repetir un triunfo electoral. En la vereda de enfrente tampoco hay vacaciones, mucho menos en una oposición que a cuatro meses de tener que cerrar filas dentro de un frente con precandidaturas definidas el desorden interno reina, incluso en los espacios políticos individuales.

En este contexto, los referentes del gobierno nacional tienen sus sueños puestos en Brasil, y con la asunción de Lula Da Silva como presidente el domingo pasado comenzaron a vivir “el sueño paulista”. Es que en la imagen del caudillo brasileño, que accedió a su tercer mandato como presidente tras vencer en elecciones de segunda vuelta a Jair Bolsonaro, se ven reflejadas las esperanzas de salvación de Alberto Fernández en materia de gestión, de Sergio Massa en materia económica y de Cristina Fernández en materia política.

Alberto Fernández ve en Lula el socio regional que le falta para volver a potenciar al Mercosur y posicionar a la Argentina, con Brasil como socio, en lugares importantes de la geopolítica internacional, único plano en el que hasta el día de hoy Alberto puede mostrar buenos resultados. Sergio Massa también ve al nuevo gobierno de Brasil como un potencial socio comercial que puede hacer grandes aportes a las flacas arcas de dólares de Argentina, tanto desde el punto de vista comercial con nuevos acuerdos de exportación como desde el punto de vista financiero con acuerdos de préstamos, swap y hasta de una moneda común.

Por su parte, Cristina Fernández ve en Lula la redención política con la que sueña desde hace años. Lula, un hombre al que la Corte Suprema de su país condenó, mandó preso y luego liberó pidiendo disculpas por haberse equivocado en ese castigo, se convirtió en presidente casi por aclamación del pueblo brasilero. Cristina sueña con correr, alguna vez, la misma suerte. Pero con la grieta potenciada, difícil que suceda.

Alberto y Sergio ponen el sueño en marcha

Alberto Fernández apoyó y visitó a Lula cuando estaba preso, y estuvo el domingo pasado, 1 de enero, en Brasil para la asunción de su amigo en su tercer mandato. Y al día siguiente, el 2 de enero, concretaron el primer encuentro oficial a solas para empezar a trabajar en puntos en común para un gran acuerdo bilateral. Allí acordaron una reunión privada para el 23 de enero, en el marco del encuentro de la Celac que Argentina preside. Encuentro al que también esta semana fue invitado el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, quien recibió la invitación a través del embajador argentino en Washington.

Ese 23 de enero comenzará a delinearse el trabajo para, en los meses siguientes, intentar poner en marcha una serie de acuerdos que podrían significar robustecer la economía argentina. Entre las posibles medidas a analizar entre ambos países se encuentras las enmarcadas en profundizar y ampliar el vínculo comercial a partir de la eliminación de barreras de acceso y la necesidad de atender costos logísticos y planificar el desarrollo de industrias complementarias, mejorando cadenas de valor en sectores como el automotriz, naval, calzado, textil, agroindustrial, entre otros.

El plan incluye el fortalecimiento del Mercosur, que entre otras cosas lleva en su interior el sueño de una moneda común.

La pesadilla de la Corte

Pero mientras el sueño del salvavidas regional se puso en marcha, por otro lado, también se activó una pesadilla local. La pelea del oficialismo nacional con la Corte Suprema de Justicia escaló esta semana al punto máximo cuando el gobierno nacional, con el apoyo de 10 de los 24 gobernadores, presentó el pedido de juicio político contra el presidente del cuerpo, Horacio Rosatti, por considerar que el organismo se inmiscuyó en facultades del Poder Ejecutivo al disponer que la Nación debía devolverle a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires parte de los fondos que le quitó para traspasárselos a la Provincia de Buenos Aires, para que esta pueda pagar un aumento a las fuerzas policiales que se revelaron en plena pandemia. 

El pedido de juicio político se anunció y firmó el martes de esta semana, con un pequeño bochorno en el medio, ya que en la firma del documento oficial se incluyó a doce gobernadores, que luego pasaron a ser diez, ya que dos de los incluidos salieron rápidamente a despegarse y decir que no estaban de acuerdo con la medida, y que nunca habían brindado su apoyo. El documento se debió reescribir con dos firmas menos. No obstante, tras la firma el presidente siguió intentando sumar acompañamientos.

Uno de ellos fue el del misionero Oscar Herrera Ahuad, a quien en una visita realizada a Posadas el mandatario nacional le pidió el apoyo, ya sea con una firma o con una carta de acompañamiento. El misionero se limitó a informar al presidente que la postura de Misiones, y de otras tres provincias comandadas por fuerzas provinciales, ya había sido hecha pública en diciembre pasado, apenas conocido el fallo de la Corte. Y que de ahí no se moverían. Conocido esto, pasado el mediodía el Presidente dejó la tierra colorada, y por la tarde de esa misma jornada presentó ante los diputados del oficialismo nacional el pedido de juicio político.

Que comience el show

Se da por descontado que el juicio político no tendrá el final que sueña el gobierno. Es una causa perdida desde el inicio porque el oficialismo no cuenta, salvo un milagro, con los dos tercios necesarios para la destitución del presidente de la Corte. Pero la puesta en escena que permitirá el proceso será un auténtico circo romano por el que pasarán funcionarios de la Corte, del gobierno nacional y del gobierno de Caba, donde el equipo de Horacio Rodríguez Larreta se ve envuelto en un escándalo de magnitudes aún no medidas por la filtración de chatas del ahora licenciado ministro de gobierno porteño Marcelo D’Alessando.

Es que semanas atrás comenzaron a hacerse públicos una serie de chats tomados desde el teléfono del funcionario porteño, a través de lo que sería un trabajo de espionaje ilegal, y que vinculan al funcionario con miembros de la Justicia. Más precisamente lo vinculan directamente con el vocero de Rosatti, Silvio Robles, con quien el funcionario porteño mantiene charlas privadas de temas vinculados a la justicia. Entre los chats, según se supo, figuran algunas conversaciones donde el tema central es la disputan en la Corte entre Caba y el gobierno nacional por los mencionados fondos, donde Robles le haría recomendaciones a D’Alessandro acerca de cómo argumentar en favor de la ciudad.

Si bien es probable que los chats no puedan ser tomados como prueba, ya que habrían sido obtenidos con maniobras de espionaje ilegal, con el solo hecho de exponerlos públicamente el gobierno buscará limar la imagen del equipo de gobierno de Rodríguez Larreta, que por estos días es el opositor mejor posicionado en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de octubre próximo. Un Larreta que busca instalar una imagen de gestión limpia, responsable y dialoguista.

Para Larreta este no es el único frente abierto, porque dentro del PRO también tiene temas a resolver. Esta semana intentó llegar a un acuerdo de paz con su mentor político, Mauricio Macri, en un encuentro en el sur del país. No hubo humo blanco, y ambos mantienen la idea de ser candidatos presidenciales en las primarias de agosto próximo. Si bien lo de Larreta ya es un hecho, la precandidatura de Macri todavía es una incógnita. Una incógnita importante dentro del PRO, porque su decisión podría ser ordenadora del panorama. Por estos días, entre Larreta, Patricia Bullrich y Mauricio Macri estaría la propuesta presidencial del PRO. La decisión de Macri se conocería en marzo. El ex presidente es, de los tres, el que peor mide en las encuestas.

En el cierre de la semana, se destapó otro escándalo que salpica al Poder Judicial y al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de Juntos Por El Cambio. Este viernes se dio a conocer que la jueza María Eugenia Capuchetti, quien lleva adelante la causa del atentado a Cristina Fernández de Kirchner, cobra un sueldo del gobierno porteño, incompatible con su rol en la Justicia. La denuncia fue realizada por el ministro de Justicia, Martín Soria, que por también denunció penalmente a Marcelo D’Alessandro.

Visita institucional con reclamos misioneros

En la tierra colorada la primera semana del año electoral tampoco fue muy tranquila, dando ejemplo de que este será un año de mucha actividad política, tanto de gestión como en materia electoral. La ya mencionada visita presidencial a la tierra colorada tuvo como objetivo la entrega de viviendas en Itaembé Guazú. En el complejo habitacional más grande de la provincia se entregaron 597 casas a familias que desde ahora forman un hogar bajo un techo propio. Dichas casas fueron realizadas por empresas misioneras que generaron trabajo genuino. Allí se supo que en este año se esperan entregar, como mínimo, unas 1.000 viviendas a lo largo y ancho de la provincia. La política habitacional es uno de los ejes principales de la gestión del Frente Renovador, que este año cumplirá dos décadas al frente del gobierno provincial.

La visita no sacó del eje el trabajo de gestión y de campaña a los candidatos y dirigentes del Frente Renovador que siguieron con sus recorridas y su trabajo. De hecho, en el acto encabezado por el presidente y el gobernador Oscar Herrera Ahuad no se vio a ninguno de los ya confirmados candidatos del Frente Renovador, Hugo Passalaqcua y Lucas Romero Spinelli, que mientras la gestión se desarrollaba, seguían con el trabajo político de visitar diferentes municipios, dirigentes y militantes. Pero la ausencia que más resonó en ese acto fue la Carlos Rovira. Quienes conocen de cerca los movimientos del conductor afirman que la ausencia fue el mensaje político que quiso transmitir, por tantas promesas incumplidas del gobierno nacional con la tierra colorada. Y desde el misionerismo siguen fomentando la independencia política, con respecto a los dos frentes nacionales.

En lo estrictamente institucional, que fue lo que la renovación quiso dejar enmarcada la visita presidencial, el gobernador aprovechó para solicitarle un dólar diferencial para las economías regionales a fin de que ganen competitividad y rentabilidad. Antes había reclamado que en el país un porcentaje de las casas que se construyan sean de madera, con el fin de potenciar al sector que dejó de vender materia prima al extranjero por las dificultades macroeconómicas. 

Estas medidas que dependen de la Nación, como también poner en marcha la zona aduanera especial, requieren la aprobación del área económica que lidera Sergio Massa. En lo que queda de enero, o en los primeros días de febrero, se espera que el ministro venga a la provincia como lo prometió, para implementar las acciones en marcha.

Armados electorales y rosca política

El Frente Renovador viene aceitando la maquinaria electoral desde hace un tiempo, tiene la ventaja de tener la fórmula presentada y por estos días el armado de las candidaturas municipales está en pleno desarrollo. Los equipos encargados de la parte administrativa del oficialismo provincial recorren la provincia revisando el papeleo. Al día de hoy ya son más de 600 los sublemas anotados en el Frente Renovador para pelear las intendencias. Sólo en Posadas, donde Lalo Stelatto va por la relección, se están contando a esta altura entre 10 y 12 candidaturas.

Los que también empezaron a mostrar las cartas en la capital provincial son los referentes de Juntos por el Cambio. Esta semana el diputado Ariel Pianesi subió a sus redes una foto junto al concejal posadeño Santiago Koch, con una inscripción que aludía a la construcción de un proyecto para Posadas. El joven concejal sería el elegido del espacio para disputar la intendencia. El diputado provincial, por su parte, es nombrado tanto para la disputa de bancas nacionales. Aunque su nombre se deslizó, y se midió, para la contienda por el máximo cargo ejecutivo provincial, donde lo tiene a Martin Arjol lanzado desde hace tiempo. El problema de la oposición es que están desordenados y con el cronograma electoral pisándole los talones. Trascendió que el 5 de marzo definirían las candidaturas radicales; en paralelo falta resolver las candidaturas del PRO y Activar, para terminar de definir la oferta general antes del 3 de abril cuando vence el plazo para presentar las listas con los candidatos. Las peleas internas nacionales tienen la ventaja que las Paso pueden zanjar las diferencias, pero en la provincia eso no sucede, por lo tanto, la tensión aumentará y nadie sabe a ciencia cierta cómo decantará.

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