Juicio en el Tribunal Penal Dos de Posadas por el femicidio de Marina Da Silva, día 2

“Todas las veces venía con moretones o para contarme cosas que le hacía”

En su declaración la madre de la víctima hizo hincapié las situaciones de violencia que padecía su familiar. Una tía de Franco Ramos lo apuntó como posible responsable
miércoles 07 de diciembre de 2022 | 6:05hs.
“Todas las veces venía con moretones o para contarme cosas que le hacía”
“Todas las veces venía con moretones o para contarme cosas que le hacía”

La segunda jornada del debate que se lleva adelante en el edificio del Tribunal Penal Dos de Posadas por el femicidio de Marina Da Silva, joven de 19 años que a finales de diciembre de 2013 fue encontrada asesinada a golpes dentro de un pozo de agua de una propiedad en Campo Bauer, cerca de Nemesio Parma, tuvo ayer la declaración testimonial de seis personas entre efectivos policiales, vecinos del lugar donde se cree ocurrió el asesinato y familiares de la víctima y los imputados. 

Uno de los aportes más relevantes lo dio María Cristina Da Silva, madre de Marina, quien en varios puntos de su relato apuntó contra su ex yerno, Franco Ramos, quien junto a Alejandro “Pilli” Da Silva y Juan Portal están imputados por homicidio calificado por el concurso premeditado de tres o más personas. 

“Por lo que pasó con la taxista pienso que fue Franco”, dijo Cristina Da Silva.

Si bien por momentos parecía que las lágrimas iban a verse en su rostro por el recuerdo aún latente en su corazón y mente, María Cristina respondió por más de 30 minutos a las preguntas del fiscal y los abogados de los acusados.

Narró que ese sábado 21 de diciembre -día que fue vista por última vez la víctima- estuvo casi todo el día fuera de casa trabajando en distintos lugares. Recordó que cerca de las 22 de ese sábado volvió a casa y, al notar la ausencia de Marina, preguntó a su yerno por la joven.

Comentó que Ramos le dijo que ese día la chica no había regresado a la casa tras haberla dejado para comprar jugo cerca de las 13.30 en un kiosco del barrio Cruz del Sur donde vive María Cristina.

La testigo añadió que insistió a Ramos por el paradero de su hija pero que éste no mostró mucho interés en buscarla. Por otro lado, comentó que por comentarios de vecinos del barrio supo que Marina había sido vista por última vez camino al mencionado comercio del barrio siendo llevada en moto por Ramos.

Aunque sostuvo que los días fueron pasando y su hija no daba señales de vida a ninguno de sus allegados. Ante la consulta del fiscal Vladimir Glinka, la madre contradijo lo expuesto por su ex yerno durante la jornada del lunes en su declaración ante el Tribunal.

El fiscal Glinka cuestionó varios datos aportados por los hermanos Sánchez.

En esa oportunidad Ramos había dicho que ese 25 de diciembre había pasado Navidad junto a su hija en casa de sus parientes en Apóstoles. Aunque la testigo indicó que eso nunca sucedió y que fue ella quien se opuso a que su nieta, en aquel entonces de 2 años, dejara la ciudad mientras Marina seguía desaparecida. 

Si bien comentó que Ramos era una persona tranquila y de poco hablar cada vez que él se quedaba a dormir en su casa, estaba al tanto de numerosos episodios de violencia que su hija sufría por los maltratos del acusado.

“Yo a él le trataba como un hijo y jamás pensé que me iba a pagar de esa manera. Yo estaba desesperada porque no aparecía mi hija”, dijo María Cristina en un tramo de su reconstrucción de los hechos.

También aclaró que a pesar de tener cinco trabajos, los que aceptó porque el único sostén de la casa donde vivían también sus hijos y su nieta Kiara, se hizo de tiempo para salir a buscar a Marina por distintos puntos de Cruz del Sur, Nemesio Parma y Campo Bauer.

Y añadió: “Con mi hijo Leonardo salíamos a los campos de afuera para ver si no estaba golpeada o tirada en algún lugar, pero no tenía mucho tiempo por los trabajos que tenía. A veces dejaba de ir a casa de mis patrones para ir a buscarla”. 

Juan Portal (izquierda) y Franco Ramos, amante y pareja de la víctima.

Al ser preguntada por cómo era la relación entre su hija y Ramos, la testigo no calló nada. “Todo el tiempo se peleaban en casa. Todas las veces venía con moretones o para contarme cosas que le hacía. Le tiraba el tereré y se iba. Él era muy obsesivo con ella. No quería que se junte con las primas”, sostuvo María Cristina. 

¿Tuvo miedo de que le pasara algo? preguntó el abogado Néstor Acosta, defensor de Portal, a lo que la testigo respondió: “Si, pero más de los padres. Me dijo que el papá de Franco (Ramos) le pegó. Que la mamá le pegaba y Franco no reaccionaba”. 

Por último, declaró que días antes del hallazgo del cuerpo se enteró por familiares que Marina tenía una relación amorosa con un tal Juancho, aunque no sabía quién era esa persona.

Comentó luego que al ir hasta la casa del padre de este supuesto amante el hombre le comentó que su hijo se había ido a Paraguay con la joven. 

“Fue Franco”

La última testigo en declarar ayer, pero no por ello en menor importancia para el debate, fue Cristina Da Silva.

La mujer conoce muy bien a los tres imputados ya que es tía de Franco Ramos, hermana de Alejandro Da Silva y vecina de Juan Portal. Con respecto a lo que vio ese 21 de diciembre contó que vio en dos oportunidades a Marina, entre la mañana y la siesta de sábado.

Contó que esa mañana fue hasta el kiosco de su hermana -mamá de Ramos- quien tiene un kiosco en su casa y tras comprar una gaseosa vio a la víctima lavando ropa en el patio de su casa, ubicada a un costado del citado comercio. 

Luego indicó que siendo las 13.30 volvió al kiosco para comprar cigarrillos y que vio salir al papá de Ramos en una motocicleta y que detrás de él, en otra moto, también salieron Ramos, Marina y la pequeña hija de ambos. A su vez, sostuvo que siendo las 15.30, tras levantarse de la siesta y volver a la olería de su casa, notó que Ramos volvía solo en la moto, sin remera y con una mochila en sus espaldas.

Por otro lado, comentó un fuerte incidente que dos días antes de la desaparición -el jueves 19 de diciembre- habían protagonizado Marina y la madre de Ramos en casa de esta última.

Si bien sostuvo que no estuvo ese día al momento del hecho sí supo luego por vecinos que en esa oportunidad la víctima le habría adelantado a su suegra que tenía intenciones de dejar al imputado. 

También aclaró que nunca tuvo problemas con Marina y remarcó que su sobrino siempre fue apañado por sus padres. Y que por ello habían dejado abandonados a los hermanos del imputado.

Todo esto ante la consulta del abogado Acosta sobre qué pensaba de los padres de Ramos. 

Por último, al preguntarle por quién creía que es el asesino de Marina, Cristina no tuvo pelos en la lengua y dijo: “Por lo que pasó con la taxista pienso que fue Franco”.

Esto en alusión a que el acusado tambien está sospechado de haber participado del asesinato de la trabajadora del volante Claudia Benítez (34), cuyo cuerpo sin vida fue encontrado luego de estar desaparecida varias horas en un pozo de agua de una casa abandona en Campo Bauer. Justamente a poco menos de 500 metros del pozo donde fue hallada sin vida Marina Da Silva. 

También comparecieron los hermanos Sandro y Julio Sánchez, vecinos de Nemesio Parma quienes fueron los primeros en encontrar el cuerpo de Marina dentro del pozo de agua durante la mañana del 31 de diciembre de 2013.

Ambos relatos se caracterizaron por mucha inexactitud en varios puntos consultados por las partes. A su vez, Julio dijo no haber declarado varias afirmaciones hechas en su declaración en etapa de instrucción.

Por otro lado, los hermanos tampoco supieron explicar cómo el día del hallazgo realizaron, en distintos horarios, un desvío de 2 kilómetros del camino al kiosco donde en teoría se dirigían a realizar compras para pasar por un trillo que se topaba con el pozo.

En el caso de Sandro, tampoco fue muy claro al recordar si fue él o su amigo Walter Núñez, quien lo acompañaba ese día junto a otro adolescente de apellido Piris, fue el primero en ver el cuerpo.

El debate es precidido por el juez César Yaya, segundado por sus pares Gregorio Busse y Viviana Cuckla como jueza subrogante. Se espera que hoy desde las 8.30 inicie la tercera jornada de debate con la declaración de más testigos.


“Era muy celoso de ella”

Guadalupe Figueroa tiene 23 años, aunque al momento del hecho tenía 14 años. Como hermana de la víctima, la joven también aportó datos en el debate y coincidió en parte con los dichos que dio su madre María Cristina Da Silva, instantes antes, sobre la relación conflictiva que llevaba Marina con su pareja.

“Él era muy celoso de ella, no le dejaba tener amigos porque ella era una persona muy amistosa. Le celaba hasta de la ropa que se ponía. Es por eso que todo el día pasaban juntos y hasta le hacía cambiarse de ropa”, comentó la testigo, quien aprovechó la oportunidad para contradecir a Ramos en un punto. El imputado había dicho que ese sábado 21 de diciembre de 2023, tras volver de su casa para buscar pañales de su hija a eso de las 17 y llegar a lo de su suegra en Cruz del Sur negó haber salido a buscar a su hermana junto al imputado.

Contó que tras unos breves minutos y al ver que Marina no había vuelto del kiosco al que supuestamente Ramos había dejado antes de ir en busca de pañales, el joven salió nuevamente con su moto y regresó cerca de las 20 a su casa. Y añadió:”Él volvió limpio y con otra ropa. No insistió en llamar a la policía durante el tiempo que estuvo desaparecida Marina”.

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