Crece la hipótesis de que el objetivo de los sicarios era el esposo de la docente

La investigación por el homicidio de la maestra de primaria Carla Betiana De Olivera (37) a manos de sicarios avanza con la incertidumbre propia de estos casos. Los asesinos contratados no tienen ninguna relación con las víctimas, ni motivaciones más que el dinero y se esfuman como fantasmas dejando atrás la muerte.

 No hay hilos de donde tirar y, a no ser que sean atrapados momentos posteriores al crimen, como el homicidio de Cristian Javier Díaz (31) en el barrio Yohasá de Posadas, las expectativas de una resolución se apagan lentamente. 

 En la jornada de ayer desembarcaron efectivos de las direcciones de Cibercrimen y Homicidios, quienes trabajan en forma conjunta con los uniformados de la Unidad Regional XII. Se hicieron relevamientos de testimoniales, de cámaras de seguridad y se solicitó colaboración a las fuerzas del país debido a que, como se dijo, todo indica que los delincuentes escaparon hacia allá.

 Los resultados preliminares de la autopsia se conocerán en la jornada de hoy, donde se podrá determinar - entre otras cuestiones - el calibre del arma utilizada. Se sabe, por medio del examen del médico policial, que la mujer tenía al menos dos impactos de bala, uno en la sien y otro en el cuello. Ambos con orificio de salida.

 En este contexto aún sin pistas firmes ni una hipótesis clara, El Territorio pudo saber que investigadores judiciales consideran que el ataque no estaba destinado a la docente, sino a su marido, quien iba en el asiento del acompañante. El hombre, identificado como Ismael Sergio B.C. (42), recibió un disparo en el brazo, pero está fuera de peligro.

 La información recolectada hasta el momento indica que esta víctima se dedicaba al cambio de divisas en la frontera y justamente su pareja lo había ido a buscar esa tarde. Más allá de eso, vecinos del pueblo aseguran que también movilizaba vino y combustible, tal y como publicó ayer este medio.

Sobre esto último, se dijo que era habitual verlo circular por ese mismo barrio en una camioneta con una cisterna arriba. También el hijo de la mujer está relacionado a esta actividad y fue uno de los primeros en llegar a la escena del hecho - antes que la Policía- ,  corriendo desde el límite fronterizo.

 El hombre podría declarar entre hoy o mañana en sede policial, dependiendo de cómo se encuentre, debido a que es un testigo principal de lo que pasó. El sumario de la fuerza provincial, al no haber detenidos podría estar dos semanas en Bernardo de Irigoyen y, recién después de eso, será citado ante la Justicia.

 Claro está que lo hará como un testigo y no hay ningún indicio que lo señale como responsable por algo. Hasta ayer no había informaciones sobre una presunta custodia policial para protegerlo.

 La conmoción en el pueblo no cesa y ayer los mensajes en las redes sociales se replicaron, con palabras de dolor, indignación y pedidos de justicia. La mayoría llegaron desde el ámbito educativo, debido a que la mujer trabajaba en dos escuelas primarias, una de Irigoyen y otra de Dos Hermanas.

 También habló el intendente de la localidad, Guillermo Fernández, quien expresó el dolor por la partida de una persona querida en la comunidad y anticipó que junto a la Policía de Misiones se elaboró un proyecto para la instalación de cámaras de seguridad en el pueblo  que fue presentado al Ministerio de Gobierno.

 “Estamos bastante preocupados acá en la zona Norte, donde justo estamos en una frontera seca y hay mucho movimiento. Hoy el comercio está funcionando muy bien y hay dos municipios enfrente, Dionísio y Barracao. Cuando pasan estos casos, justamente una docente, una mujer muy querida en Irigoyen quedamos todos muy tristes y preocupados por lo que está sucediendo”; expresó el mandatario en una entrevista con Radioactiva.

 Y amplió: “Tenemos que seguir trabajando con Gendarmería y la Policía, con cámaras de seguridad. Vamos a tener que seguir trabajando mucho en lo que es la seguridad porque - el municipio - está creciendo demasiado, hay mucho movimiento, mucha gente de afuera, se maneja mucha plata y necesitamos cierto orden en ese tema porque cuando pasan estas cosas afectan mucho a la sociedad”.

 Respecto de la seguidilla de hechos refirió que “pasaron unos cuantos casos, siempre la moto, la moto y nunca se pudo saber quién fue. Claro que nos preocupa a todos, más a mí como intendente. Nosotros tenemos en el corazón a este pueblo, lo queremos, vemos el crecimiento y vamos a tener que acompañar también con más tecnología, más inteligencia en toda la zona de frontera”. 

 “Nosotros armamos un proyecto en diferentes lugares de la zona centro y donde está la frontera seca, donde en un paso estás del otro lado. Con más o menos entre 16 y 18 cámaras abarcaría todo, ojalá se pueda aprobar pronto eso”, reveló sobre la necesidad de esta tecnología. Señaló además que de esta manera no dependerán de la colaboración de Brasil.

 “Ojalá tengamos más control en esa zona porque es una zona fácil de cruzar de un lado a otro y cuando suceden estos casos - los delincuentes - andan con casco y en una moto que no se puede identificar, lo que complica la investigación”, finalizó.

 Como informó ayer El Territorio,  el crimen  ocurrió cerca de las 17.30 sobre la calle Malvinas Argentinas del barrio Provincias Unidas, justo en la entrada al barrio Obrero y pegado al límite fronterizo con Brasil. Del otro lado está Barracao, localidad perteneciente al estado de Paraná. 

 La mujer estaba en el asiento del conductor de un Renault Sandero Stepway de su propiedad cuando fue alcanzada por una ráfaga de balas. El vehículo estaba detenido al momento del hecho. Fue entonces cuando dos sujetos en motocicleta llegaron al sitio y pararon justo enfrente. En esas circunstancias el acompañante extrajo un arma y gatilló varias veces contra los ocupantes. Luego el biciclo desapareció del sitio.