Bárbara Kailer, militante ambientalista

Proteger y preservar la biodiversidad, una semilla de conciencia

viernes 16 de diciembre de 2022 | 6:00hs.
Proteger y preservar la biodiversidad, una semilla de conciencia
Proteger y preservar la biodiversidad, una semilla de conciencia

La pandemia obligó a todos a trabajar la introspección. Desde el aislamiento, el encierro y a veces la soledad, todos nos vimos obligados a mirar hacia adentro. Y algunos, aprovecharon ese tiempo para descubrir qué semilla querían plantar en la tierra.

Como el caso de Bárbara Kailer, oriunda de San Ignacio y actualmente viviendo en Eldorado, quien descubrió en ese tiempo una causa que defender.

“Después de la pandemia, que fue cuando comencé con los proyectos de creación de reservas naturales para proteger nuestras especies nativas, comenzaron los incendios y sentí que tenía que entrar en acción. El verano pasado, los incendios arrasaron con miles de hectáreas así que eso me impulsó a llevar adelante mi propuesta y militar por el medioambiente”, le contó a Radioactiva la joven que hoy integra la fundación Eureka y lleva adelante actividades de concientización y respeto por el planeta.

“Me puse en campaña a través de Instagram a ver qué podía hacer desde mi lugar para aportar algo y ayudar a apagar los incendios. Empecé a preguntar quién quería colaborar o sumarse a la causa y noté el interés de un montón de gente. Ahí me di cuenta que podíamos hacer un montón de cosas y que organizados podríamos ayudar, así que puse manos a la obra y de a poquito me fui volviendo militante”, destacó Kailer.

Con el tiempo, su proyecto fue creciendo y hoy encabeza la co-coordinación del programa ‘Habitablemente’, una apuesta que busca poblar especies nativas en nuestra Tierra Colorada. “Tratamos de crear conciencia en relación a las especies de flora nativa. Más que nada, despertar en los misioneros ese orgullo de cuidar lo que es nuestro, lo que nos pertenece”, dijo la joven respecto del proyecto que lleva por iniciativa que cualquier voluntario se incriba y plante un árbol nativo, así lo apadrina y se encarga de que crezca por los próximos 50 años.

“La idea es incentivar a la gente a replantar árboles nativos. ‘Un árbol por persona’ es el proyecto que llevamos adelante, buscando que la comunidad se comprometa a cuidarlo los primeros 5 años que es cuando más necesita el árbol. Y que crezca por los próximos 50”, resaltó.

Pero además de contribuir con actividades de concientización y cuidado del medioambiente, la joven también construyó su propio vivero en el que produce más que nada árboles frutales con la intención de repoblar espacios y contribuir a la preservación de especies nativas como la pitanga, la yabuticaba, el mango y otras tantas.

Respecto de la nominación al Misionero del Año, destacó que se siente muy agradecida por el reconocimiento y “que esta nominación ayuda a visibilizar la lucha”. 

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