Ñande Reko Rapyta (Nuestras raíces)

Navidad

viernes 23 de diciembre de 2022 | 6:00hs.

Hace mil seiscientos sesenta y ocho años, el Papa Julio I estableció el día 25 de diciembre para celebrar la Navidad, hasta ese momento se hacían las ceremonias correspondientes cada 6 de enero, junto con la Epifanía de los Reyes Magos; la nueva fecha fue elegida porque, de acuerdo con el calendario que regía en esos días -el Juliano-, se producía el solsticio de invierno muy festejado por los pueblos del hemisferio norte; recién en el año 529, mediante el emperador Justiniano, la efeméride católica quedó firme.

En “el mundo conocido” -occidental- de aquel tiempo, desde el 17 al 23 de diciembre de cada año, se celebraban las Saturnales romanas, en homenaje a Saturno, dios de la agricultura y las cosechas, establecía el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz o del Sol Invictus, finalizaban el 25 de diciembre con la entrada del Sol a la constelación de Capricornio marcando el inicio del invierno; al ser una festividad tan popular, se la usó como herramienta para unificar creencias paganas y católicas, en una primera instancia e imponer las segundas en definitiva.

Hay otros historiadores y teólogos que aúnan el origen de la celebración de la Navidad con la festividad de la Januca hebrea

Así se estableció la fecha de nacimiento de Jesús, de la que no existe hasta este momento, registro real; de las celebraciones romanas conservamos las reuniones con familiares y amigos para compartir comidas y bebidas, intercambio de regalos, convites públicos, música, cantos alusivos y bailes.

La palabra Navidad deriva del término Natividad y éste del latín Nativitas y/o Nativitatis cuyos significados refieren al nacimiento.

El uso del pesebre como representación del Nacimiento del Niño Dios se considera una inspiración de San Francisco de Asís; en el año 1223 mientras recorría las inmediaciones del pueblo de Rieti, llegó a una ermita llamada  Greccio, se le ocurrió recrear la escena “en vivo”; pidió autorización al Papa Honorio III, y la consiguió; en víspera de esa Navidad, con la colaboración de un amigo construyó una cuna y colocó en derredor imágenes de María, José, el burro, el buey y los pastores; luego de la misa, San Francisco colocó la figura del Niño en su lugar, la tradición cuenta que al arrodillarse para rezar, un rayo de luz iluminó sus brazos hasta formar la imagen de un bebé. A fines del siglo XV se popularizaron los pesebres fabricados en barro.

La costumbre de armar el árbol navideño parece haber surgido en la Alemania protestante alrededor del año 1605, se le atribuye a Martin Lutero, quien usó una conífera conocida como “evergreeens” -o “siempre verde”-, árbol que ornamentó con velas encendidas como sustituto de la pirámide de madera que representaba a la Santísima Trinidad y era utilizada por los católicos de entonces; las luminarias en las ramas simbolizaban la presencia de Dios, también se colgaban frutas, especialmente manzanas; la práctica que se popularizó en los países nórdicos a inicios del siglo XIX, luego se extendió a Gran Bretaña y finalmente se incorporó en la Península Ibérica en la segunda mitad de esa centuria; para entonces se había sumado una estrella de dimensiones importantes, en la cima, para recordar la de Belén.

El árbol artificial fue iniciativa de Si Spiegel, un piloto veterano de la Segunda Guerra Mundial, que trabajaba como maquinista en una fábrica de cepillos en Mount Vernon -Estados Unidos de Norteamérica-; cuando las ventas bajaron peligrosamente, se le ocurrió y propuso a sus jefes fabricar árboles de Navidad, los primeros producidos según un modelo de los directivos de la firma, no tuvieron mucho éxito; Spiegel decidió ocuparse él mismo y el negocio fue redondo.

El personaje de Papá Noel está inspirado en tradiciones Europas de vieja data como Nicolás de Bari -más conocido como San Nicolás- un obispo que, según la leyenda, en la Edad Media, un día antes de la festividad católica entregaba regalos a los niños; también se le atribuye a Martin Lutero el cambio de fecha y de objeto de veneración, para entonces muy difundido.

Sin embargo, la imagen primigenia de la actual fue obra del dibujante Thomas Nast, quien realizó el diseño a pedido de una marca de gaseosas, hiper conocidas, cuyo nombre está formado por dos palabras que comienzan con la letra C; se publicó por primera vez en el periódico The Saturday Evening Post, en el año 1920; una década después, el artista Haddon Sundblom diseñó un personaje entre lo real y lo simbólico, para la misma marca de refrescos, inspirándose en un poema para la caracterización y en Lou Prentiss como modelo.

A medida que la celebración se extendió, tomó características propias de cada lugar, región o país; es una de las fechas tradicionalmente festivas, religiosas y familiares de Misiones, sin duda, impulsada por los jesuitas como parte de su proyecto en estos lares.

En la provincia también se plasmó la festividad de otras maneras, tenemos un arroyo llamado Navidad, en el municipio El Alcázar -departamento Libertador General San Martín-; cuando el agrimensor Adolfo J. Pomar realizó el plano de la subdivisión de la Sección I de la Colonia El Alcázar, en junio de 1944, apuntó este curso de agua con ese nombre, es un afluente del arroyo Urutaú y del Paranay Guazú; también se llama Navidad a un tramo del arroyo Cazador, conocido como Oratorio, en el departamento San Ignacio, según puede leerse en un plano del fraccionamiento de Gobernador Roca, realizado por el agrimensor Ramón J. Mariani en el año1946.

En el municipio de Santiago de Liniers, departamento de Eldorado, se encuentra el Arroyo del Niño; se sabe que en el año 1886, cuando el agrimensor Juan Queirel se encontraba realizando una mensura general del Territorio General de Misiones, al finalizar el trabajo, con las notas que compiló, publicó el libro ‘Misiones’, en una de sus páginas se puede leer “(…) el trabajo no paró por eso y á las doce y media llegamos á un arroyo en que saciamos la sed, al que por el día en que estábamos, (25 de diciembre de 1886) llamé del Niño. Hice hacer una limpiada y dí fiesta hasta el Lunes. El agua del Niño no es salobre como otras que hemos dejado atrás, sino dulce y buena. Debe correr al Piray Guazú (…)”

Como suele suceder, fuimos por más, tenemos el Instituto Adventista Navidad, la Fiesta Nacional de la Navidad del Litoral y nuestra propia versión de la celebración en Capioví.

¡Hasta el próximo viernes!

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